La crítica plausible, la cobardía repugnante .

 

/ Por Inocencio Yáñez Vicencio. /

No obstante que quien escribe debía estar al servicio de la lucha por limitar el poder, nunca ha sido así. Cada gobernante produce sus aduladores. Casa sexenio hay plumas favoritas. Hay empresas periodísticas que se privilegian con contratos. Hoy el periódico La Jornada, de crítico de gobiernos anteriores ha pasado a ser un boletín de Amlo y de Morena. Estamos acostumbrados a que se utilicen columnistas para difamar a los de oposición y a todos los que disienten de los gobernantes. Lo que es cierto es que la lista de periodistas corridos de su trabajo por órdenes del presidente supera a los sexenios anteriores y lo que es peor, lo alardea, como cuando dijo que le iba a reclamar a Televisa por qué continuaba ahí Carlos Loret de Mola. Todo esto es nauseabundo, pero mucho más reprobable es que se haya perdido hasta el valor cívico de los buitres y exhiban su cobardía renunciando a preguntar a una figura pública y en su lugar salgan con la bajeza de que: Pepe, ahora que vas a tener a tu lado a Miguel Ángel Yunes Linares, pregúntale…

Xalapa es muy chica todavía.  Aquí sabemos de algunos cómplices de Javier Duarte, que se habrán llenado los bolsillos de dinero pero quedaron tan vacíos de dignidad y honor que tienen que dictarle a columnistas sus fobias, porque ellos no las pueden firmar porque no tienen un ápice de calidad moral, pero es el colmo de la carencia de civismo que se le pida a un hombre que es conocido por su prudencia y caballerosidad que interrogue a su invitado.

En esta agresión contra Pepe, voy a sacar la cara porque es mi candidato y me consta su solvencia moral y política y lo voy a hacer contra cualquier morrallero que lo pretenda ofender. Miren que curioso. En mi artículo anterior decía yo que a Miguel Ángel Yunes Linares, no cualquiera lo confrontaba y no esperamos mucho tiempo para que se diera constancia de ello. Y es que saben que el exgobernador es capaz de hacer un lado formalidades cuando sabe que le asiste la razón. La política tiene su propia lógica y su propia moral. Pepe ha aprendido que la moral y la política no son lo mismo.

No digo que la política deba ser inmoral, pero mientras la primera respalda las leyes con la fuerza legítima, la segunda las somete al tribunal interno. Será que mientras la religión predica que el mal se combata con el mal, Maquiavelo decía que no siempre debía ser así, que a veces el mal se tiene que combatir con el mal. Que nadie se sorprenda de este aforismo del Florentino. La Iglesia Católica es quien más ha combatido La Razón de Estado, pero también es quien más la ha empleado para resolver sus controversias internas. Entré Pepe y MAYL las diferencias están en quien privilegia más o menos el realismo político.

La defensa de las instituciones republicanas y las condiciones y reglas de la democracia exige la conjunción de todas las fuerzas, grupos y personas que coincidan en el propósito de restaurar los mecanismos que nos permitan poder seguir renovando de manera equitativa y sin derramamiento de sangre nuestras autoridades y seguir teniendo alternativas de poder y de nación; y esto exige reagrupar a todas las oposiciones al proyecto autocrático de Amlo y sus cuatreros.

La aparición y consolidación de los Estados modernos en los siglos XVI al XIX, se dio por alianzas que se hacían y deshacían. En la Primera Guerra Mundial participaron países que en la Segunda Guerra Mundial estuvieron en el bando contrario ¿Por qué esto? Por la sencilla razón que en política lo que se pretende eterno está constantemente recomponiéndose. Dice Max Weber que siempre debe fundarse la lucha en un ideal, pero los ideales finalistas, no permiten la negociación.

En una mesa siempre hay que ir dispuesto a dar y recibir. Sin negociación no hay política. Las alianzas entre extremos no son fáciles porque se trata de correrse al centro. Cuando las alianzas son pragmáticas lo que importa es el botín a repartir. Puede ser electoral, parlamentaria o de gobierno. Estoy convencido que las alianzas que se dieron en sexenios anteriores la mayor parte fueron oportunistas y solo sirvieron para ocultar colores o filiaciones ideológicas, porque no estaba en riesgo las libertades como ahora. Ahora hay una amenaza presente e inminente contra la República y la democracia, que obliga a que estemos conscientes de que se apoya el despotismo haciéndolo abiertamente a su favor, pero también lo apoyan todos los que de alguna forma quieren minar a los candidatos de la Coalición Fuerza y Corazón, ofendiéndolos o difamándolos. Esto no es un asunto de filias y fobias. Los pleitos en política no son para siempre. Las fuerzas se recomponen. Javier Duarte y su banda, que no es casual que estén ahora en Morena y otros se dediquen a dictarle su columna a algún  comunicador, destilan veneno y amargura, porque su complicidad los manchó, pero, total, se hincharon de lana.

El sólo anunciar que Miguel Ángel Yunes Linares, asistirá  a la Función Colosio el próximo miércoles 28, provocó que tras las notas musicales de la flauta que les tocó el gobierno morenista, salieran las ratas de sus madrigueras emplazando a Pepe a que interrogue al exgobernador, que obvio no se busca que quede ahí sino de paso ponerle la agenda a los reporteros.

 

Esta agresión a Pepe es inconcebible que surja de una persona interesada en las libertades, tomando en cuenta todo lo que está haciendo Amlo, por sacar el tema de su vinculación con el narco, que hasta este día todos los medios comentan su desfachatez de reiterar, cual Pinochet, que por encima de la ley está su autoridad moral, ignorando que en un sistema liberal, no hay más justicia que la que dicta la ley y que esa ley no pude ser su voluntad sino la voluntad de la soberanía. Como bien dice en su libro Poder, Guglielmo Ferrero: La mayoría tiene derecho a mandar: la minoría, el deber de oponerse y criticar a la mayoría para tratar de devenir a su vez en mayoría.  Por esa razón, en democracia la oposición es un órgano de la soberanía del pueblo, tan vital para el régimen como el propio gobierno. Suprimir la oposición significa suprimir la soberanía del pueblo. (Pág.. 221). ¿Qué ha hecho cuando declara ordenar que no le pueden quitar ni una coma a sus iniciativas? Desconocer que el poder deliberativo no puede deliberar. ¿Qué significa ordenar que se demande penalmente a los diputados que votan en contra de sus iniciativas? Liquidar el Poder Legislativo.

 

Nos enfrentamos a unas elecciones donde es un hecho que el Crimen Organizado vuelva a levantar la estructura opositora el próximo 2 de junio para que Morena rellene otra vez las urnas con votos a su favor; que el Ejército apoye a Morena, como lo acaba de hacer el Poza Rica; que la Guardia Nacional acompañe hasta en los templetes a Morena; que los ambulantes los utilice Morena como grupos de choque; que utilice como comandos a los vagoneros; que los grupos Pancho Villa y sus comités los ponga a sabotear los eventos de la oposición; que movilice de nuevo a la burocracia, que redoble la persecución contra los candidatos de la Coalición Fuerza y Corazón; y todavía, con quienes, en su desgracia política, ya no saben cómo ganarse la compasión de los vándalos que hoy nos gobiernan, pero que en sus estertores hacen lo que siempre han hecho, vivir del escarnio. Si creen que la cobardía y ponerse al servicio de los depredadores de Veracruz y la Nación, tiene algún sentido ético, con gusto me dicen cuando y donde lo discutamos.  Estoy a sus órdenes. Para mí los principios no son más que ideas rectoras, no dogmas, por eso todo está a discusión.