La posverdad se sostiene, crece y multiplica dentro del contexto digital.

* A esta tendencia hay que añadirle la elaboración de videos, audios y textos con IA.

*”Quienes deliberadamente construyen falsedades con apariencia de noticias o informaciones verídicas son los que están dedicados a dislocar la conversación pública para favorecer o perjudicar a una persona, causa o intereses específicos” Raúl Trejo Delarbre.

01.10.2025.- El mundo entero vive actualmente bajo el peso de una distorsión deliberada y constante de la realidad, conocida como posverdad, la cual se sostiene, crece y multiplica dentro del contexto digital.

Con suma facilidad, noticias e informaciones falsas se generan y corren por las diversas redes sociodigilates (YouTube, Facebook, Instagram, X, TikTok…), aparentando ser verdaderas y creando confusión entre las personas.

“El problema radica en que, con demasiada frecuencia, esas noticias e informaciones falsas no son verificadas, y en que una gran cantidad de personas no las consumen más que en dichas redes sociodigitales”, afirmó Raúl Trejo Delarbre, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales e investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

En opinión de Trejo Delarbre, quienes de manera deliberada construyen falsedades con apariencia de noticias o informaciones verídicas son aquellos que están dedicados a dislocar la conversación pública para favorecer a una persona, una causa o intereses específicos, o bien para perjudicarlos.

“Incluso hay gobiernos que tienen agencias destinadas a propalar mentiras en las redes sociodigitales. Por ejemplo, a decir de The New York Times, el servicio de inteligencia ruso cuenta con un área desde la cual centenares de operadores difunden todos los días, en distintos idiomas, noticias falsas, y de ese modo ha llegado a afectar elecciones en otros países, como ocurrió con las de Estados Unidos hace algunos años, o a distorsionar lo que sucede a partir de la invasión de Ucrania”.

Asimismo, agregó, “hace poco tiempo se conoció en México –por medio de una investigación del grupo de la periodista Carmen Aristegui– la existencia de una división del consorcio Televisa que, si bien es ajena a sus noticieros, crea noticias falsas lo mismo para elogiar a personajes o negocios afines a esa empresa que para denostar a quienes están en contra de sus intereses. Y, por supuesto, no faltan los ‘despachos de relaciones públicas’ que generan mentiras y se las venden a sus clientes para mejorar su imagen –o empeorar la de sus adversarios o enemigos– en las redes sociodigitales”.

Una gran cantidad de individuos sólo consumen lo que se publica en las redes.

Inteligencia artificial

Siempre ha habido manipulación de noticias y de informaciones. Sin embargo, hace 10 años el contexto digital fue especialmente reconocido como proclive a las mentiras. Y hoy en día, a esta tendencia hay que añadirle la elaboración de videos, audios y textos con inteligencia artificial.

Al respecto, el también periodista y escritor comentó: “Ahora vemos videos donde aparecen personajes públicos en situaciones en las que jamás han estado o audios que replican la voz de personas conocidas diciendo cosas que nunca han dicho, o textos muy bien diseñados y elaborados de acuerdo con las creencias de un grupo de personas que satisfacen sus expectativas con mentiras. Así pues, a la distorsión creada por individuos con intereses, mercaderes y mentirosos profesionales debemos sumarle la posibilidad de que haya videos, audios y textos falsos que nos confundirán aún más porque parecerán reales”.

De unos años acá, los noticieros de la televisión y la radio se ven y escuchan menos, y la lectura de periódicos va en picada en todo el mundo (México no es la excepción).

“Ciertos estudios llevados a cabo en Estados Unidos y otros países han establecido que cada vez más personas consideran que les basta con enterarse de las noticias en las redes sociodigitales para estar al tanto de los asuntos públicos. Y esto es muy preocupante”, alertó Raúl Trejo, especialista en nuevas tecnologías y sociedad.

Efectos

Según Trejo Delarbre, la posverdad puede tener distintos efectos: desde la perturbación momentánea de las personas hasta la devastación de la democracia. No hay que olvidar que todas las sociedades hacen descansar su participación cívica –o sea, el involucramiento de los ciudadanos en los asuntos públicos y, por lo tanto, la solidez o no de la democracia– en la calidad de la información que tienen.

“Sobre todo en sociedades como la mexicana siempre ha habido un déficit de información; aquí, en distintas épocas de nuestro desarrollo político, ésta ha sido manipulada y controlada, y en ello ha influido determinantemente el Estado. Pero ahora que disponemos de fuentes muy variadas y plurales de información en las redes sociodigitales, mucha gente confía en ella sin reparar en la verosimilitud o no de esas fuentes. En la actualidad, las democracias se sustentan, en buena medida, en el periodismo profesional. Entonces hay que reconocer la distorsión de la realidad y el reemplazo paulatino y parcial, pero no constatable, del periodismo profesional por noticias e informaciones a cargo de operadores de las redes sociodigitales no necesariamente verificados y que propician un daño grave a las democracias contemporáneas”.

Nuestras redes sociodigitales se conforman con base en los amigos o conocidos a los que seguimos, en el tipo de intereses que mostramos y en los algoritmos; así, están diseñadas –y son manejadas– para que nos brinden más información similar a la que nos gusta.

“En ese sentido no podría decir que propicien conductas enfermizas. Lo que hacen es conectarnos con otros individuos con gustos o preocupaciones similares a los nuestros, u ofrecernos universos atractivos o inquietantes en los que quizá no habíamos pensado y de los cuales decidimos ser seguidores… Igualmente creo que los contenidos engañosos que hay en las redes sociodigitales y que incitan a la violencia e, incluso, a las autolesiones, no van a desaparecer, al menos en un tiempo largo; de tal suerte que lo mejor es reconocer que existen y anticiparnos a las dudas que los jóvenes tienen al acercarse a ellos”, indicó Raúl Trejo Delarbre.

De ahí la necesidad de adquirir una alfabetización digital que nos permita saber cómo funcionan las redes sociodigitales y, también, de estar en un permanente estado de alerta, porque en ellas abunda la información falsa, engañosa o perjudicial.

“Sólo si aprendemos a distinguir entre las mentiras y los asuntos reales, entre las supercherías y los temas científicos, entre el fanatismo violento o autolesivo y los temas enriquecedores, podremos lograr que los contenidos enfermizos dejen de tener tantos seguidores y simpatizantes”, sostuvo el profesor de la UNAM.

Verificación

¿Qué se puede hacer ante la circulación cada vez más abundante de contenidos falsos en las redes sociodigitales? En primer lugar, estar muy alertas y no creerle a la primera nota que leemos y que quizá nos gusta porque coincide con nuestros puntos de vista.

“Tendríamos que ir a otra fuente para verificar si ha tenido respaldo de otros medios y sustento en un origen certificado. En el caso de la inteligencia artificial, hay pautas que se están discutiendo en todo el mundo; por ejemplo, que en la creación de contenidos generados con ella sea obligatorio incorporar una marca digital indeleble que nos permita saber que son verídicos. También es importante que las empresas de redes sociodigitales tengan sistemas de comprobación que ayuden a identificar lo que es falso y ponerlo entre paréntesis o etiquetarlo, para que se determine su salida de la red o para que lo revisen las personas”, apuntó el investigador universitario.

Lo malo es que los grupos profesionales de Facebook, Instagram y X que se encargaban de verificar todo tipo de contenidos, incluidos los elaborados con inteligencia artificial, fueron desmontados el año pasado, porque no le gustaban al gobierno de Estados Unidos, y reemplazados por verificadores voluntarios, lo cual presenta innumerables desventajas, como la falta de profesionalismo y de imparcialidad de estos últimos.

“Por último, habría que insistir en la necesidad de la alfabetización digital. Eso lo planteamos hace 30 años y sigue sin ser una realidad. Es fundamental que, desde la primaria, pero especialmente en las universidades, se instruya a los estudiantes acerca de los recursos disponibles para revisar, comparar y verificar contenidos, y sobre la importancia de mantener siempre una duda razonable ante cualquier contenido impresionante, escandaloso, extravagante o revelador, por muy verídico que parezca”, expresó Trejo Delarbre.

Segundos de meditación

Finalmente, Raúl Trejo Delarbre recomendó que antes de darle un like a un post en Facebook o de reenviar un tuit en X, nos preguntemos si de verdad esa versión que nos gusta tanto, por qué nos llama tanto la atención, y si será cierto o no.

“Unos segundos de meditación nos pueden ahorrar varios reposts o retuits de falsedades”, concluyó.

Antes de darle un like a un post es recomendable corroborar si es verdad o no.