La sucesión de Sarita

Sin tacto.

 Por Sergio González Levet.

 

[Disculpen que me refiera así, con diminutivo, a la doctora Sara Deifilia Ladrón de Guevara González, la respetable Rectora de la Universidad Veracruzana, pero ésa parece ser la costumbre en su oficina, porque sus colaboradores se dirigen a ella de esa manera, y colijo que le agrada. Saludos, querido amigo Raciel].

La lectura del Tercer Informe de Actividades anuales de Sarita Ladrón de Guevara aceleró sin querer y sin medida la carrera hacia la sucesión inevitable de la primera mujer que ocupó la silla de la Rectoría. Su propio ejemplo ha abierto el abanico de aspirantes, que ahora podrán ser “las y los”.

La estimada Rectora, cada que puede -o no puede-, le dice a propios y extraños, a queridos y malqueridos, a amigos y enemigos (si los tuviera) que ella no piensa participar para nada en el proceso, y que permitirá que las fuerzas internas y los grupos al interior de la UV se acomoden democráticamente para que se elija al o a la mejor.

Tal enjundia en negar el hecho de parte de la reconocida antropóloga ha puesto a dudar a los sospechosistas que nunca faltan, y no han tardado en empezar a circular versiones de supuestas intervenciones en favor de alguna de las personas que suenan para ser el Rector o la Rectora número 22 (sin contar al recordado Juan Maldonado Pereda, El Breve, que fue Rector de la UV por un poco más de media hora, pero ésa es otra historia).

Apenas termina Sarita de decir que a ella no le interesa la sucesión y ya salió un rumor de que ha hecho tal o cual acción para impulsar a su supuesto delfín, que un día es uno y al otro, otro.

Pero ya hay nombres enfilados en la pista de esta carrera de fondo. Ahí van los primeros, aunque podría ser cualquier universitario de bien, que hay muchos.

El doctor Octavio Agustín Ochoa Contreras, Secretario de Desarrollo Institucional, es mencionado como uno de los probables delfines de la Rectora Sarita, en caso de que tuviera alguno. Y también está el doctor Jorge Manso Denes, Director del reconocido Centro de Investigaciones Cerebrales, del que fue promotor y fundador en su momento.

Agregue usted a tres ex rectores: el recordado doctor Salvador Valencia Carmona, y con el mismo título, Víctor Arredondo Flores y Raúl Arias Lovillo.

También está cerca en el afecto de la doctora Sarita el vice-rector de Veracruz, Alfonso Pérez Morales, y por eso aparece en la rumorología.

Sucede con Ochoa y Pérez Morales que rebasan la edad que señala la Ley Orgánica, pero ambos podrían recurrir a un amparo o presionar para que se modifique la normativa.

No hay que dejar pasar al doctor Héctor Coronel Bricio, un funcionario responsable, un matemático prestigiado y persona con muchas simpatías en el entorno universitario.

Tenemos que enlistar también a los otros vice-rectores, a la doctora María Magdalena Hernández Alarcón -Directora del Área Académica de Humanidades, toda una lumbrera en su campo-, al Abogado General Alberto Islas Reyes y al Director General de Investigaciones, doctor Ángel R. Trigos Landa.

Hay mucho que decir en esta larga competencia, y lo iremos diciendo…

 

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