La paridad en México es una paridad constitucional: Dra. Flavia Freidenberg

*La clase política debería tenerle menos miedo a las mujeres’ sostiene la profesional  analista de la Ciencias Políticas .

21.04.2025.- Panamá fue pionero en legislar sobre la paridad de género en la política. Sin embargo, en la práctica existen válvulas de escape que permiten a los partidos no postular mujeres refiere la Doctora Flavia Freidenberg.

La analista política, quien ha estudiado por años los partidos políticos y la democracia en Panamá. Junto con IDEA Internacional, presentó unos cuadernillos dónde aborda el reto de construir una democracia paritaria entre hombre y mujeres, refiere al medio La Estrella de Panamá.

¿En qué consiste el concepto de paridad en política y cuál es el estado actual de Panamá? le pregunta el periodista Adolfo Berríos Riaño.

La mayoría de la población, el 50,4% en el caso de Panamá, son mujeres y la idea es llevar esa diversidad a las instituciones y a la política. Cuando hablamos de la paridad lo que estamos haciendo es un llamado a la igualdad sustantiva y eso significa que el 50% de las mujeres tengan acceso al 50% del poder, señala en su valoración analitica.

Desde hace algunos años se han desarrollado desde diferentes países iniciativas, agendas políticas, propuestas para hacer que las mujeres lleguen en igualdad de condiciones que los hombres a la competencia política y que integren de manera paritaria las instituciones, advierte.

Panamá es uno de los países que tiene aprobada la paridad en sus leyes desde hace muchos años, es más ha sido uno de los pioneros digamos, pero ese diseño paritario en el caso panameño es débil, en comparación a otros países como México, como Bolivia, como Costa Rica, que también habiendo aprobado un diseño paritario. Cuando uno va a las instituciones no ve 50% de mujeres, al contrario, de 71 escaños sólo 15 están ocupadas por mujeres en la actual Asamblea Legislativa, abunda la investigadora.

La Interrogante es porque entonces ¿no se cumple esa paridad en Panamá? a lo que diserta sobre las válvulas de escape que tiene su norma.

“Una de las razones más importantes es que esa ley que exige la paridad es débil y tiene lo que nosotros llamamos una válvula de escape. Los partidos políticos tienen un recurso legal para no cumplir lo que dice la norma. La norma les exige poner el 50% de las candidaturas y cuando tú vas a registrar la candidatura resulta que los partidos pueden presentar una cartita que dice que no hay suficientes mujeres como para cumplir el 50% de las candidaturas, entonces esa válvula de escape permite legalmente a los partidos no cumplir con la paridad. Yo creo que los partidos o la dirigencia de los partidos políticos están en deuda con las mujeres panameñas. Simulamos que tenemos un sistema paritario pero en la práctica no se cumple.”

El periodista indaga en su entrevista sobre la evaluación de Panamá en comparación con otros países?

La representación de mujeres en la política panameña es de 21,13% y la media de América Latina es 35,8% según datos de la unión interparlamentaria que lo pueden encontrar en el observatorio de género de la Cepal.

Y viene el cuestionamiento en relación con el machismo ¿Cómo ha logrado un país con una prevalente cultura machista como México lograr 50% de paridad?

“Lo primero que se ha hecho es tener un diseño electoral de género, las reglas del juego, las leyes fuertes. La paridad en México es una paridad constitucional. Es el único país de la región que la tiene en la Constitución y que están abocados a construir democracias paritarias” advierte la científica.

“Además, hay mandato de posición fuerte. ¿Eso qué quiere decir? Que es en cremallera y alternancia. Si hay una candidata mujer encabezando la lista, su segundo sí o sí tiene que ser hombre, su tercera mujer, su cuarto hombre y así sucesivamente. Si está encabezada por hombre, la segunda tiene que ser mujer y se va alternando. Y eso se llama mandato de posición“, explica .

Panamá no tiene mandato de posición, reconoce, tiene dice, una paridad vertical. Tienes una lista y 50 tienen que ser hombres y 50 mujeres. Si solo dices paridad vertical sin el mandato de posición, lo que te pasa es que te ponen todas las mujeres en los escaños de abajo de la lista y solo entran los que de arriba de la lista y siempre ganan los hombres.

Otra cosa que es importante es que haya sanciones fuertes. México tiene una sanción muy fuerte, tú no puedes registrar la candidatura en el momento que la presentas si no cumples.

“No es que te van a dar unos días para arreglarla. O la cumplís o la cumplís. Si no, no la puedes registrar”.

El caso panameño es muy llamativo porque lo que tú tienes es una ley que dice que somos paritarios, sin mandato de posición, sin sanciones por no cumplir con lo que dice la ley, con registro de candidaturas paritarios, pero además con la posibilidad, es decir, con una válvula de escape que permite a los partidos no cumplir con esa exigencia de paridad.

¿Sabes cuántas mujeres hubo candidatas en la elección del 2024? 19%, o sea, es imposible tener el 50% del poder si cuando estás en las candidaturas tienes sólo el 19% de las candidaturas.

La inevitable narrativa que se escucha en los hombres y algunas mujeres surge al no entender que las oportunidades no son las mismas: ¿No debería estar el sistema basado solo en méritos y no en género?

Flavia Freidenberg responde con mesura. “El problema es que no están las mismas condiciones y eso es lo que les estamos pidiendo, pónganos las mismas condiciones y vamos a ver quién gana. Yo coincido completamente contigo y creo que por supuesto entre las mujeres va a haber mujeres muy competitivas y va a haber otras mujeres que no, pero que nos dejen jugar, que nos dejen jugar en igualdad de condiciones. Ahora mismo está este argumento meritocrático, “si ellas quieren que vengan y compitan”, pues entonces déjame llegar a la candidatura. El problema es que no me dejan llegar a la candidatura porque me argumentan con unas cartitas de que no hay mujer, entonces los partidos no hacen esfuerzos para conseguir mujeres competitivas adentro de sus organizaciones, no tienen incentivos, no tienen incentivos porque cuando llega el día de las elecciones pueden ir a jugar sin ellas y no pasa nada”.

En Panamá, insiste Flavia Freidenberg, “la cancha está inclinada. Lo que las mujeres estamos reclamando es que la cancha esté pareja, que nos dejen competir y que veamos en la competencia quién gana”.

“En Panamá, es evidente el activismo de muchas mujeres en los partidos políticos y hemos tenido grandes líderes políticas a lo largo de nuestra historia. ¿Por qué un partido no promovería a sus mujeres?

“Hay múltiples factores, por supuesto hay factores culturales, hay una visión de que los hombres son mejores líderes, que los hombres lo hacen mejor, que las mujeres tienen que estar en casa y que los hombres tienen que están más preparados para el espacio público, pero eso ocurre en todos lados, digamos, no es sólo algo de Panamá”.

“A mí me da la impresión de que es difícil compartir el poder, si vos tenés el poder no querés dárselo a alguien. La cuestión está en que es muy difícil también para mí hablar de una democracia sin mujeres y lo que hoy tenemos en Panamá es una democracia sin mujeres y yo soy de las que piensa que si no hay mujeres entonces es que no hay democracia”.

“La clase política panameña debería tenerle menos miedo a las mujeres y debería entender que las mujeres somos muy diversas, muy plurales, así como habemos mujeres que somos feministas, de izquierda, progresistas, puede haber otras mujeres que son de derecha, conservadoras. La paridad no es sólo de un grupo, la paridad es para todas y para todos, porque significa la igualdad, significa construir una sociedad de iguales, entonces yo me preguntaría por qué los hombres se resisten tanto al poder de las mujeres.

¿Qué se necesita para lograr un cambio? inquiere el periodista.

“Necesitas votos. Necesitas una asamblea legislativa que vote por eliminar el artículo 373 del Código Electoral, dónde está la válvula de escape. Por supuesto que todas las acciones desde la sociedad civil, desde los medios de comunicación, desde la sociedad organizada, el movimiento de mujeres, todo esto son recomendaciones y sugerencias que tienen que ser adoptadas desde la propia sociedad panameña. Pero la decisión es algo que la tienen que impulsar las mujeres y los hombres panameños y yo confío en ellos, yo llevo desde el año 2009 trabajando sobre Panamá, estoy muy agradecida con Panamá, me ha enseñado muchísimo Panamá sobre el funcionamiento de los partidos políticos, las primarias y las condiciones de igualdad y yo confío en los hombres y las mujeres pensantes, porque esto no sólo lo hacen las mujeres, tú necesitas a hombres comprometidos con la paridad.

“En una Asamblea donde tienes una mayoría de hombres, ¿cómo consigues los votos?

Con hombres que entiendan que la democracia está basada en la igualdad, con hombres comprometidos con la democracia, con hombres que entiendan que hoy Panamá reproduce mecanismos de exclusión que hay que eliminar y entonces yo apuesto por la razón. Es como cuando nos dieron el voto a las mujeres. Nos decían lo mismo, no, no están capacitadas, tienen que estar en la casa, tienen que cuidar.

“Yo creo que una democracia fuerte es una democracia paritaria, es una democracia donde hombres y mujeres tanto en el ámbito público como en el ámbito privado tienen las mismas condiciones y oportunidades.

“En Panamá la cancha está inclinada. Lo que las mujeres estamos reclamando es que la cancha esté pareja, que nos dejen competir y que veamos en la competencia quién gana”, concluye.

La doctora Freidenberg tiene una amplia trayectoria en la investigación de las ciencias políticas.

Licenciada en Ciencia Política en la Universidad de Belgrano, Argentina.