#JuntasHastaLaVida

Alguien como tú. (Columna)

Gladys de L. Pérez Maldonado.

La violencia no tiene condición social, ni nivel académico, no tiene cronología, simplemente…ES…La violencia se genera con la agresión, con el maltrato.

La agresividad ha sido estudiada como una característica o rasgo de la personalidad, mayoritariamente masculina, que aplicada sobre las mujeres se traduce en malos tratos de toda índole, llegando incluso hasta la muerte. Cuando el maltrato a las mujeres se traduce en un tema que afecta a los derechos humanos, se habla de violencia. La Violencia tiene muchas formas de manifestarse: social, política, parental, económica, física, psicológica, etc.

El ejercicio de la violencia supone la existencia de relaciones de poder. Implica un arriba y un abajo: patrón-empleada/o, padre-hijo, profesor-alumna/o, hombre-mujer, gobernantes-gobernados. La violencia está asociada a los hombres, pues la cultura patriarcal es en gran medida el origen de estas conductas.

Se debe introducir perspectiva de género en la formación académica, y más si se tiene en cuenta la cantidad de mujeres afectadas por la violencia.

En 1979, la Asamblea General de las Naciones Unidas, adoptó la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), la cual se describe como una declaración internacional de derechos de la mujer.

En 1993, La Asamblea General de la ONU, aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (Belem Do Pará). Este es el primer instrumento internacional de derechos humanos que aborda exclusivamente el tema de la violencia contra la mujer. En ella se afirma que la violencia en contra de la mujer viola, perjudica o anula los derechos humanos y libertades fundamentales de la mujer.

La violencia de género ha llegado a ser calificada de “pandemia” en América Latina donde, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) de 2013 “entre la cuarta parte y la mitad de las mujeres declaraban haber sufrido alguna vez violencia de parte de un compañero íntimo”.

El entonces Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon declaró: “La violencia contra las mujeres y las niñas es una violación de los derechos humanos, una pandemia de salud pública y un grave obstáculo para el desarrollo sostenible. […] Sale muy cara a las familias, las comunidades y las economías.”

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la violencia de género entre las mujeres de 15 y 44 años de edad, fue responsable de más muertes e incapacidades, que la suma total atribuida al cáncer, la malaria, los accidentes de tránsito y la guerra.

En el caso de América Latina, la investigación de Naciones Unidas determinó que entre el 30% y el 40% de las mujeres del continente ha sido víctima de algún tipo de violencia intrafamiliar. Una de cada cinco falta al trabajo por haber sufrido una agresión física en su casa.

En su reciente visita a México, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Michelle Bachelet, señaló que “le resultó impresionante que el país tenga cifras de muertes violentas propias de un país en guerra: 252 mil 538 desde 2006…” y en este momento con al menos 7 mil 299 investigaciones por homicidios dolosos en todo el país y 240 feminicidios.

Agregó “Yo sabía de la violencia, sin duda, pero no tenía la precisión de la dimensión de las graves violaciones a derechos humanos”, entre otras, 10 mujeres asesinadas cada día.

El 56 % del territorio mexicano se encuentra en alerta de género por violencia contra las mujeres. Veracruz es el único estado al que se le ha declarado dos AVG, una activa por feminicidio (2016) y otra por agravio comparado, que desde marzo de 2017, está en proceso de cumplimiento, mediante las cuales se esperan acciones gubernamentales de emergencia para erradicar la violencia extrema contra las mujeres, que se garantice la seguridad de las mujeres, el cese de la violencia en su contra y la eliminación de desigualdades producto de legislaciones que agravian sus derechos humanos.

Las AVG poco resultado han dado en territorio nacional, México ha sido declarado el país número uno en feminicidios cometidos en América Latina. De acuerdo con Amnistía Internacional, durante el primer bimestre de 2019, se registraron en nuestro territorio 568 crímenes contra mujeres, de los cuales apenas 147 son investigados como feminicidios.

Debido a la crisis de derechos humanos que existe en México, Amnistía Internacional buscará visibilizar este panorama a través de la campaña #JuntasHastaLaVida, la cual será lanzada en redes sociales el próximo 25 de abril. Se exhibirán videos promocionales con la intención de llamar la atención a las esferas de gobierno que componen la política mexicana para que se deje de normalizar la violencia en México.

Sabemos que está ahí, no cerremos los ojos ante la impunidad y la indiferencia social, luchemos y unámonos #JuntasHastaLaVida.