La corte

**La Corte .

/  Azul Etcheverry /

El 73% de la fuerza de trabajo en el sector agricultor de Estados Unidos es nacida fuera de ese país y 91% de esos trabajadores con visa permanente para esta esfera, son mexicanos. Estamos hablando solamente de los números oficiales y solamente de trabajadores documentados con visas H2-A (especiales para el trabajo agrícola). Seguramente, las cifras son parecidas para otros sectores y por supuesto que figuran también los trabajadores sin documentos migratorios.

Lo anterior se traduce en 40% de mexicanos en el sector agrícola, lo que a su vez, si suponemos su ausencia, representaría una pérdida de 30 a 60 trillones de dólares y, en consecuencia, un incremento en los alimentos para los consumidores debido a la escasez.

Más datos. Según información del Instituto México, organización no gubernamental dedicada a mejorar la cooperación y entendimiento entre nuestro país y el vecino del norte, 80% de las exportaciones agrícolas mexicanas son compradas por los estadunidenses, la mitad de la fruta importada a ese país viene de México y tres cuartas partes de la verdura en Estados Unidos es mexicana, aprovechando que en suelo azteca el clima favorece el cultivo y cosecha casi todo el año.

Así como la ausencia de trabajadores mexicanos representaría pérdidas, la presencia de nuestros productos nacionales representa en el mercado estadunidense grandes ventajas para los consumidores como variedad y asequibilidad. Sin embargo, hay quienes del otro lado de la frontera aún no entienden la magnitud de estas cifras ni de la intensa dinámica bilateral, pues a diario se destapan en ese país casos de trata laboral donde los connacionales sufren, no solamente de robo de salarios por los dueños de los campos y granjas, sino también de abusos y discriminación.

Durante la pandemia por covid-19, muchos trabajadores sin documentos de estancia legal fueron fundamentales para mantener diversas industrias, de no haber sido por ellos la escasez hubiera sido demasiado severa para el nivel de consumismo estadunidense. El más alto reconocimiento a estos héroes anónimos que dejaron todas sus seguridades y emprendieron un largo viaje para buscar proveer mejor a los suyos.

El sueño mexicano. Cientos de centros agrícolas en Estados Unidos piden, año tras año, el regreso de los mismos trabajadores nacionales por ver en ellos reflejo de excelencia y esfuerzo. La retórica de la “ultra” dependencia parece que, gracias a ellos, va quedando atrás, las manos mexicanas, tanto dentro como fuera del país, han sido las encargadas de cambiar este discurso por el de una dinámica bilateral intensa, donde, incluso, la proliferación de organizaciones sin fines de lucro que buscan proteger a los trabajadores documentados y sin documentos ha incrementado.