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/ por Livia Díaz /
Inminente convenio entre SesVer y Bienestar. Mejor dicho, indispensable. Mejor dicho entre la federación y el estado. Soñemos…
Ayer martes 7 de octubre mientras la luna se ponía re grandota como una pelotota, en la Secretaria de Salud, con mano no dura sino firme, la gobernadora demandó varios cambios. El secretario de salud Valentín Herrera Alarcón ya estaba mandando a ello… auditoría en Salud Pública y en la tarde ya estaban diciendo que Leonel Efrén Rivera Pinete es el nuevo titular. Pero además habrá consecuencias de todo lo vivido hasta hoy.
Mientras anunciaban Alerta Gris en el estado, un sobrino amor de Alor “se fue a china por chicles”. Nepotismo menos.
Y aún hay más.
Les podemos ayudar donando de todo a los hospitales, medicinas materiales ¿Por qué no? Hagamos de esto una empresa nuestra. Podemos tener los hospitales que necesitamos, digo. Sueño también.
Esperamos reunión del día de mi cumpleaños, 29 de octubre. Del Gabinete. Y veremos. Ya veran. Esto escuché: Con un equipo muy fuerte y dispuesto a darle cara a la demanda de servicio sin presupuesto por parte de la federación, la Tía Chío no se amilanó, y está dispuesta a endeudarse para sostener el servicio y además a que el Hospital de Cancerología no se detenga y con el sueño de convertirlo en un Instituto, ya que dará un servicio único a partir del 11 de noviembre, cuando tiene contemplado inaugurar los cuatro aparatos (aceleradores lineales) más adelantados en el tratamiento del terrible mal, para nuestro bien. Una visión muy clara de futuro, porque siendo el segundo lugar en la República Mexicana, y quizá en varios países alrededor, Veracruz estará en condiciones de subrogar estos aparatos y así hacer a esta pieza indispensable para la salud, a quienes lo necesiten, ya sea otras instituciones, etcétera.
Vuelvo y repito, es necesario un acuerdo. Y es que no es posible que se absorba IMSS Bienestar sin presupuesto. Dicen en mi tierra adoptiva “¡Quién autorizó!”. Lo malo es que tienen a un mundo de gente trabajando que ya quedó sandwich. Que no sabe quién le va a pagar. Y a la que decentemente no le han dicho que la neta del planeta es que “No hay… no hay”. Ni habrá.
Por lo menos ayer llegaron a acuerdos con personal de campo. Personal de calle. Personal de batalla. A los que no les pagaron y que ayer hicieron paros, y están furiosos. No ganan más de dos mil pesos al mes. La gente se pregunta ¿Por qué no les pagaron? Son personas longevos. Los de casa por casa. Enfermo por enfermo. Una parte del sector salud muy seria e indispensable, son los que llegan hasta el paciente adónde esté. Hasta se siente gacho.
Son los y las que, ahorita, bajo el aguacero andan barriendo lodo en comunidades y congregaciones, absorbiendo el gasto de la pasajera o el carro. O, al menos, es lo que la gente ve.
Si me quieres escribir liviainforma@gmail.com