Gente Como Uno
Mónica Garza.
“Yo de aquí no me voy porque se metieron con la niña equivocada, hubieran violado a sus hijos,” fueron las duras palabras de Marcela Alemán, madre de una pequeña de 7 años que en 2017 fue abusada sexualmente en su escuela.
“Su agresora está libre y hasta pide reparación del daño”… dijo la madre de la niña quien a sus entonces 4 años, fue expuesta a un juicio oral en el que no pudo dar ni hora, ni día de su violación.
Originaria de San Luis Potosí, llegó a las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos para reunirse con su titular Rosario Piedra Ibarra con quien hasta se tomó la foto oficial.
Pero cuando los abogados de la Comisión le pidieron a esta madre regresar a su casa y poner una denuncia ante las autoridades locales, la desesperación se tornó en la rabia con la que Marcela tomó los cordones de sus tenis y se amarró a una silla.
A ella le siguió Silvia Castillo, madre de un joven presuntamente asesinado y calcinado en 2019, luego de acudir a una fiesta. Un caso por el que no hay ningún vinculado a proceso.
Así comenzó la toma de las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el 2 de septiembre, y no fueron jóvenes organizadas en colectivos feministas. ¡No!…Fueron madres inconsolables, furiosas, cansadas de ser ignoradas por meses, por años.
Madres las que evidenciaron refrigeradores llenos de cortes de carne y expedientes abandonados; las que gritaron consignas, las que han hecho en otras ocasiones la labor que le toca al Estado, “varillando” para encontrar los restos de sus hijos desaparecidos.
Se trata de madres como una Rosario Ibarra de Piedra, que en 1975 emprendió la búsqueda de un hijo, que duró casi por siempre. Una historia que la actual titular de la CNDH conoce mejor que nadie, por lo que sorprendió tanto su tibieza.
No dijo una sola palabra en días. La CNDH se limitó a fríos comunicados al respecto de la toma de sus instalaciones y sin firma de su titular.
“Rosario Piedra no es una conservadora, ni académica ni integrante de la sociedad civil; ella y su madre han buscado a su hermano”, recordó el Presidente López Obrador en la conferencia mañanera esta semana.
Y sí, la Sra. Piedra claramente no es académica, pero tampoco ha demostrado estar preparada para estar al frente de un organismo autónomo como la CNDH, que esta semana mostró una de las peores caras en su historia, sin refugio para nadie, sin timón, sin rumbo.
“Nunca antes una víctima o familiar de víctima había estado al frente de la CNDH; antes había puros simuladores”, defendió el presidente en esa misma conferencia, y sí, tiene razón, en algunos casos se trató de simulaciones casi tan evidentes como la misma designación de Rosario Piedra, quien no olvidemos que ni siquiera era elegible al cargo que hoy ostenta, por ser parte del Consejo Nacional de un partido político: Morena.
“Cómo me va a gustar, ver a Madero ultrajado. Nadie debe ser ofendido así, vilipendiado; menos un luchador por la democracia”, dijo también el titular del Ejecutivo refiriéndose a las pintas realizadas sobre un lienzo de Francisco I. Madero.
Y claro que tiene razón, nadie debe de ser ofendido así, ni un prócer de la patria, ni una niña o un niño, cuyas madres claman justicia por la ofensa mayor de un abuso sexual, desaparición forzada o asesinato.
“Seguramente la responsable de la CNDH busca el diálogo, pero seguramente no quieren el diálogo. ¿Quién sabe qué quieren?”… cuestionó el Presidente desde Palacio Nacional.
Erika Martínez horas después respondió con el corazón en la mano: “es una burla que todavía vengan y nos pregunten qué queremos, cuando ahí están las carpetas de investigación”…
Rosario Piedra fue incapaz de enfrentar a las víctimas que tomaron las instalaciones de sus oficinas, tuvo que ser la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, con más firmeza política y oficio en Derechos Humanos, la encargada de abrir el diálogo y dirigir acciones en busca de justicia para las víctimas.
Y entonces, ya con el terreno allanado por el Gobierno Federal (nunca antes visto…), la CNDH aceptó el pliego petitorio de las manifestantes, pero aclarando, en otro comunicado sin firma, que “no hay intención de tomar represalias”.
¡Nada más eso faltaba! Represalias por parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos…