HORA LIBRE
Álvaro Belin Andrade.
El periodista Óscar Sevillano, del periódico colombiano El Espectador, se quejaba el pasado jueves de lo mismo que nos quejamos en Veracruz.
En su artículo “La ministra Alicia Arango no aprende” critica a quien sería homóloga de Olga Sánchez Cordero, nuestra Secretaria de Gobernación, o en el caso de Veracruz, del secretario de Gobierno Eric Cisneros. Dice de la ministra que “parece confundir a la ciudadanía con un centenar de vacas que viven en medio de un hato ganadero a quien el capataz va diciendo lo primero que se le ocurre sin medir sus frases”.
En medio de la pandemia por el Covid-19, señala, la ministra no ha aprendido a dialogar con los alcaldes y gobernadores de manera permanente. Y añade: “No estuvo bien que la funcionaria pronunciara un discurso, desautorizando las medidas que alcaldes y gobernadores tomaron para evitar que la pandemia llegue en mayor grado a sus territorios, en lugar de llamarlos a un diálogo constante para una mayor coordinación con el Gobierno Central, ofreciendo la ayuda necesaria, anunciando medidas complementarias para evitar el contagio del Covid-19”.
Y pone en tela de juicio a quienes, desde el órgano encargado de la gobernabilidad, confrontan en lugar de sumar: “Si la ministra Alicia Arango no es capaz de realizar bien esta tarea, hay que decir entonces que su gestión no le sirve al país (…) lo que está haciendo con sus desatinadas intervenciones, es calentar los ánimos y provocando que estos terminen en rebelión con el Palacio de Nariño”.
La semana pasada me referí a la rebelión de los alcaldes veracruzanos. Ante el estado de pasmo en que se vio el gobierno estatal, absorto en esperar para todo las instrucciones del altiplano, varios ediles decidieron cerrar sus territorios, aun a costa de la economía de su población que en esta temporada recibe cada año una afluencia masiva de turistas.
Las respuestas de los gobiernos municipales que han tomado medidas bajo su cuenta y riesgo, unos por un interés legítimo en proteger a sus gobernados, y otros con la notoria intención de golpear a un temeroso gobierno estatal, han sido aún más fuertes.
No hay uno que haya cedido en su estrategia de detener un virus que azotaría inmisericorde a sus paisanos, sobre todo en municipios carentes de la mínima infraestructura hospitalaria, y menos el alcalde Fernando Yunes Márquez, quien lo ha hecho más por confrontar aunque poco esté haciendo en la práctica para contener la pandemia.
Todo parece indicar que, tras obligar a la SEV a adelantar al martes 17 de marzo la suspensión de clases, los ayuntamientos de la conurbación, donde ha golpeado más fuertemente el virus (hasta el sábado, 18 de los 24 casos detectados como positivos se distribuían entre Boca del Río y Veracruz), han ido un paso más adelante. Al menos eso hizo Fernandito, que ha querido darle luz a la grisura de su administración.
Pero la respuesta gubernamental ha sido de muy bajo nivel. Que el secretario de Gobierno Eric Cisneros responda señalando la baja estatura (supongo que política, aunque también física) del hermano del excandidato panista perdedor, le ha conferido más baja estatura política al oriundo de Otatitlán que al bisoño alcalde panista.
Cuitláhuac recibió baño de alcaldes del país
Como quiera que sea, parece que este tipo de discurso ha prendido también en el mismísimo gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien criticó acremente a la alcaldesa de Tamiahua, Citlali Medellín Careaga (primera en aplicar un severo cerco sanitario a su municipio).
La semana pasada, según comenta el periodista tuxpeño Ángel Álvaro Peña, la alcaldesa tamiahuense recibió el respaldo de 1,120 ediles del país, congregados en la Federación Nacional de Municipios de México (FENAMM), de la que funge como vicepresidenta, “quienes ahora reclaman al presidente Andrés Manuel López Obrador, por los excesos del gobernador veracruzano”.
El alcalde de Apodaca, Nuevo León, César Garza Villarreal, presidente de esa federación, le comunicó: “Expresarle el más amplio respaldo de la FENAMM y de los 1.120 Alcaldes que la integramos por las acciones emprendidas recientemente por Usted y su Gobierno Municipal para prevenir la expansión del virus entre la población de su localidad”.
No vaya a ser que el gobierno morenista caiga en la gracia de los veracruzanos como, en el caso nacional, ha caído el Presidente de la República. Según Consulta Mitofsky, la aprobación de López Obrador este domingo 29 de marzo fue de 49.2%, por lo que, por primera vez, no tiene mayoría.
El promedio de la semana 70 fue de 50.0%, y ello fue consecuencia de su errático peregrinar por el país, con reuniones públicas que cuestionaban en la práctica las recomendaciones de sana distancia emitidas por la Secretaría de Salud, y que este sábado fueron enfáticas para obligar a la población a mantenerse en cuarentena rigurosa mientras la pandemia comenzaba su curva ascendente.
México, en el peor escenario epidemiológico: Veracruz, en la tablita
México no solo debe enfrentar el coronavirus sino, a la par, otras dos emergencias sanitarias en los escasos tres meses que lleva 2020: el sarampión y el dengue. Y en esa ecuación, al menos en lo que se refiere a coronavirus y dengue, Veracruz está en una situación desfavorable.
Hasta este domingo por la mañana, México contabilizaba 848 casos confirmados de Coronavirus y, por segundo día consecutivo, registraba un aumento de 100 enfermos nuevos; ello acercaba al país a la fase de crecimiento exponencial acelerado, según el angustioso anuncio del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, quien pidió a todos los mexicanos quedarse en casa durante 30 días.
Todos, claro, menos el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien anda como Moisés en permanente éxodo hacia los comicios de 2021, y tampoco quienes deban recibirlo en mítines públicos, como los de este domingo en Sinaloa.
Observen el respeto que le tiene López Obrador a los científicos que el sábado dieron la alerta de última oportunidad para parar la curva creciente de la epidemia: envió un mensaje desde el hotel Lucerna de Culiacán, donde estuvo aislado el segundo paciente con Covid-19 del país (porque la infección no es la “peste”, según dijo), previo a su visita a Badiraguato, la tierra de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, líder del Cartel de Sinaloa, cuyo hijo fue liberado por el gobierno federal en octubre pasado luego de que tomaran la capital sinaloense.
Así, mientras la batalla contra el Coronavirus tiene como principal adversario al mismísimo presidente López, quien no quiere parar de organizar reuniones masivas (porque los conservadores quieren que él se aísle para que haya un vacío que ellos quieren llenar), la del sarampión apenas comienza, con 62 casos registrados, todos ellos en la zona metropolitana de la Ciudad de México.
Pero la más grave es la que no se combate mediáticamente (y, al parecer, tampoco médicamente), la del dengue, que en solo dos meses de este año llevaba, según la Secretaria de Salud en su “Panorama Epidemiológico de Dengue 2020”, mil 455 casos de la enfermedad a lo largo y ancho del país.
La lista de los estados con mayor cantidad de casos la encabeza Veracruz, seguido de Tabasco, Quintana Roo, Guerrero y Jalisco, las cinco entidades con mayor cantidad de enfermos.
Hasta la semana 11 de 2020, es decir, hasta antes del 21 de marzo, el número de infectados por dengue en Veracruz tuvo un pico de 531 casos, lo que nos mantuvo como la entidad más afectada por esta enfermedad. Además, el número de muertes por dengue ascendía a 7, apenas superado por Tabasco que sumaba 11 decesos.
¿Salud o política? Parece que el Presidente de la República ya ha mostrado qué es lo que más le importa, así que los ciudadanos debemos tomar decisiones aunque nuestro gobierno, como en toda catástrofe, meta la cabeza a un hoyo como el avestruz.
Polvo de gis
Ballesteros: ambicioso y desprestigiado… Con una carrera empresarial que quería hacer coincidir con una carrera política, Antonio Ballesteros Grayeb echó por los suelos los pasos que le llevaban rumbo a la nominación como candidato a alcalde de Xalapa, con solo despedir al 50 por ciento de los empleados de sus dos establecimientos de La Parroquia de Veracruz en Xalapa y de la próxima apertura del que funcionará en Coatepec. Los xalapeños reaccionaron irritados por la falta de solidaridad en medio de la epidemia del Covid-19. En lugar de salir a explicar ante los medios la supuesta falta de veracidad de la noticia, utilizó a varios empleados y perfiles falsos para tratar de denigrar a quienes informamos y comentamos de ese hecho. Por cierto, ese escenario permitió que nos comentaran que la candidatura de Ballesteros no sería por vía de Morena, que anda entrampado con varias mujeres que la buscan, sino que el grupo que encabeza Ricardo Ahued lo tiene contemplada para ser lanzada por el nuevo partido de Elba Esther Gordillo Morales, Redes Sociales Progresistas. Esto último, debo confesar, no me consta, pero como decía Jaime Sabines: “Yo no lo sé de cierto, lo supongo…”.
Ahora, Úrsulo Galván también se protege… Para quienes tengan el plan de ir a la playa de Chachalacas aprovechando la cuarentena, quédense en casa. Desde este sábado, el ayuntamiento de Úrsulo Galván ha restringido el paso a ese destino turístico a los visitantes. No solo ha cerrado el paso a la Playa de Chachalacas, sino también a ríos y balnearios, y ha prohibido la celebración de actos masivos, incluyendo misas y fiestas particulares o patronales. Para colmo, quienes por alguna vía alternativa han llegado a playas y ríos, personal de Protección Civil y policía estatal los están conminando a regresar a sus domicilios, no importa que sean lugareños.
Frases sin disfraces
“El pueblo no renuncia nunca a sus libertades sino bajo el engaño de una ilusión”. Edmund Burke
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