La bomba antibúnker “GBU-57” solo EE.UU la tiene e Israel la quiere.

* la bomba que podría hacer la diferencia

17.06.2025 La bomba antibúnker “GBU-57” fue diseñada para penetrar hasta 200 pies (61 metros) bajo tierra antes de explotar y ello tiene importancia porque podría destruir las instalaciones nucleares enterradas de Irán.
Es decir, la GBU-57, que solo podría ser lanzada desde aviones estadounidenses es una de las principales herramientas estratégicas de Estados Unidos en la guerra entre Israel e Irán.

La ojiva antibúnker de 13 toneladas, que Israel no posee y ha estado solicitando a EUA, es capaz de hundirse a decenas de metros bajo la superficie antes de explotar. Una característica casi única en manos de Donald Trump, en caso de que decida intervenir.

Pese a la enérgica ofensiva de Israel la planta de enriquecimiento de uranio “no se han observado daños“, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

A diferencia de las instalaciones de Natanz e Isfahán, esta se encuentra a gran profundidad, a unos cien metros bajo tierra, fuera del alcance de las bombas israelíes.

“Solo Estados Unidos tiene la capacidad convencional” para destruir una instalación de este tipo, aseguró a la AFP Mark Schwartz, general estadounidense que sirvió en Oriente Medio y ahora experto del centro de estudios Rand Corporation.

De la “capacidad convencional”, es decir no nuclear, es la GBU-57 de EEU bomba estadounidense cuya capacidad para penetrar en la roca y hormigón. La GBU-57 “fue diseñada para penetrar hasta 200 pies (61 metros) bajo tierra antes de explotar“, señala el ejército estadounidense.

A diferencia de muchos misiles o bombas que detonan su carga al impactar, estas ojivas rompebúnkeres buscan primero enterrarse en el suelo y solo explotan cuando alcanzan la instalación subterránea.

Estas armas están diseñadas “con una carcasa de acero reforzado muy gruesa” para ayudar a “penetrar estas capas de roca”, explicó a la AFP Masao Dahlgren, especialista en armas del centro de investigación CSIS en Washington.

Su eficacia también reside en su detonador, que no se activa al impactar, sino que “detecta cuándo la bomba alcanza una cavidad abierta” y “detona al entrar en el búnker”, explican.

El diseño de esta bomba se lanzó a principios de la década de 2000. En 2009, se realizó un pedido de 20 unidades a Boeing. Los aviones estadounidenses B-2 son los únicos capaces de lanzar esta bomba.

Algunos de estos bombarderos estratégicos furtivos se desplegaron a principios de mayo en la base estadounidense de Diego García, en el océano Índico, pero a mediados de junio no había rastro de ellos, según un análisis de AFP de imágenes satelitales de PlanetLabs.

Gracias a su largo alcance, los B-2 que despegan desde Estados Unidos “son capaces de volar hasta Oriente Medio para realizar bombardeos; ya se ha hecho antes”, el CSIS.

Cada avión B-2 puede transportar dos GBU-57.

Si se decide utilizarlas “no se limitarán a lanzar una (bomba) y listo, sino que utilizarán varias para garantizar un 100% de probabilidades de éxito”, vaticina Mark Schwartz a AFP.

La superioridad aérea de Israel en Irán “reduce el riesgo” de una operación de este tipo, añade este general retirado.

En ausencia de esta bomba estadounidense, un ataque israelí contra un complejo subterráneo como Fordo podría implicar “intentar atacar las entradas, derrumbar lo que se pueda, cortar la electricidad”, consideran expertos.

Además existe una instalación nuclear reciente y poco conocida cerca de Natanz “probablemente incluso a mayor profundidad que Fordo” y “donde uno se pregunta qué está pasando allí”, concluyen.