/ Clara Scherer /
En las horas, días y meses que vienen lo más importante es conservar la sensatez. No despegarse del piso; recordar, aunque se canse, de dónde vienes, Tepatepec, y a dónde vas, un gobierno de coalición. Nada fácil será el pedregoso camino, que, como el de tu infancia, entre tropezones, resbalones, zarandeadas, o de pronto, algún pasaje polvoriento que hasta como alfombra sentían tus piececitos descalzos. Así será y nada augura que llegarás, pero tampoco, que no lo harás.
La sensatez que te acompañó cuando dejaste atrás la violencia familiar. Quizás, intentaste la conciliación, pero no eras árbitro entre tu madre y tu padre, así como no lo eres entre los fanáticos y los filisteos, las aspiracionistas y las floreros. Dejar atrás y seguir enfocada en tu camino, en tu meta, en tus acuerdos para sí lograr el propósito; gobernar para todas y todos.
Imposible para nosotras olvidar que no se vive igual en cuerpo de mujer que en cuerpo de hombre. De eso, en tiempos de campaña, sabemos poco. Que, como a cualquier mujer que brille, de inmediato la sexualizan. Que sabes lidiar con acosadores y tal vez, con seductores. Habrá que abrir bien los ojos y refugiarte en los cariños permanentes y seguros. ¿Cómo funciona el pacto patriarcal en estas condiciones? No olvidemos la escena del IFE, cuando una muy sexy edecán se robó la escena, las miradas y casi la elección. No caer en provocaciones es difícil, pero no imposible. Sensatez.
Que las y los compañeros de ruta no son los mejores, queja constante entre quienes no ganaron tu favor, pero debes someter a todas y todos a escrutinio. Confiar, pero no a ciegas. Recordar cómo construiste tu empresa y seguro, ahí hay aprendizajes a recuperar. Para eso sirve la experiencia.
Saber leer signos, luces, sombras, risas y sonrisas, y cuando se escapan significados, sin duda, acudir a expertas que descifren interrogantes, malestares y latidos. Es decir, alerta constante y permanente para evitar desasosiegos. Vivir en tensión no es fácil y para sobrellevar tanta energía se han inventado el temazcal, los más sofisticados spas, yoga y meditación. No permitas que se ocupe de ti el desamparo (Sabina).
Lo sabes, porque ha sido parte de tus logros. Los astros se alinean y avanzas, las malas vibras acechan y detienen segundos, tu paso alegre y generoso. No olvides eso: la alegría y la generosidad. Éstas, por las que muchas y muchos estamos contigo; ni nos debes, ni te debemos. Fue una apuesta por tu valentía, tu coraje y tus capacidades. En cualquier momento, si necesitas algo, dilo y vemos la forma de apoyarte. Aquí estamos, no te dejaremos sola.
Un consejo amable: hay que expresar las emociones. Te lo debes permitir; esto canalizará la situación y no estarás atrapada. Todas las emociones son válidas: miedo, rabia, tristeza y el sentimiento de vulnerabilidad. Pero, hay que saber con quién desfallecer.
Discuten si Unamuno, en una situación compleja cuando la gente gritaba ¡muera la inteligencia!, él, sereno, respondió: “Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir”. Sin anticipar vísperas, con deseo de anotar urgencias, Primo Levi: “Un país es considerado tanto más civilizado, en cuanto la mayor sabiduría y eficiencia de sus leyes impiden a un hombre débil volverse demasiado débil y a un poderoso volverse también demasiado poderoso”.
La sensatez la devuelven las personas desaparecidas, el dolor sin fin de las madres buscadoras, las infancias y adolescencias trastocadas, las personas con discapacidad que cantan a la vida. Frida Kahlo: “Y una cosa puedo jurar: yo, que me enamoré de tus alas, jamás te las voy a querer cortar”.
Mi reconocimiento a Alejandra Latapí, Patricia McCarthy, Teresa González L., Arturo Sánchez, Juan M. Herrero, Marco Baños y Rodrigo Morales. Y a construir el Frente.
