Alhajero
Martha Anaya
¡Volvemos a lo mismo insistió –María Marván– a (Andrés Manuel) López Obrador no le gustan los contrapoderes…; y no le gusta una sociedad que se organiza no bajo sus términos!”
El tema había sido la transparencia. Pero esta vez, la pregunta se relacionaba con el enojo del Presidente con la CNDH (y su presidente, Luis Raúl González Pérez).
Irritación que ha llevado al mismísimo jefe del Ejecutivo a declarar en plena mañanera que en la CNDH no tienen vergüenza, que no tienen autoridad moral, que se quedaron callados ante la corrupción de sexenios pasados. En este sentido, la ex consejera del IFE en Jalisco y fundadora del IFAI apuntaría algo más:
-El nivel de irritación (de AMLO) es muy poco republicano y muy poco real… Yo puedo creer que ha habido fallas en la CNDH. Pero en especial este presidente de la Comisión, González Pérez, creo que ha sido muy duro.
“Con el gobierno de Peña Nieto fue durísimo. ¡Y claro que señaló Ayotzinapa y otras cosas más… No es justo decir que él estaba callado mientras sucedían casos de corrupción.”
Además –diría la doctora Marván en la charla que sostuvimos para El Heraldo TV, trasmitida ayer por la noche, “es muy insultante”.
-No lo merece Luis Raúl…
-¡No lo merece la República! –interrumpió-. Yo creo que alguien con sentido republicano, de división de poderes y de institucionalización del mismo, tiene la obligación de tratar con comedimiento al Poder Legislativo, al Poder Ejecutivo, a los organismos constitucionales autónomos, a los gobernadores de los estados…
“Hay una deferencia republicana que le debe uno a otro, más cuando es elegido por el voto popular…”
-Con 30 millones de votos.
– Y sus 30 millones de votos –sostendría Marván– no le alcanzan para insultar. Porque yo creo que ni el 100% de los votos le alcanzan a un representante del pueblo para insultar a nadie más.
La politóloga y socióloga reconocería que a todos los mandatarios –unos más, otros menos- les molesta la transparencia. En este caso, el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (Inai).
“Pero nadie tan honestamente como López Obrador, nadie como él –sostendría-, ha dicho: ‘A mí me disgusta la ley, a mí me disgusta la institución…, me parece que no debería existir’”
-¿Qué pasaría si no existiera el INAI?
La respuesta de Marván vendría con un ejemplo sencillo: “Regresaríamos a la época en que no sabríamos ni cuánto gana el Presidente.
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GEMAS: Obsequio de López Obradorante la irrupción de un grupo al hotel donde dormiría en SLP: “Si lo hicieron de buena fe o si lo hicieron manipulados, deben de estar avergonzados, porque yo no le hago mal a nadie”.
POR MARTHA ANAYA
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