La pandemia del coronavirus enmascara cifra de 1200 migrantes muertos en primer semestre de 2020

La emergencia sanitaria mundial sumada a los cierres fronterizos ha incrementado los numerosos riesgos que corren las personas que han salido de su país en busca de seguridad o un trabajo para subsistir. El COVID-19 es una amenaza adicional para los migrantes, que no tienen acceso a los servicios de salud.

La irrupción de la pandemia del coronavirus y los cierres fronterizos no han hecho más que aumentar los riesgos que sufren los migrantes durante sus travesías en un contexto en el que el apoyo humanitario y el rescate son cada vez menos accesibles, informó este viernes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Según los datos que ofrece su Proyecto de Migrantes Desaparecidos, durante el primer semestre del año muchos migrantes quedaron varados debido a los cierres de fronteras y no pueden llegar a un lugar seguro, además de carecer acceso a los servicios de salud.

La dificultad de ejercer las medidas de distanciamiento social en los países de tránsito y de destino también implica que las personas que trataron de emigrar de manera irregular en ese período corran un mayor riesgo de contraer el virus.

En paralelo, la OIM destacó que en el transcurso de la pandemia cada vez es más difícil recabar datos sobre muertes y desapariciones. Por eso, aclara que la cifra recolectada de 1200 personas no incluye lo que estima son muchas más muertes de trabajadores migrantes relacionadas con los casos de COVID-19 debidos a las restricciones de movilidad y los cierres.

El director del Centro de Análisis de Datos sobre la Migración Mundial de la OIM, Frank Laczko, destacó que la falta de atención a los temas relacionados con las migraciones indica que el número de fallecimientos es seguramente mucho más grande.

“El hecho de que estas cifras no incluyan las muertes de trabajadores extranjeros debidas al COVID-19 -que pocos países publican actualmente- dificulta saber las verdaderas repercusiones de la pandemia en los migrantes”, dijo.

Añadió que la OIM y otros agentes humanitarios solo pueden abordar eficazmente estos desafíos con datos completos recopilados por los Estados.

Situación en Estados Unidos
El pasado 5 de julio, una Patrulla Fronteriza de Estados Unidos encontró a una mujer no identificada cerca de la ciudad de La Grulla, en el estado de Texas, cerca de la frontera con México. Los agentes condujeron a la víctima a un hospital cercano donde dio positivo en la prueba de COVID-19, unas horas después la migrante murió.

El deceso de esta mujer es el único registrado en los datos de la OIM como un caso positivo de coronavirus.

Sin embargo, los medios de comunicación cifran en 1400 el número de migrantes muertos en Estados Unidos a causa del COVID-19. Esas personas eran originarias de los países de América Central, principalmente. Tres de ellas murieron en centros de detención y, al 13 de julio, 1175 detenidos eran portadores del virus.

Al mismo tiempo se confirmaron los casos positivos de al menos 45 empleados federales en los centros de detención y se notificaron otros 930 casos entre los contratistas privados que administran los centros de detención de Estados Unidos.

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