/ Denise Dresser /
¿Cómo reconcilia el presidente López Obrador su exigencia de “pobreza franciscana” con el estilo de vida de sus hijos, y la opulencia demostrada por la Casa Gris en Houston? ¿Puede seguir criticando a las clases medias por ser “aspiracionistas” cuando sus propios hijos lo son? ¿Tendrá credibilidad cuando diga “nadie tendrá lo superfluo, mientras alguien carezca de lo estricto”? ¿Podemos creer que la trama cada vez más complicada de la Casa Gris “no tiene que ver con el gobierno, ni un contrato, ni una recomendación”, como dice? ¿Logrará el objetivo de enterrar el tema, descalificando a periodistas y analistas que lo difunden, sin responder las preguntas de fondo?
¿Por qué cuando hizo público el contrato de arrendamiento de la Casa Gris, su nuera Carolyn Adams no aclaró ingresos o de dónde los percibe? ¿Por qué el ex ejecutivo de Baker Hughes niega saber quiénes eran los inquilinos de la casa, ya que el nombre de Carolyn Adams aparecía en el contrato? ¿Es creíble la auditoría que pidió y pagó Baker Hughes, en la cual la compañía se autoexonera y presenta sus resultados en las oficinas de Pemex? ¿Por qué en la nueva casa en Houston, Carolyn Adams contrató una hipoteca vía una compañía que ofrece créditos “Non Qualified Mortgages”, que suelen darse a personas con ingresos no verificables o que no hayan presentado declaración de impuestos en EU? ¿Por qué ella firmó el documento como “mujer soltera”?
¿Eso sólo una casualidad que Carolyn Adams usara al notario cercano a AMLO para incorporar una compañía -como “agente, comisionista, contratista, intermediario” en el sector energético- cuyo socio minoritario es un empresario mexicano, contratista de Pemex, que ha hecho negocios en Dos Bocas y con Baker Hughes? ¿La pareja Adams-López Beltrán vivió también en casas prestadas por el socio/empresario Arratia? ¿Sigue involucrada de facto en el sector energético la mujer que en 2016 escribió en su cuenta de Instagram: ¡Invitada como parte de los 100 líderes en el sector de petróleo y gas!, desde el vestíbulo del hotel St. Regis? ¿Estuvo involucrada en la devolución de predios -durante este sexenio- en Holbox a una empresa inmobiliaria, propiedad de un exjefe suyo? ¿Por qué ese ex jefe -Carlos Álvarez de Alba- está negociando ampliar el Tren Maya a Guatemala?
¿Cómo explican la “coincidencia” de que el mismo año que Daniel Chávez de Grupo Vidanta obtuvo la ampliación por 15 años de una concesión para ocupar una playa y permiso para construir un teleférico para conectar sus megaproyectos, José Ramón López obtuvo visa para trabajar en Estados Unidos, vía la empresa del hijo del dueño de Vidanta? ¿José Ramón obtiene un sueldo y paga impuestos, o es tan solo que “la señora tiene dinero”? ¿Qué relación existe entre los negocios de Iván Chávez -hijo de Daniel Chávez- y los dueños de Chocolates Rocío?
¿Cómo explican que Carolina Esquer -hija del secretario particular de AMLO, famoso por la “Operación Carrusel” de aportaciones en efectivo para Morena- haya sido nombrada como Pemex Procurement International (PPI) en Houston, sin tener experiencia en el sector petrolero? ¿Por qué el gobierno no ha transparentado los contratos de compra entre Pemex y Baker Hughes hechos a través de PPI, en lugar de ocultarlos con el argumento de que “están fuera de la jurisdicción de las leyes mexicanas? ¿Por qué Pemex sigue haciendo negocios con Baker Hughes, una empresa sancionada -y actualmente bajo investigación- por las autoridades estadounidenses debido a sobornos a gobiernos en los países donde opera? ¿Es creíble la versión de que el ejecutivo que le rentó la casa a Carolyn y José Ramón no supiera que estaba tratando con “personas políticamente expuestas”, cuando la empresa tenía contratos vigentes con Pemex y estaba en curso la ampliación de un contrato por 85 millones de dólares? ¿Cómo explica Baker Hughes su “sexenio de ensueño”, y que los pagos de parte de Pemex se hayan triplicado durante este gobierno?
Estas preguntas derivan de la lectura del periodista Raúl Olmos, La Casa Gris: todo lo que revela el mayor escándalo obradorista, y conducen a la última: ¿qué es lo que entienden Andrés Manuel López Obrador, su familia y su gobierno por conflicto de interés, tráfico de influencias, nepotismo, capitalismo de cuates, y rendición de cuentas? Como ciudadanos exigimos su postura y su aclaración.