/ POR PATRICIA TEPOZTECO ROMERO/
La Estrategia Nacional de Seguridad Pública tomó un rostro social, humano, de compromiso y trabajo incansable desde la llegada de Rosa Icela Rodríguez Velázquez a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. A poco más de dos años y medio de su gestión, sin duda, uno de los principales retos que enfrenta como mujer y como servidora pública es el de la prevención, atención y sanción de la violencia contra las mujeres.
Como consecuencia de un sistema patriarcal y desigual, México es un país con una situación crítica en ese tema, al menos siete de cada 10 mujeres de entre 15 años y más enfrentaron un incidente de violencia (Inegi, 2022), prevaleciendo la psicológica, con 51.6 por ciento, seguida de la violencia sexual con 49.7 por ciento; la física, con 34.7 por ciento y, en su forma más extrema, nueve mujeres son asesinadas al día.
A estos datos habría que sumar las cifras del silencio. Es difícil alzar la voz cuando por años se han cerrado las puertas en los ministerios públicos o cuando la policía local o municipal desalienta la denuncia. Cuesta alzar la voz, pero cuesta más el silencio.
¿Pero qué ha hecho dicha Secretaría para atender este tema? Habría que empezar por señalar que la Estrategia Nacional de Seguridad Pública atiende de manera integral la violencia, con la participación de los tres niveles de gobierno, en un trabajo conjunto sin precedentes y de diálogo. Pone especial énfasis en la atención, prevención y sanción de la violencia contra las mujeres, reconociendo la problemática que aqueja al país.
De manera precisa, a partir de la gestión de Rodríguez Velázquez, se empezó a generar información estadística con perspectiva de género, tipificando el feminicidio y cuantificando el acceso a servicios de prevención y atención. Asimismo, en las conferencias mañaneras, cada 15 días se ofrece un informe de género a través de la estrategia “Cero Impunidad”.
A nivel comunitario se han impulsado las Redes de Mujeres Constructoras de Paz (MUCPAZ) con el objetivo de reconstruir el tejido social y crear entornos libres de violencia. En 2022 se crearon 435 Redes MUCPAZ en 193 municipios de 27 entidades federativas, con ocho mil 134 integrantes.
De igual forma se ha fortalecido la parte normativa, con instrumentos que rigen el actuar de las autoridades para la prevención y atención de los casos de violencia de manera homologada y efectiva, pero sobre todo en apego a los derechos humanos, ejemplo de ello son: el Protocolo Nacional de Actuación Policial en materia de Atención de la Violencia de Género en el Ámbito Familiar y el Protocolo Nacional para la Actuación Policial ante casos de Violencia contra las Mujeres y Feminicidio. Esto es sumamente relevante si se toma en cuenta que la fuerza policial es la primera en dar atención a una víctima de violencia.
Se apuesta, en resumen, por atender temas de fondo y transformar a las instituciones encargadas de la seguridad del país. Sin duda es un trabajo arduo y largo el que queda, pero es un camino que ya está empezado y es claro, no habrá impunidad para quien violente a mujeres y niñas.
Rosa Icela Rodríguez genera confianza, certidumbre y, sobre todo, como mujeres sabemos que es una aliada en quien se puede confiar y obtener resultados. Que se oiga fuerte y claro. Ni una más.
Fuente El Heraldo.