Místicos y Terrenales
● Hizo berrinche porque en el PJF no cumplen sus caprichos
● Injerencista, no respeta la autonomía del Poder Judicial del estado
Marco Antonio Aguirre Rodríguez
El gobernador Cuitláhuac García Jiménez demostró éste 10 de marzo que carece de cualquier noción de cómo se debe aplicar la ley, de que la legalidad es algo que no entra en su comprensión, que por ser gobernador se siente absoluto, único dueño de la verdad y que por eso las cosas se deben hacer como él diga. Todo por un mismo caso, la acusación contra José Manuel del Río Virgen y el amparo que le concedieron y que le puede permitir salir en libertad.
Exhibe a los 4 vientos de todo el país, su burda estulticia en materia jurídica.
E igualmente, muestra sin ningún pudor su carácter autoritario, impositivo, al invadir la esfera del Poder Judicial del estado, con toda impunidad, sin respetar la autonomía que debería existir en los jueces y en la Fiscalía del estado.
Quiere erigirse como defensor de una Fiscalía General del Estado, pero en realidad muestra su desdén por la autonomía que esta debería de tener y sin ningún recato exhibe que en esa instancia, él y sus personeros (sobre todo Eric Cisneros) son quienes mandan, quienes dan las órdenes.
Por eso reclama que un juez federal le diga a la Fiscalía que no ha podido hacer bien su trabajo y aportar las pruebas suficientes que demuestren las imputaciones que le hacen a del Río Virgen, quien aún encarcelado sigue siendo el secretario técnico de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado.
Si realmente fuera autónoma la Fiscalía de Veracruz, y hubiera respeto a la misma, Cuitláhuac García se mantendría al margen y a lo más que llegaría es a un comunicado institucional pidiendo que prevalezca la justicia.
Pero no. Eso de respetar a las otras instancias es algo que no va con su carácter.
Por eso es que enfurece cuando la Poder Judicial Federal, un juez emite un amparo para liberar a un preso que él quiere mantener en la cárcel, por cuestiones políticas, para demostrar que puede más que el coordinador de los senadores, Ricardo Monreal.
En ese creerse (nada más creerse, porque no lo es) enfurece porque su capricho no es atendido: ¿Cómo va a ser posible que un juez federal no acate sus instrucciones?.
Al intervenir en este caso de la forma en la que ha hecho, demuestra lo que tanto se ha reclamado hacía la actual titular de la Fiscalía de estado, Verónica Hernández Giadans, que no defiende la autonomía de la instancia, que en lugar de buscar la separación de poderes, lo suyo es la sumisión, y lo hace porque su nombramiento no fue autónomo, si no una burda imposición.
Cuitláhuac no entiende de autonomías, porque no comprende el concepto. Lo que quiere es que también a él le tengan lealtad a ciegas.
Y como no la tiene en todos lados, por eso enfurece y exhibe su ignorancia, su autoritarismo, su actitud antidemocrática, su imposición sobre los otros poderes.
Por eso es que le reclama al juez que emitió el amparo, buscando intimidarlo, como hace con los juzgadores de Veracruz, para que sigan sus órdenes, y si no lo hacen, les caerá la represión desde el Tribunal Superior de Justicia del estado, completamente supeditado al gobernador.
Cuitláhuac García, en un sólo escrito, mostró todo el cobre de su ignorancia jurídica, de su afán impositivo, al emitir sus “Claves en el homicidio de René Tovar”, por el amparo otorgado a favor de José Manuel del Río Virgen, por el que podría quedar en libertad.
Exhibió toda la tendencia política que le ha dado al caso, al hacer una conferencia de prensa específica sobre este particular, donde leyó su posición, plasmada en un mil 52 palabras.
A ningún otro caso de asesinato le ha prestado la misma atención. A ninguno, ni siquiera a los otros homicidios de políticos en época electoral.
Sólo a este, porque quiere pelearse con quien considera su enemigo político, Ricardo Monreal.
Y para apabullar, como quiere hacer, hasta acusó al juez federal.
Pero no contaba con que el mismo día 10 de marzo, por la noche, el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) le respondió, aunque de manera indirecta, sin mencionarlo, pero si utilizando sus términos para rebatirlos.
Ante las presiones del gobernador para que hasta los jueces del Poder Judicial Federal resuelvan los casos a su capricho, el CJF, respaldó al juez que concedió el amparo a del Río Virgen.
Cuitláhuac García aseguró primero que respetaba la decisión del juez, pero después lo acusó de haberse excedido “grotescamente” al conceder el amparo y de haber impedido que las pruebas en contra de Del Río se valoraran con otro veredicto.
El juez consideró que no hay pruebas que vinculen a del Río Virgen con el crimen que se le imputa.
Porque es evidente que no las hay.
Cuitláhuac García quiso “demostrar” la culpabilidad de del Río Virgen, pero su escrito lo que demostró fue que no hay evidencias sobre esto y la profunda ignorancia de Cuitláhuac García en materia jurídica, además de que carece de personas conocedoras del derecho.
En ese escrito, mal redactado también, solo hay sólo suposiciones y preguntas, que el gobernador quiere que responda el acusado, tratando de evadir el pequeño detalle de que la carga de la prueba le corresponde a la Fiscalía.
Con esto, muestra que la presunción de inocencia la hace de lado, por completo, porque lo que quiere es que del Río Virgen siga en la cárcel, por motivos políticos.
Habla de “mano negra” en el caso, cuando eso es precisamente lo que está haciendo: metiendo la mano para que se siga un rumbo determinado.
Arguye “influyentismo”, cuando por esa vía es que buscaba que las cosas del caso caminasen por donde él quiere; reclama influyentismo, porque no le aceptan sus presiones para dictaminar conforme a sus caprichos.
Señala de corruptos y políticos caducos a quienes han defendido al secretario técnico de la Jucopo del senado, igual, sin mostrar evidencias de sus expresiones.
En ese tono, el Consejo de la Judicatura Federal, el órgano encargado de la vigilancia y disciplina de los jueces y magistrados federales, emitió un comunicado muy comedido, respaldando al juez Jesús Arturo Cuéllar Díaz, Décimo Séptimo de Distrito en Veracruz, quien determinó que no hay prueba que demuestren que del Río Virgen esté vinculado al homicidio del candidato a la alcaldía de Cazones de Herrera por Movimiento Ciudadano, Remigio René Tovar Tovar.
Es más, en ese decir el CJF le recordó a Cuitláhuac García que los jueces federales sí tienen independencia y que sus resoluciones son producto de la ley, los hechos y las pruebas en cada caso.
Pero además el CJF le menciona que no aceptan las “influencias externas” a las que aludió.
Y por tanto, tampoco ceden ante las suyas.
O sea, que no le van a hacer caso a sus caprichos.
Y para rematar le mencionan, por si no lo sabe, que “en un proceso judicial, en caso de inconformidad, siempre existen la vías institucionales y las distintas instancias para hacer valer el derecho de cada una de las partes”.
Pero tal vez Cuitláhuac García no entendió nada de esto, subido en el berrinche y el coraje, o simplemente porque su espíritu autoritario sigue sin digerir que no todos harán lo que les mande.
Y lo peor es que no quiere escuchar que está equivocado, mucho menos reconocer sus errores, y por tanto, ni siquiera le pasa por la cabeza que debe corregir los entuertos que él y sus lambiscones crearon.
Se cree el gran místicos de Veracruz, es el gobernador, pero en definitiva, su estulticia en materia jurídica es profunda y la incapacidad de quienes lo rodean para organizar coherentemente un discurso legal, es evidente.
Con ese escrito, se demostró que en el entorno de Cuitláhuac García hay tanto ignorancia del derecho, que por eso se cometen pifias legislativas y legales a cada rato.