La provocada inseguridad

Astrolabio Político

Por: Luis Ramírez Baqueiro

“Una sola traición basta para empezar a desconfiar hasta de los más leales.” – Fred Rogers.

10:30 de la mañana al menos 2 sujetos ingresaron al pasaje Enríquez en Xalapa.

Cámaras de vídeovigilancia captaron la escena, mientras se están iniciando las actividades comerciales de este pasillo en donde diversos establecimientos venden sus productos; una joyería es el objetivo de un atraco.

A escasos 250 metros en la misma manzana se ubican las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del Estado de Veracruz y a 150 metros más las oficinas del mismo Gobernador del Estado.

La esquina donde se ubica el edificio base de las fuerzas de seguridad estatal se encuentra siempre repleto de elementos fuertemente armados, que extrañamente nada hicieron para detener a los delincuentes, que inclusive se afirma huyeron en un vehículo sedán rojo saliendo en sentido contrario por la calle Primo Verdad.

Testigos cientos, dan cuenta del hecho, muchos coinciden en que los asaltantes enmascarados con cubrebocas so pretexto de la pandemia tienen corte de policías, aun cuándo ya algunos medios deslizan la versión de que los sujetos serían extranjeros.

En sus primeras declaraciones las empleadas de la joyería afirmaron que uno de ellos vestía playera blanca, bermuda y uno portaba una mochila negra, el otro, pantalón de mezclilla y sombrero de paja; los dos iban armados.

Aun cuando pasadas administraciones estatales impulsaron junto a las cámaras empresariales el uso del botón de pánico, este simplemente no funcionó, los elementos de seguridad jamás llegaron a pesar de estar tan cerca.

Una de las testigos –quien nos pidió reservarnos sus datos- asegura, son los mismos que han provocado los últimos actos vandálicos en Xalapa, son tan burdos, que ni las botas policiales se quitaron, así fueron los que hicieron rayones y pintas durante las marchas de féminas y la más reciente protesta de supuestos vándalos en el centro de la capital.

De igual manera a escasos metros del lugar del atraco en las instalaciones del Hotel México se denunciaba también otro robo.

La victima un huésped quien afirma acude con regularidad pues recibe tratamiento psicológico en esta capital.

El afectado de nombre Guillermo Zárate Viveros, originario de la localidad de Barro Blanco, Municipio de Tepetlán, aseguró que salió a cenar la noche de este martes y regresó al hotel entrada la mañana de este miércoles.

Cuando ingresó a la habitación a la que lo habrían cambiado porque donde le asignaron no contaba con Internet.

Según sus propias palabras: “Me dieron el cuarto 210 y me cambiaron al cuarto 308 porque tuve problemas de internet. Alrededor de las 18:00 horas, yo salí a cenar y regresé hoy en la madrugada, alrededor de las 5:30 y cuando vi, mis cosas ya se habían perdido. No había nada y el cuarto estaba limpio. Simplemente no me dan explicación de quién entró y qué pasó”.

El reclamo del cliente es sumamente entendible, pues el hotel debe responder por todos sus huéspedes mientras estén o no dentro de la habitación.

Lo extraño nuevamente la cercanía con la sede de la Secretaría de Seguridad Pública.

Todo esto a escasas horas del homicidio de la rectora del Instituto Valladolid, Guadalupe Martínez, que ha conmocionado a la sociedad xalapeña.

Es evidente que las fallas en seguridad tienen nombre y apellido, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez debe urgentemente solicitar cuentas al titular de la dependencia Hugo Gutiérrez Maldonado.

La parentela con la primera dama de la nación, -que ha resultado ser una joyita expresiva para los temas sensibles en redes sociales-, no debe ser más impedimento para que el Ejecutivo Estatal se sacuda a este sujeto.

Ni compromiso, ni respeto a los veracruzanos, ha mostrado el señor secretario, quien ni veracruzano es, pero que, si enlistamos, le ha dado pésimos resultados al gobernador.

Urge señor gobernador que de inmediato pida cuentas y de ser posible finque responsabilidades con tan nefasto funcionario, a quien el encargo le vino grande, o le resultó un estupendo negocio.

La solución está en su cancha señor gobernador.

Al tiempo.