La 4T y la oposición perdida

Acta Pública

Claudia Rodríguez

En el espectro de la política nacional, lo que hasta ahora domina sin contrapesos estructurales reales, son los designios del líder natural y constructor del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador.

De junio al primero de diciembre del año anterior, se escuchaban más voces y hasta grupos en unidad que tenían un peso específico en contra de las propuestas del Gobierno electo sobre todo por el freno que se dio a la construcción del llamado Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM); pero han pasado ya seis meses del año en curso, y desde el interior de los partidos políticos otrora fuerzas de choque al partido en el poder, no hay quién o quiénes sean tengan la capacidad de conducir o liderar la oposición. Están entre pasmados y rendidos.

Del Partido de la Revolución Democrática (PRD) ya poco queda, al grado que no es ni mediático, ni importante. El Partido Acción Nacional (PAN), de igual manera está apagado a nivel nacional, y apenas su dirigente Marko Cortés, alcanza a balbucear, no obstante que el voto ciudadano en algunas entidades, compite con relevancia en contra de los morenistas. El Partido Revolucionario Institucional (PRI), sí alcanza diariamente los acordes noticiosos, pero gracia al verdadero pleito interno que tiene como finalidad la renovación de su dirigencia nacional con miras a ser más de lo mismo.

Es de imaginarse que los llamados partidos satélite están en aún peor posición, tratando también de entender lo que no calcularon y creyeron imposible: el pueblo arrebatándoles su poder, construido con lisonjas y traiciones ideológicas.

Ni siquiera la fuerza política que intentaron Margarita Zavala y Felipe Calderón, tiene posibilidades ya, de pasar de la idea a la realidad.

Un mínimo rayo de luz para la oposición, es lo que se logra señalar al interior de las Cámaras legislativas, pero nada que haga mella al estilo del Gobierno de la 4T, el cual recibe críticas aisladas, pero nada que hasta ahora tenga la fuerza nacional de ser un verdadero contrapeso, siempre tan necesario en las democracias.

Hasta ahora el presidente Andrés Manuel López Obrador es el único que puede, si quiere, autorregularse; porque la oposición no sólo está vapuleada, sino que opera como si hubiera sido exterminada por el voto de castigo de la ciudadanía.

Acta Divina… El pasado fin de semana, diversos activistas y políticos formaron un grupo que sirva, dicen ellos, de contrapeso al presidente Andrés Manuel López Obrador y Morena. Su base es el PRD y cuenta ya con más de 100 personajes que se hacen llamar “Futuro 21”. Entre sus participantes: Fernando Belaunzarán, Silvano Aureoles, Purificación Carpinteyro, Miguel Ángel Mancera, Francisco Martín Moreno, Gabriel Quadri, Jesús Ortega y Jesús Zambrano, entre otros.

Para advertir… Muestra de que no hay contrapesos actuales a AMLO, sólo egos pisoteados.

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