La leyenda de Stadium Hills .

*DE PRIMERA MANO .

*Buendía, contra la prórroga

Por Omar Zúñiga

Historias de la vida real…
Cuenta la leyenda que en aquel lugar conocido como Stadium Hills, moraba un aprendiz de tirano, un tartufo, un estulto cagalindes, a quien le apodaban Lord Tragavirotes.
Nuestro Lord tenía aires de grandeza, y nunca supo que él llegó a controlar su parcela por instrucciones del verdadero señor feudal.
En aquella parcela de nuestro Lord, existía también una pequeña bellaca conocida por todos, con un alto puesto en Stadium Hills, todos la ubicaban como JJ (Juana del Jaripeo), pero sabían todos de su enorme incidencia sobre nuestro Lord.
Esta influencia llegó a grado tal, que Tragavirotes enloqueció de poder y soberbia, llamando a la insurrección con el apoyo de su “Junta de Notables”, que no eran más que fantoches, aunque JJ sabía muy bien cómo manejar a nuestro Lord y le metió la idea en la cabeza de que él podía perpetuarse en el poder de Stadium Hills, a costa de quien fuere y de lo que sea, aún en contra de las decisiones de la comarca a la que se debe.
Así las cosas, anunció en cada rincón de Stadium Hills con sus pregoneros, que lo que está en la Ley es legal y que por eso, no importa que ya esté viejo, la Junta de Notables debe prorrogar su mandato, cual vil reyezuelo que no le importa nada más que seguir cobrando los impuestos correspondientes a sus feudos.
Todos se le fueron encima.
La comarca entera, hasta aquellos a quienes nuestro Lord consideraba como leales a morir, como si fuera aquella legendaria mesa redonda.
Mientras esto pasaba y Tragavirotes se enfrentaba a sus dragones, JJ se paseaba por la comarca, tranquila, detentando su cargo, con su plan en la mano, escrito por ella y sus amanuenses.
Ella misma se encargó de hablar con todos y cada uno de la Junta de Notables para exponerles a su vez que nuestro Lord había enloquecido.
Que todo lo que él les había propuesto, no por justo y bien trovado, dejaba de ser puro cuento, que él ya no estaba en condiciones de estar al frente y defender el castillo de Stadium Hills.
Además de estar viejo, lo que decía era pura palabrería hueca y además ilegal, que lo único que haría sería enfurecer a la señora, la que habita en Palacio y todo se largaría al infierno.
JJ, con estos argumentos y su plan en la mano, al final logró desbancar a todos, pues mientras nuesto Lord se peleaba con toda la comarca, con su espada en prenda y escudo al frente, ella entró por la puerta grande al castillo, a ese con el que siempre había soñado, en lo más alto de Stadium Hills, el mismo que Lord Tragavirotes nunca supo defender ni retirarse a tiempo, pues la edad, ya no le daba para más.

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Para documentar el optimismo…, la doctora María Angélica Buendía Espinosa, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, integrante de la Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana que acaba de renunciar a su cargo, estaba en contra de la pretensión de Martincillo de “prorrogar” su rectorado, a sasbiendas de que se está violentando la Ley.
El voto de Buendía habría sido uno de los cuatro votos en contra, contra otros cuatro seguros a favor de la propuesta del rectorcito, faltaba uno por definir su postura.
Sabemos De Primera Mano que hubo presiones suficientes para provocar la renuncia de la doctora de la UAM, una de las universidades más respetadas del país.
Ahora están en posición de imponer a alguien a modo (¿le suena conocido?) y garantizar la mayoría que necesita Martincillo. Uuuufff.

¡Qué barbaridad!
deprimera.mano2020@gmail.com