¿La ciencia puso el binarismo en nuestros cerebros?

 *lu ciccia propone una lectura revolucionaria de los cuerpos para humanizar la ciencia

 ¿Hay cerebros rosas y azules? ¿Cuánta biología hay en nuestros comportamientos, nuestros deseos, nuestra subjetividad?

 

Ciudad de México, 11 de octubre de 2022.-La Dra. Marisa Belausteguigoitia, directora del CIEG y la Dra. Siobhan Guerrero, del CEIICH de la UNAM, presentaron el libro La invención de los sexos. Cómo la ciencia puso el binarismo en nuestros cerebros y cómo los feminismos pueden ayudarnos a salir de ahí, de lu ciccia, ante un Auditorio Mario de la Cueva abarrotado por una audiencia abierta al diálogo.

lu ciccia es biotecnóloga y doctora en estudios de género. Para su estudio indagó en toda la información disponible sobre cerebros humanos y advirtió que el discurso neurocientífico predominante sostiene la existencia de un dimorfismo sexual cerebral y, además, se asume que cada cerebro explica quiénes somos: “nacer con vulva o pene implica un destino biológico ”.

Por otro lado, la investigadora detectó que en los estudios básicos y pre-clínicos suelen usarse únicamente machos para evitar introducir otra variable que sería propia de las hembras: sus fluctuaciones hormonales. Pero, si es cierto que hay dos cerebros y los estudios en ratones luego se extrapolan a humanos, ¿cómo se omiten las hembras?

Lo que lu ciccia observó es una característica estructural de cómo operan los laboratorios del mundo: “¿Cómo la gente que hace ciencia y que pensamos que tiene una autoridad epistémica indiscutible, puede cometer tal sesgo? Eso da cuenta que la práctica científica es  una práctica social y que las personas están situadas y encarnan ciertos valores, y esos valores son funcionales al sujeto androcéntrico”.

Siendo así, lu ciccia tuvo motivos para sospechar si realmente había dos cerebros. Se encontró con los estudios de la israelí Daphna Joel, psicóloga cognitiva, quien postula los cerebros no son dos por su alta plasticidad y que cada cerebro es un mosaico de características únicas, “donde el sexo (entendido como cromosomas, gónadas y genitales) es un factor más que influye sobre su constitución, pero no la determina”. El ambiente y la experiencia individual son factores de igual o mayor importancia.

Además, también se dio cuenta que, si bien es necesario incorporar las hembras en los estudios básicos, como también a todas las corporalidades en los estudios en humanos, esto no implica desagregar los datos por sexo. Es decir, es un error considerar a priori el sexo como variable biológico en los estudios biomédicos

Sobre la idea de la plasticidad del cerebro, Marisa Belausteguigoitia expresó: “a mayor experiencia, a mayor apertura, mayor modificación y transformación de los sujetos. Los sujetos transformados son los sujetos críticos. Esa es una apuesta, acaban siendo sujetos más felices, más completos y más empáticos”.

Por su parte, la Dra. Siobhan Guerrero dijo: “el dimorfismo sexual es una exageración producto de varios siglos de querer asentar un orden social en la biología. En realidad no hay un dimorfismo en el cerebro”.

Para que sea posible la lectura revolucionaria de los cuerpos, ciccia propone “mirarnos y mirar los cuerpos de otres: amigues, familia, en la calle, en el colectivo. Mirarnos hasta lograr dejar de reducir la diversidad y multidimensionalidad que se nos presenta a una genitalidad. Una genitalidad que ni siquiera vemos, sino que imaginamos que está debajo de la ropa”.

*A solicitud expresa de la investigadora usamos minúsculas en su nombre.

 

Rportera: Mtra. Alejandra del Castillo. Comunicación Social del CIEG UNAM

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