/Yamiri Rodríguez Madrid/
El Puerto de Veracruz es un importante destino turístico de México que atrae a numerosos turistas interesados en la historia y la arquitectura, pero también en sus playas y festividades.
Es innegable que cuenta con una amplia oferta de hospedaje y gastronomía que atiende a turistas de todos los presupuestos, por lo que esta actividad es una fuente importante de ingresos para la economía local, generando empleo y promoviendo el desarrollo de servicios y negocios.
Sin embargo, pese a que aún conserva un peso turístico significativo debido a su combinación única de historia, cultura, naturaleza y gastronomía, no cuenta con una infraestructura adecuada: los accesos son la muestra más clara de esto. Pareciera que las autoridades municipales dan por hecho de que todo el turismo nacional llega al Puerto por la vía aérea, dado que entradas y salidas están tan descuidadas que lucen deprimentes.
La avenida Cuauhtémoc, una de las principales arterias en la ciudad, está completamente llena de baches; los camellones con la maleza crecida, basura, pintas y falta de señalamientos turísticos.
Entrar por Las Brisas, respetuosamente, lejos de atraer a la gente, lo único que genera es las ganas de subir las ventanas y poner los seguros. A nadie se le ocurriría tomar una foto para postear a sus redes sociales y presumir: ¡Aquí llegando al bello Puerto de Veracruz! Todo ese tipo de detalles los pasa por alto la autoridad municipal.
Hace mucho, mucho tiempo, que dejó el Puerto de competir con destinos como Acapulco, Ixtapa y bueno, con Cancún nunca se pudo igualar. Son destinos que cuidan absolutamente todo para que los visitantes se lleven un buen sabor de boca.
Si nosotros, que somos veracruzanos, lamentamos el estado en que tienen muchas zonas del Puerto, imagínese la impresión que se llevan quienes van a dejar sus pesos al Puerto.
Ojalá la alcaldesa, Patricia Lobeira, se dé una vuelta por las entradas y salidas de la ciudad para ver en qué estado las tiene, pues dan pena ajena.
@YamiriRodriguez
