*Confidencias
/ Evelyn Hernández /
El crimen de Juan Carlos Mezhua es un hecho más de violencia en Veracruz que estremece a la clase política. Hoy, ser político se convierte en un argumento más para ser blanco de la delincuencia organizada.
Confidencias por Evelyn Hernandez .- El asesinato, cometido con todo el sello del crimen organizado y con más de siete impactos de bala, provocó que la Fiscalía de Veracruz, en un escueto comunicado, informara únicamente que “se investiga el hecho”.
Juan Carlos Mezhua, líder de izquierda, ex dirigente del PRD y ex alcalde, mantenía un cacicazgo en la sierra de Zongolica. En diversas ocasiones estuvo vinculado a escándalos políticos, pero aun así tenía reconocimiento dentro de los liderazgos de izquierda donde se formó.
La zona de Orizaba–Zongolica ha sido por años un lugar donde la delincuencia no da tregua a las autoridades; una región donde el crimen opera sin control, acechando a productores de café, cañeros y habitantes de la cuenca del Papaloapan que transitan por la región. El ex alcalde enfrentó en el pasado acusaciones por peculado y desvíos de recursos municipales en Zongolica, con un presunto daño patrimonial de 10 millones de pesos.
El crimen ocurrió este día y, según peritos de la propia Fiscalía, en el lugar fueron encontrados más de 25 casquillos percutidos en la camioneta propiedad del ex dirigente partidista.
Su ejecución vuelve a cimbrar la política veracruzana y genera un reclamo generalizado a las instituciones de seguridad del estado para que esclarezcan este caso, como los muchos otros que permanecen pendientes y sin resolver.












