La comparecencia de la Contralora

/ Yamiri Rodríguez Madrid /

Mercedes Santoyo Domínguez, contralora del Estado de Veracruz, compareció este miércoles ante el Congreso Local; habló de todo un poco: del abatimiento de recursos rezagados desde 2005; de la recuperación de recursos; de las declaraciones patrimoniales; de los comités de transparencia; del tema de género; y hasta dijo que le dio gusto ver a tantos diputados, pues el año pasado solo fueron 3 o 4 a este ejercicio.

Sin embargo, la ingeniería Bioquímica Administradora en Procesado de Alimentos y con Maestría en Control de Calidad y Administración de la Producción en Japón, se comenzó a poner nerviosa ante las preguntas de la oposición y uno que otro aliado; la Mercedes que tan segura que había iniciado, se tornó titubeante y recurrió a la vieja técnica de regresa siempre a tu mensaje, cuando le pusieron la camisa de once varas: la culpa la tienen los gobiernos del pasado.

El primero fue el priista Marlon Ramírez Marín quien le lanzó una bomba de cuestionamientos técnicos, entre esos, un tema de evaluaciones, a lo que ya no supo ella si las tenía o no, pero prometió revisar. Luego vino todavía una más dura: la diputada del PVEM, Citlali Medellín Careaga, quien le cuestionó sobre los casos de presunto nepotismo al interior de Turismo; de presunto acoso sexual en la Secretaría de Medio Ambiente y derecha como flecha por el incumplimiento del secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, con más de 60 ayuntamientos a quienes se les deben más de 500 millones de pesos.

“Nos vio la cara”, dijo la ex presidenta municipal de Tamiahua, quien dijo que a cambio de que quitaran la controversia, el funcionario estatal se comprometió a pagarles en 2019. Sobre el caso de Turismo, Mercedes Santoyo se tragó sus propias palabras pues afirmó que le “gustaba” el análisis de riesgo y nunca vio venir esta bola aun y cuando ya la diputada lo había hecho público el pasado viernes. Lo poco que soltó es que ya en ese momento el Órgano de Control Interno lo estaría analizando; es decir, que si Medellín Careaga no insiste en eso, la Contraloría ni se entera.

La diputada del PRI, Anilú Ingram Vallines, también sacó un tema del que ya debía saber: los casos de presunto acoso sexual y laboral al interior de la Segob, a lo que respondió que son 9 y dijo que ofreció a pagar de su bolsa la atención psicológica.  Pasa por alto que no se trata de abrir su cartera, sino de atender las posibles anomalías que se den en cualquier dependencia.

Por cierto que cuando la diputada del Movimiento Ciudadano, Ruth Callejas, le cuestionó sobre el ataque verbal del secretario de Salud, Roberto Ramos Alor contra Ingram Vallines en su comparecencia, la Contralora se dijo sorprendida, que no estaba enterada, pero que revisaría el video de la comparecencia. Como quien dice: ni la síntesis lee la Contralora.

En múltiples ocasiones recurrió a la respuesta de que la raíz de los males que le preguntaban estaban en el pasado, en los gobiernos anteriores, en la corrupción; que nunca en sus 30 años de ejercicio había visto tanto rezago. Lo mismo de siempre.

@YamiriRodriguez

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