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12.01.2025 /CimacNoticias.com/ Ciudad de México.- El pasado 5 de enero de 2025, en Alcozauca, Guerrero, Leuteria Reyes Benito fue víctima de violencia feminicida por Hermenio “N”, su compañero en la Policía Municipal a quien había denunciado previamente por acoso. Su feminicidio está arraigado al machismo que golpea a las comunidades indígenas donde es impensable que una mujer se desenvuelva laboralmente entre los hombres.
Según cifras publicadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) en agosto de 2024, Guerrero ocupa el lugar veintiuno en feminicidios y el tercero en violencia de género.
De acuerdo con un informe emitido el 7 de diciembre por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, entre septiembre de 2023 y octubre de 2024 se documentaron 15 feminicidios en los municipios de Tlapa, Cochoapa el Grande, Huamuxtitlán, Copanatoyac, Zapotitlán Tablas y Alpoyeca. La mayoría de las víctimas pertenecían a los pueblos na savi, nahua, me’pháá y mestizo.
En Tlapa se registraron 7 de estos feminicidios. A pesar de que desde el 22 de junio de 2017 el municipio cuenta con una Alerta por Violencia Feminicida, esta no ha sido un mecanismo eficaz para detener la problemática que amenaza la vida de las mujeres en la región.
En febrero de 2018, se creó la Unidad de Investigación Especializada en el Delito de Feminicidio, adscrita a la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común. Sin embargo, esta unidad dejó de operar en 2021 debido a la reasignación de la titular, cuyo puesto no ha sido ocupado desde entonces.
Anteriormente, el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan exigió a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Guerrero la asignación de personal especializado en los protocolos y estándares de investigación y justicia acordes con la gravedad del feminicidio.
El informe advierte sobre la existencia de una cifra oculta que impide conocer el verdadero índice de feminicidios en la región. Esto se debe al subregistro de casos, ya que las fiscalías suelen clasificarlos como homicidios simples, dolosos o suicidios, incluso cuando existen elementos que acrediten razones de género.
Asimismo, la organización hizo una crítica a la gobernadora Evelyn Salgado, quien ha utilizado estas estadísticas para destacar un supuesto avance hacia un estado más seguro y libre de violencia para las mujeres. No obstante, la realidad de las mujeres en la montaña expone el abandono institucional que enfrentan.
De la violencia en el hogar al hostigamiento laboral
Leuteria creció en la comunidad Na Savi Cruz Fandango, municipio de Alcozauca de la Montaña de Guerrero. Era la mayor de nueve hermanos conformados por tres mujeres y seis hombres. Debido a la situación de pobreza en la que se encontraba y por la falta de maestros, sólo logró terminar la primaria.
Cuando creció se fue a vivir con Arturo, su esposo, en la colonia Cruz Verde de la cabecera municipal de Alcozauca. Durante una relación de 10 años, tuvo a sus cuatro hijos de 11 años, 10 años, 6 años y 4 años. En marzo de 2024 decidió separarse gracias a la violencia física que ejercía su pareja contra ella.
Al querer exigir la custodia de sus hijos en la Sindicatura de Alcozauca, Arturo no se lo permitió. Acudió con el Juez de Paz de la cabecera municipal para pedir ayuda en Tlapa. Finalmente llegaron a un acordaron que Arturo sería quien tendría la custodia mientras Leuteria conseguir un espacio donde vivir.
Mientras buscaba trabajo para la manutención de sus hijos, regresó a casa de sus padres, a quienes les llegó a comentar que seguía sufriendo maltratos por parte de la familia de Arturo, cada que iba a visitarlos cada ocho o quince días. Asimismo,
Con la esperanza de poder construir un nuevo hogar y salir adelante, empezó a participar en el proceso electoral del hoy alcalde municipal de Alcozauca, Crispín Agustín Mendoza. Tras el triunfo del alcalde, Leuteria acudió a solicitar empleo en el ayuntamiento. Para octubre de 2024, obtuvo un trabajo en la Policía Municipal, en la Dirección de Seguridad Pública.
Desde el inicio de sus funciones, Leuteria compartió con sus padres el hostigamiento que sufría por parte de algunos compañeros, especialmente de Herminio, quien durante las noches de guardia la acosaba. Según las declaraciones de su padre, Herminio le decía: «Tú sólo sirves para ser mujer y estar en tu casa».
Herminio continuó acosando a Leuteria, haciendo comentarios inapropiados y preguntándole si quería salir con él. La miraba de manera lasciva de pies a cabeza durante las horas de guardia. También se coludió con otros policías para que ella trabajara todos los días sin descanso, como castigo por ser mujer policía. De igual forma, era amenazada con quitarle su empleo si no accedía a tener relaciones sexuales con él.
En varias ocasiones fue calificada como “loca” por sus compañeros de la Policía Municipal al dedicarse a trabajar y no seguir con los mandatos patriarcales donde las mujeres son excluidas al espacio privado para realizar tareas de cuidado, del hogar.
Ante la situación de acoso, Leuteria renunció y denunció el acoso de su compañero de trabajo al presidente municipal. No obstante, las autoridades correspondientes no le hicieron caso y en diciembre de 2024 optaron por notificarle que había sido colocada en otro trabajo como cocinera en el albergue del DIF Municipal.
Su feminicidio
En noviembre de 2024 Herminio llegó a la colonia Lázaro Cárdenas, donde vivía Leuteria con el pretexto de que andaba buscando cuartos para rentar. No obstante, no paró de hostigarla y acosarla.
Según informó Tlachinollan, el pasado domingo 5 de enero aproximadamente a las 18:00 horas, Rosalba, quien vivía con Leuteria cuando consiguió trabajo en la Policia Municipal, llamó a sus padres, Zacarias y Catalina, para notificarlos de que su hija se encontraba herida en el Hospital Comunitario de Alcozauca.
Debido a la gravedad de las 30 lesiones por arma blanca que presentaba, fue necesario trasladarla al Hospital de Tlapa. Una hora después, el personal médico, dada la alarma de su situación, recomendó trasladarla al Hospital General de Chilpancingo. Sin embargo, en el trayecto, el aparato que la mantenía conectada para estabilizar su respiración dejó de funcionar. Pocos minutos después, el personal médico comunicó que Leuteria había fallecido.
El 7 de enero los padres, acompañados por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan (CDHM), levantaron una denuncia ante el ministerio público en Tlapa. Después de la necropsia, el 8 de enero, el cuerpo de Leuteria Reyes fue traslado a Cruz Fandango.
La organización Mujeres de Tlapa AC junto con la CDHM han exigido a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Guerrero garantizar justicia por el feminicidio de Leuteria Reyes Benito y sancionar al responsable.