/ Eduardo Sadot /
El ministro Juan González Alcántara, en su intervención en el foro del 30 de junio señaló “la iniciativa que hoy discutimos,no supone un cambio estructural e integral, susceptible de resolver los problemas que aquejan a la impartición de justicia en nuestro país, sin embargo, partiendo de que en éste y en otros foros se ha presentado al voto popular como un planteamiento irreductible, me centraré en proponer algunos ajustes a esa figura.
Hablemos de corresponsabilidad, el método de elección por votación directa de personas nominadas por los poderes de la unión, resolverán la inaccesibilidad, el rezago y los casos de corrupción en el poder judicial. La votación popular, de esa lista políticamente selecta de personas, ¿permitirá que la ciudadanía acceda más fácil y con menos costo a una justicia cercana, sustantiva e imparcial? la respuesta para mí es negativa, la reforma apunta a un objetivo loable reconozcámoslo” en atención al espacio sugiero escucharlo (buscándolo como Juan González Alcántara 30 de julio 2024, así lo consultamos) son solo cinco minutos que es ejemplo de sabiduría y experiencia sintetizada y cargada de razón, pero nos centraremos en un tema que ha surgido en los foros, el que dijo el ministro “ se ha presentado al voto popular como un planteamiento irreductible” en eso diferimos, no se puede aceptar ninguna propuesta con carácter de irreductible, si su origen es la sin razón, el odio y la venganza, porque aunque diga que. no es lo suyo, en los hechos es.
Porque no podemos llamarle de otro modo, el origen de la iniciativa de reforma está en la molestia del ejecutivo federal porque no pudo controlar y ordenar por encima de los ministros, más aún, creyó que por nombrarlos – como a los secretarios de despacho y a funcionarios que ha nombrado y que le han renunciado – le obedecerían ciegamente y no retobarían intentando corregirle y hacerle ver cuando su intención es irracional, injusta o jurídicamente contraria a derecho y aún más, contra la constitución, serán rechazadas, lo dijo claro cuando expresó “y no me vengan con que la ley es la ley” también cuando afirmó que “por encima de la ley de datos personales está la autoridad moral del presidente”.
En los foros, con base en el autoritarismo de “obrador”, dan por hecho que regresar al formato de 1857 de elegir a los ministros ya es irreversible, solo habría que hacer una necesaria observación.
El motivo esencial de las elecciones, es la razón para elegir a alguien, es para ser representados o estar representados o para que represente a una o varias personas, por simpatía, por amistad, por muchos motivos que entusiasmen al votante a inclinar su decisión a favor de alguien, pero no por su “excelencia profesional”
El tema de los conocimientos ya es otra cosa. Por esa razón no podemos caer en aceptar la imposición, y que los miembros del poder Judicial que son quienes tendrán a su cargo a responsabilidad de juzgar, estén sujetos a procesos electorales, manipulables y sin contar entre sus cualidades, los conocimientos especializados en grado de excelencia, ello solo puede justificarse, si lo que se pretende es tener jueces, “a modo de los electores” incluyendo el riesgo de ser escogidos por delincuentes o, aceptándolo, solo porque el poder público esté vinculado y comprometido con la delincuencia.
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