*La Columna.
/Por Fanny Yépez/
En esta fase de conclusión de un sexenio estatal, en el estado de Veracruz se está registrando un problema de desempleo que afecta a miles de familias que están sufriendo al haberse quedado desocupadas en vísperas de navidad.
El desempleo también puede tener consecuencias económicas y sociales, como la pobreza intergeneracional y la exclusión social. En el caso de los jóvenes, la falta de oportunidades puede desembocar en violencia y delincuencia.
El Semáforo de Movilidad Social, presentado el organismo, indica que en Chihuahua, Querétaro, Yucatán, Hidalgo, Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Durango, Aguascalientes y Guanajuato la proporción de hogares que permaneció en situación de pobreza laboral -con un ingreso per cápita laboral inferior al costo de la canasta alimentaria- se ubicó por arriba del 71 por ciento.
En el segundo trimestre de 2024, la tasa de desempleo en Veracruz era de 2.01%. En el primer trimestre de 2024, Veracruz se encontraba entre los estados con menor tasa de desocupación a nivel nacional, con un 1.7%.
En cuanto a la población ocupada, en el segundo trimestre de 2024, Veracruz tenía 3.37 millones de personas ocupadas, lo que representa un 4.01% menos que el trimestre anterior.
De acuerdo con el Coneval, el porcentaje de pobreza laboral en México en el primer trimestre de 2024 fue de 35.8%, el nivel más bajo registrado. Esto representa una disminución de 1.9 puntos porcentuales respecto al mismo periodo de 2023, cuando el porcentaje era de 37.7%.
En el segundo trimestre de 2024, la pobreza laboral disminuyó en ambos ámbitos, urbano y rural, aunque en mayor medida en el urbano:
En el ámbito urbano, la pobreza laboral pasó de 33.9% a 30.9%.
En el ámbito rural, la pobreza laboral pasó de 50.2% a 47.6%.
En el trimestre 2024-I, la población en pobreza laboral pudo cubrir solo el 42.3% de la canasta alimentaria con su ingreso laboral.
En cuanto al cambio trimestral, la pobreza laboral pasó de 35.0% a 35.1% entre el segundo y el tercer trimestre de 2024, manteniéndose en niveles similares.
En 25 de las 32 entidades federativas se presentó una reducción de la pobreza laboral entre el primer trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024; entre las entidades federativas destacan Campeche con 7.3 puntos porcentuales; Veracruz con 6.6, así como San Luis Potosí con 6.5.
De acuerdo con el CONEVAL, Veracruz fue una de las tres entidades con mayor incremento en el ingreso entre el primer y segundo trimestre de 2024, con un porcentaje de 21.7%.
En 2020, el porcentaje de pobreza en Veracruz era 19.9 puntos porcentuales mayor que el porcentaje nacional. En ese año, las principales carencias sociales en Veracruz eran: Acceso a la seguridad social, Acceso a los servicios de salud, Acceso a la alimentación.
El 51.7 por ciento de la población veracruzana, es decir, 4 millones 244 mil personas, se encuentra en situación de pobreza, de las cuales el 13.1 por ciento vive en pobreza extrema. Estos números sitúan al estado de Veracruz en el cuarto lugar a nivel nacional con el mayor porcentaje de su población viviendo en estas condiciones.
De acuerdo con el Informe sobre la Medición de Pobreza 2022 publicado por el Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), el porcentaje de la población en situación de pobreza en el estado de Veracruz disminuyó del 58.6 por ciento al 51.7 por ciento entre 2020 y 2022, lo que representa un cambio de 4 millones 749 mil a 4 millones 244 mil personas en situación de pobreza a nivel estatal.
El combate a la pobreza y desempleo no es tarea fácil.
En el periodo 2018-2022, Veracruz redujo la pobreza en 11.1%, la moderada en 9.4% y la extrema en 15.8%. En este periodo, Veracruz fue el estado con mayor avance en la reducción de la pobreza en el país.
Para combatir la pobreza y el desempleo, algunas recomendaciones son:
Mejorar las capacidades productivas de la población con mayor rezago social.
Asegurar el acceso a servicios básicos y a la alimentación.
Identificar oportunidades de inversión en sectores estratégicos.
Crear oportunidades para empleos buenos y decentes.
Apoyar prácticas inclusivas y negocios sostenibles.
Promover mejores políticas gubernamentales