Crimen y Castigo
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Periodistas Cultura
Las versiones de Enrique Márquez y Jorge F. Hernández de lo que pasó hace unos días tienen vacíos muy notorios. Y no debería ser así porque estamos en una administración que enarbola la bandera de la transparencia… o eso nos dijeron.
Cuando Hernández anunció en Twitter, el tribunal en tiempo real de todos los casos, que había sido cesado de su cargo como ministro para Asuntos Culturales de la Embajada de México en España, se dijo que la probable razón de su salida fue el artículo que escribió; “Por placer”, publicado en el periódico Milenio, en el que cuestiona los dichos de Marx Arriaga, director general de Materiales Educativos de la SEP, sobre la lectura.
Pero luego Márquez, director Ejecutivo de Diplomacia Cultural de la SRE, dijo que lo despidieron por hacer comentarios misóginos contra la embajadora María Carmen Oñate. Y todo se enrareció.
¿Qué dijo? No lo sabemos, pero en varias entrevistas el escritor ha dejado entrever que fueron dichos sobre Marcelo Ebrard, titular de la SRE, que no dijo nada misógino contra la embajadora, y que los misteriosos dichos fueron lanzados en una cena privada en la Ciudad de México, en donde estuvo presente un funcionario de la SRE.
También sabemos que tal funcionario grabó y amenazó al propio Hernández con publicar lo que dijo. Si es esto cierto ¿por qué Márquez no denunció una grabación ilegal, y las amenazas de parte de ese “advenedizo incómodo”?, ¿por qué dio validez a declaraciones en un evento privado?
La argumentación del escritor tampoco es clara, por momentos, dice, tuvo que ver con el caso Arriaga y en consecuencia habla de una censura y, en otros, que tuvo que ver con Ebrard.
Al final hay muchos significados de la última foto de Hernández en la Embajada junto a Oñate, a quien ha descrito como una dama. Y quedan preguntas: ¿le avisó Márquez a la embajadora que iba a tomar la decisión de cesar a Hernández?, ¿Cómo quedaron las relaciones Márquez-Oñate?, ¿este asunto quedará nomás como otro de los ya frecuentes tropiezos del director de Diplomacia Cultural? ¿Hernández dará a conocer el nombre del “advenedizo incómodo” y qué dijo o qué le sabe a Ebrard?
En una entrevista dijo que esos dichos que ya le costaron la chamba son su “as bajo la manga”, que no le busquen porque lo encuentran. Menos mal que es un lío entre diplomáticos, que si no.