La República tiene madre.

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Por Inocencio Yáñez Vicencio.

 

Así como en Estados Unidos, se pondera tanto el trabajo de respaldo que hicieron ante la opinión pública Madison, Hamilton y Jay, para que su Constitución fuera ratificada, en escritos en los medios, que después serían recogimos en un libro que lleva por título El Federalista, se les conoce, a pesar de sus diferencias, y reconoce como Padres, en México, tenemos a Norma Piña, que esperemos no esté lejos el día que se restaure la división de poderes y le otorguemos el título, que por muchas razones se ha ganado de Madre de la República.

Desde el arribo de Morena al Poder, no ha dejado un momento de descalificar al Poder Judicial, para justificar su aniquilación. Como todos los movimientos fascistas, no les basta aniquilar físicamente al que consideran enemigo, buscan primero destruir su dignidad, disparan a diestra y siniestra calumnias, difamaciones toda clase de epítetos que lo hagan aborrecible y provoque la irá de la turba.

El primero que recibió la ráfaga de insultos del gobierno morenista fue Medina Mora, que viendo que su resistencia habría de irritar más al jefe de los cuatreros, prefirió renunciar, para que AMLO, nombrará en su lugar a un Ministro incondicional. No paró ahí, siguió una campaña contra todo el cuerpo de ministros de SCJN, exhibiendo supuestos privilegios, que desataron un linchamiento mediático contra ellos. No conforme con hacer escarnio de su función, fueron señalados de oponerse a las políticas de ” bienestar”, hasta que Cuitláhuac, organizó la quema simbólica de Norma Piña y otros ministros en el Zócalo de la CDMX.

La anulación del Poder Judicial , escala, según relata el prestigiado peroodista Raymundo Riva Palacio, hasta establecer una Corte Paralela, con una Mesa Judicial, que armaba expedientes por consigna.
La denuncia que puso Julio Scherer, ex consejero jurídico de AMLO, contra Gertz Manero, puso al descubierto la maquinaría de persecusión y venganza contra los enemigos de Morena.

Qué el Poder Judicial cometió omisiones y actos de corrupción? No lo dudo. Desde aquél día que dejaron que AMLO, fuera candidato al gobierno de la CDMX, sin cumplir su residencia. Cuando siendo jefe ya de Gobierno de la Capital, lo perdonó por sus abusos, permitiendo que saliera de esos litigios como mártir. Que los delitos de AMLO con su familia y la nación quedaran impunes. Que los bloqueos a pozos petróleos jamás se castigaran. Que su consulta, al márgen de la ley, para cancelar el aeropuerto capitalino, no fuera frenada.

Que la dueña de la escuela Rebsamen esté en la cárcel y la que otorgó la licencia de construcción que provocó la muerte de niños inocentes, en lugar de ser llevada a la justicia, hoy sea presidenta. Que no halla responsables del derrumbe de la línea 12 del Metro. Que desde el gobierno de Tabasco, La Barredora, filial del CJNG, controle el sur del país.

Que la SCJN tenía que reformarse, eso no tenía vuelta. Había que quitarle al presidente la potestad de proponer ministros. Había que democratizar la votación del pleno.

Había que evitar que en un momento fuera juez y parte. Pero nada de eso buscó Morena, sino todo lo contrario. Cancelar la supremacía constitucional al impedir que la Corte pueda revisar procedimientos y contenidos de la mayoría calificada, bajo el pretexto de que viola la soberanía, es un absurdo, porque el Máximo Órgano Judicial, con eso no legisla, vigila, que el poder ordinario no altere la voluntad soberana que plasmó el poder originarios, el poder Constituyente.

De un plumazo los cuatreros han acabado con el Estado Constitucional y todo porque estos asnos han creído que un poder reformador por la mala fortuna de denokinarse constituyente permanente ya puede modificar la voluntad primaria y, lo peor, que ignoren que el poder reformador puede cambiar el articulado pero sin tocar sustancialmente los dos elemento que dan naturaleza a una Constitución, que son la división de poderes y los derechos individuales, sin los cuales no hay Constitución.
Hoy que Morena ha sustituido a jueces profesionales por jueces de tómbola y venganza, debemos estar más consciente del trabajo independiente de Norma Piña, que desde las primeras andanadas contra el poder judicial, supo resistir a su destrucción. Y cuando decimos resistir, hablamos de que Norma Piña, los ministros que la acompañante y sus familiares han enfrentado toda clase de amenazas.

No cuesta trabajo pensar todo lo que buscó en celulares, correspondencia, bienes, etcétera, algún detalle que pudiera comprometerlas.

Esté donde esté Norma Piña, siempre nos recordará que en México tenemos mujeres brillantes y patriotas, que han renunciado a espectativas cómodas para entregarse a la defensa de nuestra República, a costa de los más grandes sacrificios que significa luchar por frenar las hordas morenistas empeñadas en regresarnos a un ejercicio personal y concentrado del poder y que mientras por un lado digan que el pueblo manda, Trump, los desnuda, hacienda público que Claudia hace todo lo que él manda,