*Escrito por Arantza Díaz.
28.10.2024 Cimac Noticias.com / Ciudad de México.- Keren Ordoñez, fue sentenciada a 50 años de prisión por el delito de secuestro el cual se ha documentado que fue fabricado desde hace 9 años y desde entonces se encuentra en situación de reclusión y los avances en su caso son poco claros a pesar de la existencia de las pruebas que avalan la brutalidad policiaca a la que fue sometida junto con su bebé, así como la violencia física e institucional que elementos del Ministerio Público de Tlaxcala ejercieron en su contra.
A mediados de septiembre y desde el empuje de Centro Prodh –organización que acompaña el caso-, se logró una audiencia de derecho para Keren Ordoñez, sin embargo, de esto ha pasado casi un mes y las autoridades correspondientes continúan sin emitir un fallo que apunte a su liberación.
Hoy, a un mes de su audiencia por su libertad, el Poder Judicial de Tlaxcala tiene el poder de absolver todo delito y dejar a Keren Ordoñez volver a casa con su hija, sin embargo, resulta prioritario que no se congele el proceso y el fallo a favor se emita a la prontitud.
Entre tanto, la familia Ordoñez y colectivas preparan una manifestación a las afueras del Tribunal Superior de Justicia de Tlaxcala para exigir de forma inmediata la liberación de Keren.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL) 2021, en nuestro país, mientras los hombres son detenidos después de los 30, las mujeres ingresan a centros penitenciarios entre sus 18 y 29 años de edad. Asimismo, 6 de cada 10, son madres de bebés o infancias. La mitad de este universo tiene de dos a tres hijas o hijos.
En materia de fabricación de delitos, aislamiento y violencia, el 64% refirió haber sido agredida al interior del Ministerio Público. Asimismo, al 39.2% se le amenazó con levantarle con un delito falso y el 45.8% fue incomunicada y aislada.
La situación de tortura, fabricación de delitos y una nula perspectiva de género en los procesos penales es una realidad que ha preocupado, incluso, a nivel internacional con el Comité contra la Tortura de Naciones Unidas que ha instado al Estado mexicano a atender esta emergencia pública.
Y es que, hay que referir que el caso de Keren Ordoñez no es único, sino una tendencia que expone los fallos sistémicos y estructurales en contra de las mujeres; tal como pasó con el caso de Sanjuana Maldonado imputada por un falso delito de secuestro o el pobre actuar de las autoridades para liberar a Florencia Jovita quien este año cumple una década en prisión por un delito que no cometió.
Nashieli Ramírez Hernández de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) recuerda que hasta 2022, había más de 226 mil personas privadas de la libertad en centros penitenciarios, federales y estatales, de las que 12 mil 156 personas (5.6%) eran mujeres.
Asimismo, a nivel nacional, el 42.2% de los hombres privados de libertad se encuentran en prisión preventiva mientras que en el caso de las mujeres el porcentaje asciende a 52.6%. La diferencia por estado es aún más grande.
Keren Ordoñez: Tortura, abuso y fabricación del delito
Keren tenía 19 años y recién había dado a luz a su hija, quien hoy tiene 9 años. En ese entonces, maternaba en autonomía y vivía en situación de pobreza extrema.
En diciembre del 2015, Keren salió de su casa para cobrar el dinero de la manutención de su hija; sólo caminó un par de cuadras hacia la casa de su expareja y mientras lo esperaba en la puerta, fue interceptada por vehículos de la policía federal y ministerial de Tlaxcala. Ella se encontraba en el estado de Veracruz.
Los agentes detuvieron a Keren, a su expareja, a otro hombre que acompañaba a este último y a su bebé.
Al interior de la patrulla, Keren fue asfixiada de forma reiterada con una bolsa de plástica, golpeada y amenazada con que lastimarían a su bebé que tenía semanas de nacida.
Keren y su hija fueron llevadas finalmente a la Fiscalía General de Veracruz, ahí, se levantó un reporte donde se lee: «Niña de un mes de edad. Calidad: Detenida».
Tras cuatro horas incomunicadas, Keren y su bebé fueron llevadas al estado de Tlaxcala, donde fueron sujetas a mayor violencia; se le adjudicaba el delito por haber secuestrado a una persona y que, supuestamente, los hechos habían sucedido en casa de su expareja el día anterior.
Keren Ordoñez, nunca había visto a la persona presuntamente secuestrada y rechazó saber de qué se trataba, al no obtener la declaración que se buscaba, las autoridades tlaxcaltecas comenzaron a torturarla y amenazarla con hacerle algo a su hija. Para este momento, ya habían pasado casi 12 horas desde su detención.
La mujer, en calidad de detenida, fue forzada a firmar una declaración falsa donde reconocía su participación en el secuestro. Acto seguido, la bebé fue entregada al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, conocido como DIF, sin haber dado aviso a ningún otro familiar.
La bebé, de nombre Yaritza, permaneció 12 días lejos de su familia y estaba lista para ser adoptada, pues las autoridades se refugiaron en que la niña no tenía acta de nacimiento, ni documentación alguna de registro.
Yaritza fue recuperada gracias a su abuela materna luego de casi dos semanas de lucha y pruebas de que era su nieta.
Rápidamente, el rostro de Keren comenzó a rondar por todos los espacios de difusión; se le señalaba de ser una secuestradora, se compartieron fotografías, direcciones y demás datos personales lo que violó su derecho a la presunción de inocencia.
La pareja de Keren fue puesto en libertad tras 5 años en reclusión y en contraste, el 20 de noviembre del 2019 el Juzgado Penal del Distrito Judicial de Sánchez Piedra en Tlaxcala le dictó a Keren una pena de 50 años de prisión.
Dos años después de recibir esta sentencia, en 2021, se logró un amparo cuando el Tribunal Colegiado consideró que existieron violaciones procesales; el caso quedó abierto.
Firma la petición para liberar a Keren, sobreviviente de tortura y discriminación dando clic aquí.