Scta Públucs.
Claudia Rodríguez.
Los indecisos van ganando.
Lo que sigue en materia electoral, es hacer proyecciones sobre la votación federal de 2021. Todas apuntan que con todo y Alejandro Moreno en la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI), esta organización política no tendrá mucho que hacer en las elecciones federales venideras. Acción Nacional seguirá secundando a Morena como líder en la preferencia electoral de los votantes –que no de los mexicanos.
De acuerdo con las estadísticas publicadas apenas al inicio de esta semana por el periódico El Financiero, serán para Morena tres votos por cada uno que obtenga Acción Nacional: no obstante, se hayan perdido para el partido en el poder, al menos 10 puntos de la intención del voto con la que se encumbraron en el 2018. En números reales Morena tendría en intención del voto 36 por ciento, el panismo 12 por ciento, y aquí lo relevante para el Gobierno actual: los indecisos tienen ya capturado el 42 por ciento de la intención del voto, que además puede seguir elevándose.
Ya no nos representan
Todo parece indicar que los gobernados y los ciudadanos frente a las urnas y alejados de estas, lo que intentan hacer patente cada vez con más vehemencia, tanto a los partidos políticos que han pasado por el Ejecutivo como al que se encuentra hoy al frente del Ejecutivo federal, e incluso a los que intentan llegar por primera vez cuando menos a una mínima parcela de poder; es que de plano, no nos representan.
El 42 por ciento de ciudadanos indecisos que actualmente se calculan existen en México sobre cómo participar en el juego de la democracia; la gran mayoría de ellos no intenta cambiarse de camiseta, sino despojarse de todas con la insignia de partido político.
De crecer el número de vacilantes que no migren su preferencia a otra organización política y sí muestren su descontento por el sistema democrático imperante en el país en las mismas urnas de votación, es cuando se tendría la oportunidad de incidir de manera toral en los modelos democráticos, si esto se manifiesta por arriba del 50 por ciento en la acción de nulificar su propio voto.
Más sabemos, que muchos de nosotros hacemos señalamientos negativos debido a la actuación de los partidos políticos y de sus líderes e integrantes, pero en el momento en que nos encontramos en la intimidad que nos proporciona la mampara, marcamos en la papeleta electoral, al que consideramos “menos malo” o el que a nuestros intereses personalísimos convenga. Seguimos haciendo “el caldo gordo” al festín de la democracia del sistema de partidos políticos en decadencia.
Presupuesto o capacidad
La otra pregunta que está en el aire es si verdaderamente corre riesgo la organización del proceso electoral 2020-2021 ante el recorte presupuestal impuesto al Instituto Nacional Electoral (INE), tan vociferado por su consejero presidente Lorenzo Córdova Vianello.
El mismo consejero ha señalado que el recorte presupuestal a la institución que preside afectará áreas importantes: la infraestructura de monitoreo y la emisión constante de credenciales de elector.
Lo que lleva definitivamente a promover entre el electorado una sensación de que no sólo los participantes en el juego de la democracia nos han defraudado, sino incluso en la seriedad y cabalidad de los procesos electorales venideros.
Abona también al desencanto democrático, que de igual forma a sus antecesores, el que está ahora encumbrado en el poder y prometió hacer un cambio de rumbo de 180° a la política mexicana, nada más anda muy desnorteado.
Acta Divina… Priistas, panistas y morenistas, aseguran ganar en el 2021.
Para advertir… Los perdedores: los mexicanos.
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