* José Jerí es expuesto luego de juramentar la presidencia interina de Perú en medio de una polémica por su actividad digital.
10.10.2025 Lima, Perú.- A menos de 24 horas de haber jurado como presidente interino de Perú, José Jerí Oré enfrenta una controversia que ha sacudido el escenario político nacional. Usuarios en redes sociales revelaron que el nuevo mandatario seguía más de 300 cuentas de contenido pornográfico en Instagram, lo que ha desatado una ola de críticas sobre su conducta, valores y pasado digital.
El nuevo Presidente del Perú también ha sido señalado por escándalos sexuales como sus presuntos vínculos con un red de prostitución en el congreso, que no se le pudo comprobar
Un ascenso en urgencia institucional
Jerí, abogado de 38 años y militante del partido Somos Perú, asumió el cargo tras la destitución de Dina Boluarte por “incapacidad moral permanente”, en una votación que reflejó el hartazgo del Congreso frente al auge del crimen organizado y la parálisis institucional. Su mandato, previsto hasta julio de 2026, se enmarca en un contexto de alta volatilidad política: es el séptimo presidente que ocupa el cargo en menos de una década.
La polémica estalló pocas horas después de su juramentación, cuando internautas comenzaron a escudriñar sus redes sociales. Capturas de pantalla mostraron que Jerí seguía más de 300 cuentas vinculadas a contenido sexual explícito. Aunque el mandatario intentó borrar rápidamente estas interacciones, las evidencias ya circulaban masivamente.
Además, resurgieron antiguos tuits publicados hace más de una década, en los que Jerí hacía comentarios considerados machistas y ofensivos. En uno de ellos, escribió: “Las mujeres son seducidas con amor, cariño y respeto. Para todas las demás existe Mastercard”. También compartió artículos sobre sexualidad y la llamada “sapiosexualidad”, lo que ha generado cuestionamientos sobre su criterio y sensibilidad frente a temas de género.
Reacciones políticas y sociales
Diversas voces del espectro político y de la sociedad civil han exigido explicaciones públicas. Aunque Jerí no ha emitido una declaración formal sobre el escándalo, su equipo de comunicación ha comenzado a limitar el acceso a sus perfiles personales y a eliminar contenido comprometedor.
La controversia se agrava por el antecedente de una denuncia por violación sexual en su contra, archivada en agosto pasado por falta de pruebas. Aunque el caso no prosperó judicialmente, el contexto de la denuncia vuelve a cobrar relevancia ante la exposición de su actividad digital.
La presidencia interina de José Jerí arranca con una crisis de credibilidad que podría marcar su gestión. En un país donde la desconfianza hacia las autoridades es profunda y la rotación presidencial se ha vuelto habitual, el escándalo digital del nuevo mandatario plantea interrogantes sobre los filtros éticos y políticos que rigen el acceso al poder.
Mientras tanto, organizaciones feministas, colectivos ciudadanos y analistas políticos advierten que el caso no debe reducirse a una polémica superficial, sino que exige una reflexión más amplia sobre la representación institucional, la transparencia y el respeto a los derechos en el ejercicio público.
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