La momia .

/ Guadalupe Loaeza /

¿Qué no se ha visto en el espejo, señor Presidente? Su piel se ha deshidratado, su rostro está lleno de arrugas, su sonrisa es una mueca, su dentadura se ve más falsa que nunca y su mirada se ha oscurecido de más en más.

Señor Presidente, parece usted momia, sí, pero no de Guanajuato, sino de Tabasco. Su expresión da miedo, asusta e inspira mucha desconfianza. Será porque dentro de algunos meses dejará el País… hecho pedazos. Sí, repito, deja usted al País hecho pedazos.

Todo está sostenido con alfileres: crimen organizado, narcoestados, migración incontrolable, graves problemas de salud pública, Ejército sin control, malas relaciones con Estados Unidos y otros países, ecocidio, feminicidios, inseguridad, miles de desaparecidos, mares de tristeza y de lágrimas, y un largo etcétera como el laberinto de Creta.

Como bien escribió Xóchitl Gálvez, precandidata por el Frente Amplio, desde la comunidad de Texcapilla, municipio de Texcaltitlán, en su carta que le envió el 31 de diciembre de 2023: “Los mexicanos tienen miedo; hay más de 170 mil homicidios en lo que va de su mandato; la cifra más alta en la historia moderna de nuestro país. Los asaltos, robos, violencia, extorsiones, el derecho de piso, los ‘levantones’… se sufren todos los días”.

Xóchitl le reprocha en su carta al Presidente que lo que menos ayuda es que el mandatario continúe diciendo que aquí no pasa nada y que además se ría, por eso él se pregunta en su mañanera: “Pues ¿qué quieren? Que yo esté petrificado o así, que calle como momia, ¿no? Que se calle el Presidente como si fuese una momia, pero es muy interesante”.

¿Qué dijo la momia de Palacio? No se entiende. Cada vez el Presidente habla menos claro, se enreda más y le toma más tiempo contestar. O sea, está petrificado. Repito: pe-tri-fi-ca-do.

Señor Presidente, usted sabe que Xóchitl tiene razón en todo lo que dice en su carta. Millones de mexicanos estamos de acuerdo con su contenido. Claro, incluso los de la 4T también, quienes mueren de miedo de quedarse sin chamba el próximo sexenio. ¿De cuántos de ellos no pedirán “su cabeza” por no estar de acuerdo con el jefe máximo?

Aunque muchos de ellos piensen que ha sido usted un Presidente autoritario, populista, necio y errático, jamás lo dirán en público. Muchos de ellos, antes de la 4T, no eran nadie, no aparecían y lo que es peor, eran invisibles. Pero ahora, claro, tienen poder.

En una entrevista que le hicieron a Diego Valadés en 2018, en la que le preguntaron qué era lo que más temía del entonces próximo Gobierno, contestó: “Los que rodearán al Presidente, a esos sí les tengo miedo”. Enseguida entendí que por mediocres y por pequeños.

Qué extraño que usted solito se haya considerado a sí mismo “momia”, “petrificada”. Sí es cierto, usted ha envejecido mucho, se ve cansado, harto, fastidiado, pero sobre todo, solo. Usted, señor Presidente, se siente solo y eso también amarga y frustra. Estoy segura que ya le perdió la confianza a todo su Gabinete. Porque para ellos, usted ya está momificado como primer mandatario.

¿Ya leyó usted “El Otoño del Patriarca”, de Gabriel García Márquez? En una de las últimas frases escribe el escritor colombiano, hablando del general en sus últimos años: “…aprendió a vivir con esas y con todas las miserias de la gloria a medida que descubría en el transcurso de sus años incontables que la mentira es más cómoda que la duda, más útil que el amor, más perdurable que la verdad, había llegado sin asombro a la ficción de ignominia de mandar sin poder, de ser exaltado sin gloria y de ser obedecido sin autoridad cuando se convenció en el reguero de hojas amarillas de su otoño que nunca había de ser el dueño de todo su poder, que estaba condenado a no conocer la vida, sino por el revés…”.

Sépalo usted de una vez por todas, Xóchitl sigue siendo nuestra única esperanza. Ella sí que no está momificada.