- Sin tacto
/ Por Sergio González Levet /
Va a ser una marcha histórica, inédita como han sido todas las concentraciones que han cambiado el curso de la historia.
Empezó como una convocatoria de los jóvenes de la Generación Z, y algún nervio sensible tocó del Gobierno de Claudia Sheinbaum, que todos los morenos se espantaron a una y emprendieron una reacción en cadena que creció y creció y creció, y llenó de pavor a la nomenclatura pejista.
Lo que iba a ser un encuentro de niños y jóvenes entre 8 y 22 años se convirtió, por arte y magia del miedo cerval de la Presidenta con A, en un monstruo aterrador que una vez más no supieron cómo manejar desde la cuarta transformación. Como siempre, el Gobierno morenista optó por soltar a sus texto-servidores y comentócratas para satanizar el movimiento juvenil. Hijos del 68, saben lo que puede pasar cuando los muchachos se organizan y empiezan a exigir sus derechos.
Pero las desgracias nunca vienen solas y menos para los gobernantes que no se merecen estar en donde están. La inquietud de los jóvenes se empató con la ira desatada de todas las otras generaciones, por el asesinato de Carlos Manzo, presidente municipal de Uruapan.
La marcha, entonces, se convirtió en dos marchas que se volvieron doblemente temibles. Y el Gobierno contestó con mayor temor, porque si los chavos le estaban moviendo el piso, el pueblo bueno levantado empezó a cimbrar sus cimientos, y ahí fue el acabose.
La táctica de los sesudos asesores de Chucho Ramírez fue, ¡sorpresa!, acusar a la derecha y a Ricardo Salinas Pliego -el villano favorito de la temporada- de la organización de la marcha, del fervor por la convocatoria, de millones de pesos invertidos para crear artificialmente -según el Gobierno- una corriente de simpatía ante la convocatoria dirigida a los ciudadanos.
Claudia y los suyos han hecho hasta lo imposible por detener la marcha, pero poco han logrado con sus tácticas adocenadas que ya perdieron su eficacia. El sábado 15 se va a levantar el pueblo de México sin importar las amenazas del Gobierno de que habrá violencia.
Piensa Claudia que las vallas van a contener la digna rabia de la sociedad organizada y desesperada ante tantos errores y mentiras, como ocurrió en Nepal y en muchos otros lugares del mundo.
Es el momento de que todos acudamos a las marchas que están convocadas en todos los pueblos del país. Es ahora o nunca.












