La inhumanidad neonazi en dos imágenes: Gaza y México .

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/Pietro Ameglio*/

Acabamos de ver en estos días dos imágenes muy representativas y transparentes de lo que es el estado actual de la expansión capitalista, en sus características del genocidio y del imperialismo al mejor estilo del siglo XIX -pero con tecnología y medios del siglo XXI, y la mira puesta también en el espacio y sus planetas- que impera en Estados Unidos a partir de Trump y Musk. Con una característica extra muy alarmante: la cultura neonazi -lo más inhumano de la especie- que está creciendo, mediatizándose, normalizándose, banalizándose y ganando poder político en el mundo.

En Estados Unidos, todo totalmente centrado en la ilegalidad de una dictadura fascista basada en decretos ejecutivos, en el abuso gangsteril mafioso del más fuerte eliminando cualquier rasgo de humanidad en los otros sobre quienes se ejerce la violencia, el genocidio, el despojo y la explotación más vil de cuerpos y recursos naturales, al más puro estilo necropolítico. Los seres humanos se convierten en “prescindibles” (como diría la actual película de “Mickey 17”), desechables (Bruno Latour) o excluidos. Sencillamente no existen.

El video de Inteligencia Artificial (“Trump Gaza”) grabado en las redes sociales y subido enseguida por Trump en su Instagram (@realdonaldTrump) y red Truth Social (sin ninguna explicación de quién y cómo fue hecho el video, ni permiso de quien lo hizo -Solo Avital- con motivos distintos a los que Trump lo usó (https://www.theguardian.com/technology/2025/mar/06/trump-gaza-ai-video-intended-as-political-satire-says-creator), donde aparecen él con Musk y Netanyahu en el lujo y despilfarro de la “Costa Azul” de Gaza (https://www.instagram.com/reel/DGhfpgHsOg6/?igsh=MWJoM3ZkcDRtZXI3YQ== ).

Y también hemos visto en la prensa mexicana de (La Jornada desde el 8-3-25) unas fotografías (https://www.jornada.com.mx/serviciosjornada/microservicios/edicionpdf/LAJORNADAPDF_12067.pdf) (https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/03/12/politica/pide-presidenta-a-fgr-atraer-pesquisa-sobre-crematorios-en-teuchitlan) de habitaciones de cuatro crematorios de desaparecidos en Jalisco, llenas de zapatos y vestimentas, mostrándonos lo que es esta etapa de inhumanidad neonazi, también del Estado delincuencial del delito organizado, penetrando partes importantes de los Estados en todo el mundo, porque se trata de un delito y de formas delictivas trasnacionales que no tienen fronteras geográficas o de países de ningún tipo.

Genocidio y Limpieza Étnica neonazi: Trump, Musk y Netanyahu en la Costa Azul” de Gaza

Lo que está atrás de estas dos imágenes es algo mucho más grave y profundo que la sola capacidad gigantesca de inhumanidad del actual estadio del desarrollo capitalista, lo que de por sí es algo tremendamente grave ya que un porcentaje casi total del mundo se rige de una forma u otra por la lógica y la acción capitalista, cualquiera sea su nivel o estadio. Sin embargo, lo que sobre todo se aprecia es en cambio el estado actual en que la frontera moral de la humanidad se encuentra. La humanidad como especie ha construido por milenios en su desarrollo cultural y social fronteras morales -y consecuentemente también materiales- que han llevado a que si bien no podamos todavía desde el punto de vista de la paz, la justicia, de nuestra humanización, de muchas religiones y espiritualidades, llamarnos una especie plenamente humanizada, por lo menos en muchos aspectos hemos encaminado procesos para llegar a serlo tal vez en algún milenio más, que en la historia de la larga duración -la de las especies, la paz, la justicia, la humanización, la dignidad- es lo que cuenta.

A la humanidad le ha costado una enorme cantidad de luchas de movimientos sociales, de personas que con enorme dignidad han enfrentado injusticias y violencias de todo tipo, han dicho ya basta y han decidido desobedecer las órdenes deshumanizantes que les atacaban. Sin embargo ahora de golpe, en mucho también con el cambio de gobierno de Trump y Musk en los Estados Unidos, y con el auge en el consumo mundial de drogas todas las maneras posibles y químicas de hacerlo, además de las tratas de cuerpos y otras ilegalidades ideadas a diario en formas inacabables, este proceso de la humanidad hacia una más plena humanización -que la aleje del “eslabón perdido” y la acerque más a un humanismo para todas y todos-, parece ahora estar sufriendo una importante regresión que no sabemos aún dónde nos llevará. Estas dos imágenes que queremos reflexionar nos desnudan este tipo de involución e inhumanidad creciente que estamos empezando a enfrentar ahora. Por supuesto que ya existía mucho de esto, pero el volumen, la velocidad, la violencia e impunidad vertical imperialista se han acelerado.

Así, la primera imagen es un video difundido por las redes del presidente Trump y circulado en todo tipo de redes sociales del mundo, donde queda al desnudo la gran empresa capitalista inmobiliaria, turística, de recursos naturales, laboral de todo tipo, armamentista y geopolítica, que hay realmente detrás del genocidio palestino de Gaza -el mayor campo de exterminio a cielo abierto del mundo-, por si alguien ingenuamente todavía creía que había un trasfondo religioso de pueblo judío escogido por Dios, que había un fondo étnico de defensa de los judíos frente a los árabes, que había una lucha contra el terrorismo…etc. Nada que ver, lo que hay detrás es la intención de convertir la franja costera de Gaza en una especie de Costa Azul francesa, en un gran balneario de lujo en el mar Mediterráneo del Medio Oriente para gente muy adinerada, donde la población palestina sale sobrando y tendrá que ser desplazada -quieran o no- para desaparecer toda huella de su historia e identidad social y cultural milenaria. En principio se quería mandarlos por millones a Egipto y Jordania, incluso sin haber consultado antes a estos dos gobiernos, que se han opuesto a este proyecto. Como hemos sostenido muchas veces, el gran negocio de la guerra no es sólo el armamentismo y todo lo que hay detrás, sino sobre todo la reconstrucción en no menos de una o dos décadas de todos esos territorios y edificios, que quedan reducidos totalmente a escombros. Ahí es donde entran las grandes transnacionales de todo tipo.

Sin embargo, en este vídeo -que es una de las construcciones visuales e intelectuales más inmorales e inhumanas que he visto en toda mi vida- hay algo más que desnudar la verdadera intención económica capitalista del genocidio, y es la forma en que se construye este vídeo centrado en Trump, Natanyahu y Musk, con estatuas de oro y ellos tres tirando dólares al aire, comiendo y con cockteles de lujo, en trajes de baño, bailando con bailarinas semidesnudas…en una Riviera construida con grandes hoteles y edificios. Toda esta imagen del dinero, del oro, del lujo, está realizada en un territorio donde la sangre, la muerte, el dolor, las mutilaciones, el hambre, la destrucción de toda forma de vida social, escolar, de salud, todo ha sido reducido a escombros: 70% de los más de 50 mil asesinados han sido mujeres y niños; 92% son civiles; 78% tiene un familiar muerto o herido (Proyecto Sabar). El grado de inhumanidad es infinito, al igual que el nulo respeto al dolor y a la vida humana, porque incluso el video se realiza en pleno genocidio.

Sabemos que una característica fundamental para que se puedan hacer realidad este tipo de imágenes del desarrollo capitalista y del genocidio, es que porcentajes muy grandes de las poblaciones civiles, en este caso sobre todo de Israel y Estados Unidos, estén en “obediencia ciega” -y mesiánica- hacia sus gobernantes y todas las mentiras y manipulaciones que les hacen. Resultó profundamente aleccionador al respecto ver el Informe a su Congreso nacional de Trump el 4 de marzo pasado, y observar cómo cuando hablaba de la entrega incondicional de Ucrania a Rusia y a Estados Unidos en cuanto a sus minerales raros, del despojo imperialista del territorio panameño con su canal, cuando se refirió de apoderarse de la renombrada “Greenland” en una forma o en otra, de la amenaza a México por su cárteles “terroristas”, atrás de él sentados el vicepresidente Vance y el presidente de alguna Cámara, así como más de la mitad del Congreso -republicanos- aplaudían y se paraban cada minuto y medio como zombies o robots sin inteligencia, ante tamañas locuras de ilegalidades, de inhumanidades, de ataques institucionales que Trump con su cara enfermiza seria y sonriente decía. Llegando al grado de sonreír cruel y continuamente ante invasiones ilegales, genocidios, despojos y asesinatos de todo tipo, violencias sin par…como hipnotizados y enfermos de maldad, sadismo y crueldad hacia otros seres humanos, que nuestra especie tardó milenios en considerar como humanos iguales y que ahora de golpe se busca desaparecer en su humanidad y adueñarse de todo lo que poseen, desde los cuerpos hasta los recursos naturales.

A esta inhumanidad, se suma otra característica importante ideológica relativa al nivel de corrimiento de la frontera moral de la humanidad: la pérdida de la memoria histórica en un caso tan brutal y extremo como fue el nazismo. El saludo neonazi ya ha sido hecho en forma explícita por Musk, Steve Bannon (brazo derecho ideológico de Trump de años), el actor y aspirante a político mexicano Eduardo Verástegui, en mítines o congresos internacionales de la llamada extrema derecha. Resulta alarmante que políticos del mundo -especialmente europeos donde este saludo estaría penado y prohibido-, que los medios, que el partido demócrata de EU y otros grupos no estén señalando esto con toda vehemencia. Vemos así cómo Estados Unidos ahora es una “tierra libre” para el neonazimo, la ultraderecha y el despojo imperialista al peor estilo siglo XIX. Y tampoco deberíamos subsumir la categoría de ultraderecha al neonazismo, no son necesariamente lo mismo -no por ser de ultraderecha se es neonazi-, por lo tanto estamos tal vez también asistiendo a un cambio cultural e ideológico en la identidad de esa ultraderecha, que había estado en forma abierta -al menos- mucho más asociada al combate a la inmigración con su consecuente racismo, criminalización, deportación y cancelación de derechos.

Cuatro crematorios neonazis en Jalisco: zapatos y ropa

Las fotos mexicanas a las que hacemos referencia aparecieron el sábado 8 de marzo y en estos días en la prensa, y retratan habitaciones crematorios de un campo de exterminio del crimen organizado en Jalisco (el estado con más desaparecidos del país: 14 mil), donde ejecutaron a cientos de desaparecidos y los despojaron de todo. Las trampas para atraerlos al lugar y desaparecerlos fueron ofertas de trabajos de servicios sobre todo a jóvenes: exterminio desde lo laboral; luego siguieron procesos indescriptibles de deshumanización entre las víctimas para convertirlas en ¡victimarias de sus propios compañeros! El horror a su máxima expresión inhumana. El hallazgo de este campo de exterminio fue hecho -como casi siempre- por un colectivo de buscadores de familiares de desaparecidos y asesinados del país (Guerreros Buscadores), quienes buscan fosas clandestinas, a veces -como ahora por un joven que logró huir- a partir de denuncias anónimas. Como en muchas ocasiones también, las autoridades de todos los niveles -sobre todo estatales y locales- supieron desde septiembre pasado del hallazgo, arrestaron gente, no siguieron la investigación ni clausuraron el campo de exterminio.

¡El horror inhumano neonazi en toda su plenitud! Estas fotos nos remiten a una montaña gigantesca de calzados, bolas, mochilas… como tanto hemos visto en los campos de concentración nazis. No caben palabras para describir esta monstruosidad e impunidad, y la sociedad está reaccionando con presiones hacia la justicia federal y con acciones simbólicas noviolentas.

Este “exterminio masivo” de las últimas dos décadas en el país, con cientos de miles de muertos y desaparecidos, no se detiene, y ha sido encabezado en una forma u otra por las bandas y los cárteles del delito organizado, muchas veces en contubernio con distintos niveles de autoridades en el país. Tenemos claro que en el gobierno pasado y en éste ha habido una intencionalidad y determinación mayor de combatir y detener estos niveles de impunidad y violencia, actuando en distintas formas sobre el tejido social y la seguridad pública, en parte militarizada con la Guardia Nacional, sin embargo todavía el nivel de interpenetración del delito y el poder político, social y económico que existe en algunos territorios del país es muy grande.

Por otro lado, está el “exterminio selectivo” que, como sabemos, ha existido siempre en la historia de nuestro país y consta de la eliminación sistemática de líderes y activistas sociales de todo tipo, sobre todo en defensa de sus territorios y recursos naturales; defensores de derechos humanos y periodistas; buscadoras de desaparecidos; con el objetivo de desmantelar y atacar a movimientos sociales y a toda forma de oposición, principalmente a intereses voraces económicos y políticos.

Particularmente, respecto a este tipo de exterminio estamos recordando en estas últimas semanas el de dos activistas sociales de la zona oriente de Morelos, muy emblemáticos -Samir Flores y Gustavo Salgado-, por sus respectivas luchas contra el trasnacional energético Proyecto Integral Morelos y gasoducto; y por la tierra y defensa de los jornaleros migrantes. Tuvimos el honor durante dos décadas de compartir con ellos luchas sociales ambientales de los pueblos y del zapatismo. Ambos luchadores sociales muy queridos y respetados por todos, ejemplares por su honestidad, valentía y claridad por luchar junto al pueblo desde abajo, fueron asesinados -Samir el 20 de febrero del 2019 y Gustavo el 3 de febrero del 2015- de una forma tremendamente cruel e impune. Hasta hoy se han realizado múltiples movilizaciones en todos estos años para buscar verdad, justicia y reparación para sus familias, estando identificados los autores materiales e intelectuales; pero la impunidad de nuestros sistemas de justicia los han protegido. Igual que en los crematorios de Jalisco…

La mayor identidad social victimada en las características del exterminio selectivo en nuestro país son los activistas sociales ambientales -como Samir y Gustavo-, que representan más de la mitad de las víctimas cada año especialmente campesinos e indígenas. Y el proceso exterminador sigue, dos ejemplos de ahora: el 1º de marzo pasado fue arteramente asesinado Cristino Castro del Grupo de Defensores Ambientalistas de barra de la Cruz, Oaxaca, que luchaba contra un proyecto hotelero en las playas de la región; el 8 de marzo fue también brutalmente asesinado en Baja California el líder pescador Sunshine Rodríguez perteneciente a la Federación de Cooperativas de Pesca Ribereña en San Felipe, opositor a la veda de la vaquita marina.

Entre los objetivos de actores sociales de este exterminio selectivo, a los ambientalistas les siguen las madres y padres buscadores de familiares desaparecidos en todas las formas posibles, incluida la búsqueda en fosas clandestinas, una acción ejemplar de no-cooperación y desobediencia civil hacia el Estado. Acaba también de ser violentamente asesinada en Zacatecas, la madre buscadora Sofía Raygoza, quien buscaba a su hija Frida Sofía desde el 2023.

¿Hacia dónde mirar?

El llamado es a no banalizar ni normalizar esta posible vuelta de tuerca neonazi en la cultura de la ultraderecha norteamericana -¿europea?- y mexicana. Así como no hacernos cómplices con nuestro silencio o co-operación de cualquier ataque imperialista contra otros países (Panamá, Groenlandia, Gaza, Ucrania, ¿México?…hasta Marte). Las masas de todos los países, especialmente de Estados Unidos e Israel, así como de estos otros países tan directamente amenazados, debemos salir a la calle con firmeza permanente de radicalidad moral y acción, afirmando como el título de la maravillosa película sobre la dictadura en Brasil que está en cartelera: “¡Aún estamos aquí!”.

Siempre hay quien lucha y nos muestra un camino de resistencia en el mundo, y queremos destacar también estas de las últimas semanas.

En México, la indignación nacional por los crematorios hallados, la impunidad y la complicidad de la fiscalía y gobierno estatal de Jalisco, por el dolor tan profundo de las familias, ha ido creciendo poderosamente, ya habrá acciones y vigilias en todos los Estados ejerciendo fuerte presión social, de “Memoria y Resistencia: Luto Nacional. 400 Velas y 400 Pares de Zapatos”.

Por otro lado, ver las conmovedoras filas interminables de palestinos regresando a Gaza, un territorio reducido a escombros, dolor y muerte, pero que para ellos es el símbolo de su vida, resistencia e identidad. ¡Es la fuerza de la resiliencia y el amor frente a la barbarie del odio y el exterminio! Me hicieron recordar a las filas también interminables de los sudafricanos negros -algunos incluso ya muy ancianos que nunca habían votado en sus vidas- para votar por Mandela en las primeras elecciones libres después del apartheid, el 27 de abril de 1994.

Una última imagen poderosa en medio de tamaño genocidio, es la de un rehén israelí (los palestinos los llaman “Prisioneros de guerra”) -Omar Shem Tov- quien saludó con besos y el pulgar levantado a la multitud, y besó en la frente a dos militares de Hamas; siendo ovacionado por la gente que estaba allí. Me hizo recordar a una historia similar que el Dalai Lama cuenta en su libro Rebélense, como ejemplo de “compasión incondicional”: el niño irlandés Richard Moore fue herido en Londonberry por un proyectil de goma que lo dejó ciego; pocos días después su tío fue asesinado por paracaidistas ingleses que masacraron una marcha por los derechos civiles en el Domingo Sangriento (30 enero 1972). Más adulto, Richard quiso conocer al soldado que le había disparado, se volvieron amigos y se comprometieron activamente en una asociación que ayuda a los niños víctimas de la guerra (Children in Crossfire, www.childrenincrossfire.org).

*Pietro Ameglio. Miembro del Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), del Colectivo “Pensar en voz alta”, y del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad en 2011.