Por Yamiri Rodríguez Madrid
Si creíamos que por estar al frente de la Fiscalía veracruzana una mujer, habría un poco más de empatía con las víctimas y sus familiares, estábamos muy equivocados. Lo que sucedió el pasado 27 de marzo en Las Choapas, es el colmo de la indolencia.
Después de la indignación, del cúmulo de críticas, la fiscal Verónica Hernández Giadáns salió dos días después a dar la cara, derrumbándose con esto su argumento de que recorría cada una de las fiscalías regionales para supervisar cómo funcionan: ya vimos que, en el sur, ante el cúmulo de asesinatos, los entregan a las familias en bolsas de basura y sin cerrar.
Es un viacrucis para miles de personas en este estado pasar por la búsqueda de un desaparecido y, cuando finalmente lo hallan, que su autoridad se los dé en esas condiciones, es una completa falta de respeto.
Establecer responsabilidades administrativas e iniciar una carpeta de investigación contra los funcionarios públicos que violaron la Ley General de Víctimas y los protocolos de búsqueda e investigación, es lo menos que pudo hacer.
En su tardío posicionamiento condenó el hecho, habló de la dignidad de las víctimas, pero jamás hubo una disculpa pública para esa mujer que recibió de esa manera a su familiar. Era lo mínimo que podía hacer.
Y no, el problema no es si Verónica Hernández se disfraza o no de mujer policía, si sale como en pasarela en las fotografías de sus comunicados; el problema es que con esa arrogancia, se enfila directo al camino que transitaron sus antecesores Luis Ángel Bravo Contreras y Jorge Winckler Ortiz.
Si el colectivo “Madres en Búsqueda Coatzacoalcos” no hubiese valientemente denunciado, ni nos habríamos enterado y los atropellos seguirían. Adivinar cuántos así ya han pasado.
Si en verdad quiere hacer un cambio, que inicie la Fiscal por acelerar la identificación de miles de restos óseos que tienen años enbodegados, mientras familias viven en la incertidumbre de saber si su ser querido está ahí, perdido entre un mar de fragmentos y la indiferencia de la Fiscalía.
La altura política de David Velasco
En temas electorales, revuelo y sorpresa causó ayer la conferencia de prensa que dio el empresario y pre candidato del PRI a la presidencia municipal de Xalapa, David Velasco Chedraui, pues si bien la contienda se anticipaba como un choque de trenes entre él y el morenista Ricardo Ahued Bardahuill, con altura política ha dicho que está dispuesto a dar un paso de lado para que se concrete la alianza entre el PRI, PAN y PRD.
Hoy la pelota está del lado del albiazul, pues los perredistas ya habían hecho también lo propio, por lo que tocará al dirigente nacional del PAN, Marko Cortés y a Joaquín Guzmán Avilés en Veracruz, determinar que rumbo tomará el presente y el futuro de la capital veracruzana.
Ojalá y todos los actores involucrados tengan la misma estatura política para tomar las decisiones que se deban de tomar pues, si no se pondera el interés de hacer las cosas diferentes a lo que ha hecho Hipólito, para el bien de los cientos de miles de familias que aquí viven, el estarán entregando sin pelear una pieza importante de este entramado ajedrez político, que es el anuncio de la jugada maestra en 2024. Nos dejan en ascuas.
@YamiriRodríguez