Por Yamiri Rodríguez Madrid
Sara Ladrón de Guevara entregó, hace apenas unas semanas, su antepenúltimo informe y, con éste, inició la sucesión por la Rectoría de la Universidad Veracruzana (UV).
La arqueóloga pasó a la historia solo por ser la primera rectora de la máxima casa de estudios en estos 76 años de existencia de la institución, pero solo por eso. Nada memorable en estos años, pese a la expectativa que generó su llegada.
En su informe presumió logros como la generación de algoritmos para detectar la corrupción, los certámenes ganados, pero esos, no son logros de ella, sino de los brillantes académicos que son los que sostienen y dar forma a la máxima casa de estudios de la entidad.
Su trabajo se caracterizó por su entreguismo político al ex gobernador panista Miguel Ángel Yunes Linares y un rompimiento evidente con quien debía ser su aliado natural, el actual mandatario Cuitláhuac García Jiménez, académico de la UV.
Pero Sara ya fue. Hoy, varios nombres se manejan para sucederla en el cargo, la mayoría provenientes de la Facultad de Derecho, como es natural. Hay también un científico que suena cada vez con mayor fuerza: Jorge Manzo Denes.
Oaxaqueño de nacimiento, ha sido investigador de tiempo completo del Laboratorio de Neurociencias y, actualmente, del Centro de Investigaciones Cerebrales; es decir, una buena parte de su trayectoria académica la ha realizado en la UV, desde 1992, que es además su alma mater. Mencionar su extenso currículo requeriría de muchas cuartillas, su preparación es indiscutible.
Con 57 años de edad, Jorge Manzo parece tener un genuino interés en hacer un cambio, que tanto necesita la UV, aunque insisto, aún faltan muchos otros nombres más de quienes aspiran a suceder a la gris rectora Sara Ladrón de Guevara.
Ojalá que quien sea designado rector o rectora logré reposicionar a la Universidad Veracruzana. Talento lo tiene de sobra, solo falta una adecuada dirección para darle el lugar que se merece en México y en el plano internacional. La carrera ya empezó.
@YamiriRodríguez
