La Espinita
Andy S. K. Brown*
Morena existe gracias a la extorsión
Peña Nieto desafía al rabinato israelí
¡Denunciemos la extorsión!, como piden desde las más altas esferas del poder político como esta semana está de moda… que esperamos no sea pasajera.
No hay necesidad de marcar el 089. Se puede acusar desde cualquier tribuna. Empezando por esta que está a sus órdenes.
Denunciemos a Morena que, en los hechos, es un partido extorsionador de la ciudadanía.
Sus extorsionadores tienen varios rangos, destacando el del capo presidente de lo poco que ya nos queda de República, como fue el caso de López Obrador, quien a la chita callando ordenaba que sus sicarios extorsionaran al “pueblo bueno y sabio”.
La orden, que han seguido casi perrunamente los gobernadores, senadores, diputados guindas y sus sicarios conocidos como “servidores de la Nación” son las de exigir el voto en favor de los candidatos de Morena a todo tipo de cargos, so pena que, de no hacerlo, perderán las ayudas económicas del llamado Bienestar.
Han elaborado bien el método extorsivo. Iniciaron diciendo a la gente que el dinero que reciben “se los manda el señor presidente –así le siguen llamando a– López Obrador”, como si esos fondos salieran directamente del bolsillo de quien presumía sólo cargar con 200 pesos en su cartera.
Y luego diciéndoles que “el señor presidente les pedía que votaran por tal o por cual” y que, de no hacerlo así…
Sin estas prácticas chantajistas Morena no triunfaría en los procesos electorales… ¡ni con acordeón!
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Los desmentidos de Enrique Peña Nieto están desafiando la credibilidad del Gran Rabinato de Israel. ¡No sabe lo que hace!
En aquel país, el Rabinato tiene autoridad legal y administrativa similar o, religiosamente hasta superior, al sistema de tribunales civiles y sus veredictos son ejecutados por la policía, la oficina del alguacil y otras agencias gubernamentales.
Los empresarios que han revelado que sobornaron a EPN con 25 millones de dólares lo hicieron ante los dos rabinos mayores: uno asquenazí y uno sefardí, El actual rabino asquenazí es Kalman Ber y el rabino sefardí es David Yosef, que iniciaron sus mandatos en 2024 y ocuparán esos altos cargos morales y justicieros hasta 2034.
¿Se habrían atrevido los delatores de Peña, Gur Meggido y Neriah Ansbacher, a mentirle a los rabinos sabiendo que tal les costaría la marginación social, que no fuesen sepultados según sus tradiciones y en un cementerio de su comunidad, que sus descendientes no pudieran asistir a instituciones educativas judías y otros castigos de similar envergadura descritos en la Torá?
No. No mintieron. Sí sobornaron al mexiquita. Sí, éste les dio contratos a cambio y los recibió, cuando menos una vez, en Los Pinos.
¿Peña contra el Gran Rabinato?
Va a perder.
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Las llamadas “marías” que mendigan por todos los rumbos de la ciudad dan muestra palpable de que no “llegaron todas”.
En las intersecciones de calles y avenidas se les ve pidiendo ayuda, solas a veces; otras, cargando un bebé bajo el rebozo; muchas con uno o dos infantes en las manos.
No practican la mendicidad por voluntad propia, pues provienen de culturas dignas, trabajadoras, honestas.
Pero al ser traídas como mercancía a las ciudades hay quienes las organizan y las explotan, a cambio de un mísero techo y una alimentación que deja mucho que desear.
Las que usted ve a lo largo del Paseo de la Reforma son “regenteadas” por personajes que las hacinan en chozas dentro de un terreno ubicado en la lateral de la autopista Toluca-México, pocos metros antes de que se bifurque en Reforma Lomas y la Calzada Constituyentes.
Para estas mujeres que “no han llegado” no hay programas asistenciales, ni ayudas del Bienestar, ni siquiera una mirada de las mujeres empoderadas por la 4T.
Para Claudia Sheinbaum y Clara Brugada estas mujeres de plano no existen.
@AndySKBrown1