/ Yamiri Rodríguez Madrid /
Si bien dicen que, en política, la confianza mata, todo parece indicar que por primera vez Morena ganará la presidencia municipal en el Puerto de Veracruz. No solo es que este partido ha tenido un crecimiento significativo en la región en las últimas elecciones, sino que la candidata del PAN, nada más no levanta.
Si revisamos las tendencias de votación, confirmamos que esta, como en muchos otros municipios veracruzanos, es una contienda bipartidista: el resto de las candidaturas, como dicen los chiquillos, son de chocolate, pues solo compiten para meter al menos una regiduría. El tema es entre el PAN, por conservar la presidencia, y Morena, que quiere la joya de la corona.
Indira Rosales no es una mujer que mueva masas ni que despierte pasiones electorales; es más bien gris y se ha abierto paso gracias al padrinazgo político de los Yunes. La posición tambaleante de ellos entre Morena y el PAN también la arrastran y por eso hoy ya la siente perdida y hasta amenazada de que Belem Palmeros, ahora de Movimiento Ciudadano, le dispute el segundo lugar el 1 de junio.
Tan es así que hay molestia de los trabajadores de confianza del Ayuntamiento de Veracruz a quienes los están obligando a hacer campaña por Indira. Primero empezaron encuestando a los trabajadores para saber por quién van a votar, lo que no les gustó obviamente ya que el voto es libre y secreto.
Y como la estructura panista está desanimada, a través de sus jefes directos les pidieron salir, fuera del horario laboral, a hacer campaña sin candidato, para ver si así se lleva unos puntos Indira, pero faltando tres semanas de campaña, es difícil que remonte el 2 a 1 que le saca la candidata de Morena, Rosa María Hernández Espejo.
A ver si después del proceso electoral no vienen los despidos en cascada en el Ayuntamiento porteño como cobro de facturas.
@YamiriRodriguez