La guardiana de los cenotes maya que lucha junto a su comunidad por el derecho al agua en Yucatán, México.

  • Desde 2016, la comunidad de Homún se ha unido y organizado para defender el derecho al agua; Maribel Ek Can es una de las voces principales de esta lucha.

Ciudad de México, 28 de marzo de 2025.- “Florece desde adentro”, dice el letrero en la entrada del cenote Santa María, ubicado en la localidad de Homún, en el corazón de la península de Yucatán, al sureste de México. Para Maribel Ek Can, mujer maya y ambientalista, y para su comunidad, los cenotes son espacios sagrados que conectan el cielo y la tierra, proporcionan el líquido vital y son la fuente desde donde florece la vida.

El cenote de Santa María tiene un valor especial para Maribel: es su vecino. Es el lugar donde encuentra calma y tranquilidad, donde puede disfrutar del silencio y de la frescura de sus aguas. También es la razón por la que se convirtió en defensora ambiental y guardiana de los cenotes (Kanan Ts’ono’ot en maya).

Cenote Santa María  | Fotografía cortesía de Maribel Ek Can

Homún se encuentra dentro de la reserva estatal geohidrológica del anillo de los cenotes, cerca de la laguna de Yalahau; ambos sitios son reconocidos internacionalmente como RAMSAR. Un sitio Ramsar es un humedal designado como de importancia internacional bajo el Convenio de Ramsar, el cual fue aprobado el 2 de febrero de 1971 en la ciudad iraní de Ramsar.​

Este anillo de cenotes forma parte de la reserva de agua subterránea más importante de México, de la cual depende un alto porcentaje de la población urbana y rural de la península de Yucatán. Tan solo en Homún se estima que existen 365 cenotes. El sistema kárstico, con sus suelos porosos y poco profundos, es extremadamente vulnerable a la contaminación proveniente de actividades como la agroindustria.

“Estos lugares sagrados nos bendicen con el agua. Pero a cada uno de los vecinos nos entra el temor de que estas venas de aguas pudieran convertirse en una filtración de agua contaminada”, expresó Maribel.

Cenote Santa María Fotografías Jill Hardy

Homún, ejemplo de unidad y lucha

Desde 2016, la comunidad de Homún, se ha unido y organizado para defender su derecho al agua y al medio ambiente sano, los derechos de los pueblos indígenas a decidir sobre su modelo de desarrollo y sobre su tierra y territorio, así como por los derechos de los cenotes.

Su lucha se da en el contexto de la expansión de la industria de la carne en Yucatán y de la instalación en Homún de una mega granja porcícola con capacidad para 49,000 cerdos.

El Relator Especial sobre los derechos humanos al agua potable y al saneamiento, Pedro Arrojo Agudo, ha documentado que la cantidad de agua que se utiliza para producir alimentos y la contaminación difusa de la actividad agropecuaria tiene efectos graves sobre los derechos humanos, incluyendo el derecho al agua, a la salud y al medio ambiente sano. Específicamente, la ganadería intensiva a gran escala contamina las masas de agua con purines y antibióticos.

La agroindustria además de tener impactos negativos a la salud y el medio ambiente, también desplaza otras formas de vida y de producir alimentos. En otras comunidades, las mega granjas de cerdos han desplazado la producción local y a pequeña escala de carne de cerdo, y afectan de forma negativa la apicultura orgánica. En el caso de Homún, la mayoría de las familias mantiene una relación directa con los cenotes, cuidándolos y también promoviendo turismo sostenible, actividad que se vio amenazada por la megagranja.

La respuesta de la comunidad de Homún fue firme y organizada. Maribel Ek Can, una de las voces principales de esta lucha, destacó el valor de la unidad y organización de todo el pueblo por la misma causa.

Las y los guardianes de los cenotes y la niñez de Homún han presentado y ganado varios procesos legales en la defensa de los derechos humanos y de la naturaleza. Hasta el día de  hoy la granja permanece cerrada.

“Somos tan afortunados de tener tanta creencia, tanto respeto, tanta unidad, tanto amor por la tierra. Toda la gente de esta población se unió para defender nuestra tierra, nuestra agua, nuestro aire, nuestra naturaleza. El día de hoy nos encontramos con este triunfo. Hasta el día de hoy, esta granja permanece cerrada”, celebró la defensora ambiental.

Maribel dándo charlas a jóvenes sobre la importancia de los cenotes | Fotografías: cortesía de Maribel Ek Can
ONU-DH acompaña la causa de la comunidad maya

La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) ha acompañado a las comunidades mayas en esta defensa y observado las auto consultas organizadas por varias comunidades mayas para decidir sobre las mega granjas de cerdos en su territorio. La ONU-DH también ha documentado casos de criminalización de la protesta en otras comunidades de Yucatán.

“Con motivo del Día Mundial del Agua, quiero reconocer la labor fundamental de muchas comunidades indígenas en México, como Homún, en la defensa de los derechos al agua potable y al saneamiento. Su compromiso promueve otras formas de gestionar  acuíferos y cuencas, y suscita una gobernanza del agua más democrática e inclusiva”, declaró Jesús Peña, Representante Adjunto en México de la ONU-DH.

El caso de Homún no es un caso aislado sino parte de un esfuerzo de defensa del derecho al agua en la región, en donde varias comunidades mayas han exigido que se respeten sus derechos indígenas y sus derechos económicos, sociales, culturales y ambientales ante varios megaproyectos.

“A partir de las convenciones internacionales que ha adoptado el Estado mexicano, la Constitución y los precedentes legales a favor de la comunidad de Homún, el Gobierno de México tiene que seguir dando pasos para garantizar plenamente a los pueblos indígenas y afromexicanos sus derechos a la libre determinación, la autonomía y al consentimiento y a las consultas previas, libres e informadas con relación a las decisiones que puedan impactar sus derechos al agua y al saneamiento”, agregó Jesús Peña.

Homún es un ejemplo de la importancia de la organización comunitaria y la defensa legal para proteger los recursos naturales y los derechos de los pueblos indígenas. En las resoluciones que han suspendido la operación de las granjas porcícolas, el Poder Judicial Federal ha reconocido los derechos a un medio ambiente sano y al agua de la niñez y de las comunidades mayas que habitan en la zona, utilizando como fundamento diversos estándares internacionales de derechos humanos. Maribel ha sido reconocida por su lucha; sin embargo, su mayor premio es seguir disfrutando de la gruta Santa María.

“Yo creo que todas las personas deberíamos tener la conciencia de cuidar y proteger el agua. Evitar que sea contaminada porque en algún momento esta misma podría hacernos falta. Yo quisiera invitar a toda la gente pero sobre todo a nuestros niños y jóvenes a valorar y respetar el agua, porque es lo más importante que cada uno necesitamos”, concluyó Maribel.

Texto: Tania García | Fotografías: Cortesía de Maribel Ek Can | Video: Luis Arroyo | Centro de Información de las Naciones Unidas en México, Cuba y República Dominicana.

Cenote Santa María y Maribel Ek Can  | Fotografías: (izq) Jill Hardy y (der) Karen Hudle.