*GENTE COMO UNO .
/ Mónica Garza /
Esta semana, resultó polémica la circulación de un comunicado salido de la oficina de la Dirección General de TV Azteca, en el que llamó nuevamente al diálogo, a los tenedores de notas de su bono por 400 millones de dólares con vencimiento en 2024.
El origen de esto, es el mismo de tantos llamados al diálogo en los últimos dos años, entre empresas y bancos frente a la crisis financiera que la pandemia por Covid-19 dejó, entre aquellos que hasta antes de eso habían sido inversionistas arrojados, que siempre encontraban la manera de iluminar el túnel aún en las más riesgosas apuestas.
Rafael Rodríguez, Director General de TV Azteca, con quien tuve oportunidad de platicar esta semana, reconoce que la crisis se veía venir desde el 2017, aun sin pandemia, y había que prevenir las finanzas para no afectar la operación de la empresa.
“Porque el mercado de publicidad en México además de que es chico, no crece nada, y no ha crecido en los últimos años, ha decrecido en términos reales. El mercado de publicidad del gobierno desapareció”.
“Y hay otro fenómeno que ha impactado y no es exclusivo de México, que es el desarrollo de todas las plataformas digitales; grandes jugadores como YouTube, Google y miles de plataformas que cada año se llevan poco más del porcentaje publicitario”.
“Este va a ser el primer año en donde más del 50% del gasto total de publicidad de este país, ya no está en medios tradicionales, como televisión y radio, se va a medios digitales; entonces la balanza se está moviendo”, me dijo el ejecutivo desde el 4to piso del edificio de producción de TV Azteca.
Y es que la pandemia golpeó particularmente al negocio de la televisión, aún cuando este fue para millones de personas, en los lugares más apartados, la salvación en los momentos de encierro más delirantes de la crisis sanitaria.
“La gente se quedó en su casa viendo muchísima televisión, entonces la audiencia subió, pero no monetizamos eso, porque no había nadie que gastara en publicidad… Entonces, que bien que tenemos programas de 3 millones de audiencia, pero ¡sin anunciantes!”, subrayó el director de Tv Azteca, describiendo la batalla de los medios de comunicación en México, que implicó una inyección de dinero extraordinaria para poder seguir manteniendo su operación.
Muchos murieron en el intento, como Radio Centro, uno de los casos más ejemplares; junto a otros más estratégicos, como Televisa y Univisión, que encontraron en una “fusión” la mejor manera de subsistir en su calidad de grandes emporios.
En su caso, TV Azteca pudo continuar en solitario apostándole a una estrategia de disciplina financiera que incluyó dejar de producir temporalmente, recurriendo a los llamados “enlatados” y en general hacer más con menos.
“Esas medidas se empezaron a tomar desde finales de 2018 al 2019. La deuda de la que estamos hablando, 400 millones de dólares, se contrató en el 2017. Entonces obviamente las premisas financieras, todos los ejercicios financieros que nos hicieron los banqueros y las tasas que se negociaron, se hicieron bajo una premisa que ya no atiende a la realidad de hoy”.
Así explica el ejecutivo, la reorganización de la deuda en dólares de la televisora del Ajusco, que los tenedores de bonos buscan cobrar de manera anticipada, aun cuando las negociaciones para tal efecto entre la televisora y los bancos, llevan 18 meses sucediendo.
“El planteamiento nunca ha sido no pagar. El planteamiento es: tengo un documento de 400 millones de dólares con una tasa que se vence en 2024, quiero reestructurarla y conseguir mayor plazo, mejor tasa y una condición distinta que atienda la realidad de la empresa y del país”.
“Es un tema completamente de operación financiera, agravada por la situación especial de los medios tradicionales y por la situación específica de la economía mexicana”.
Concluye el ejecutivo, subrayando que todos los medios de comunicación tradicionales, como radio, televisión e impresos, están pasando por esta circunstancia, sobre todo por la baja en los ingresos y porque todos son un negocio de costos prácticamente fijos.
En un escenario de “adaptarse o morir”, el gran reto es el rediseño de las finanzas y las nuevas estrategias para competir, que no dan tregua en el ambicioso negocio de comunicar, informar y entretener…