La guerra empieza en la masculinidad: Rita Segato en la UNAM.

*El patriarcado antecede a la colonización, afirma.

*Dentro del 80 aniversario del Consejo Técnico de Humanidades, la antropóloga y escritora compartió algunas de las claves de su pensamiento reciente.

21.05.2025  Invitada por la Coordinación de Humanidades de la UNAM y el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS), la antropóloga y escritora Rita Segato sostuvo una conversación pública en la que compartió algunas de las claves de su pensamiento reciente. El encuentro, realizado en el marco del 80 aniversario del Consejo Técnico de Humanidades, contó con la participación de Miguel Armando López Leyva, coordinador de Humanidades; John M. Ackerman, director del PUEDJS; Amneris Chaparro, titular del Centro de Investigaciones y Estudios de Género, y Leticia Flores Farfán, coordinadora del Posgrado de Estudios de Género.

El poder de la palabra

“Nombrar es trazar el rumbo de la historia”, dijo Rita Segato al comenzar su conversación en la UNAM. Con humor y crítica, la pensadora feminista –reconocida internacionalmente por sus estudios sobre género, violencia y colonialidad– abrió un espacio de reflexión colectiva que fue, en sus propias palabras, un ejercicio de pensamiento vivo.

“Las humanidades son las disciplinas más poderosas que hay, aunque nos hagan creer lo contrario. Al crear vocabulario, al elegir qué experiencias nombrar y cuáles no, las humanidades diseñan el camino de la historia. Son más importantes incluso que la política”.

Una vida entre lenguas

Aunque es argentina, Segato construyó su carrera académica en Brasil, lo que marcó profundamente la circulación de su obra. “Nadie lee en portugués. Hay muy pocos lectores. Es como si hubiera una reserva de mercado teórica: si uno se llama John Smith, lo traducen; si se llama Juan Pérez, no”. En ese sentido, agradeció profundamente que su palabra haya encontrado resonancia en tantos países de América Latina y, particularmente, en México.

Desde Tilcara, en la quebrada de Humahuaca, donde vive con su compañero, Segato ha defendido una mirada crítica y descolonizadora de la teoría y la práctica académica. Por esto, cuando se le invitó a la UNAM, propuso que el formato fuera el de una conversación abierta: “Cuando converso pienso mejor, pienso cosas que antes no había pensado”. Es importante destacar que la sesión se celebró en el marco del “Seminario permanente (Re)pensando la democracia en el siglo XXI” del PUEDJS.

Frontera de civilizaciones

“México no es la frontera entre México y Estados Unidos. Es la frontera entre una civilización entera y el norte”, afirmó con énfasis. En su visión, México tiene una posición geopolítica y simbólica única en el continente: “Es el país más importante de América Latina, y lo digo siempre. Tiene un papel clave en la disputa civilizatoria que vivimos”.

Esta afirmación no es solamente geográfica: es política. Para Segato, la historia de los pueblos de América Latina está atravesada por múltiples formas de colonialismo, y México, con su riqueza cultural, histórica y demográfica, es un actor central en la disputa por el sentido de lo humano.

Masculinidad, su tema de estudio

Aunque ampliamente reconocida como feminista, Segato aclaró que su objeto de estudio no es la feminidad, sino la masculinidad como forma estructural del poder; “comprenderla es entender el poder. El patriarcado es la estructura fundacional de todas las formas de expropiación, de valor, de prestigio”.

Desde esa perspectiva, cuestionó teorías que afirman que el patriarcado fue una invención de la colonización: “No se puede puede sostener, ni desde los datos antropológicos ni desde la historia. El patriarcado antecede a la colonización, aunque ésta lo haya intensificado y reconfigurado”. A través de ejemplos etnográficos, explicó cómo las “casas de los hombres” –espacios de formación masculina en diversas culturas tribales– existían en los cinco continentes, mucho antes del contacto colonial.

De la violación a la guerra

Uno de los conceptos más profundos y transformadores de Segato es el del mandato de masculinidad, el cual explicó cómo evolucionó desde su idea inicial del “mandato de violación”, que describe la exigencia de demostrar masculinidad mediante la violencia sexual.

“Entrevistamos a muchos jóvenes condenados por violación en Brasil. Todos repetían una narrativa: tenían que probar algo, demostrar algo frente a otros. Ese algo es la masculinidad”.

De acuerdo con Segato, la violencia es muchas veces el último recurso disponible para quienes no pueden “probar” su poder por otras vías. “Cada vez menos hombres tienen acceso a un patrimonio, a un lugar en la economía. Entonces sólo les queda la violencia”.

Con agudeza, humor y compromiso, Rita Segato dejó una lección profunda: nombrar, escribir, hablar no son actos neutros. Son actos políticos que modelan el futuro.