*Aumentan las víctimas mortales de la explosión
*El humanismo de las y los mexicanos volvió aflorar .
11.09.2025. Ciudad de México.- El miércoles 10 de septiembre de 2025, Ciudad de México se estremeció con una tragedia que dejó una herida profunda en el corazón de Iztapalapa.
A las 14:20 horas, una pipa de gas LP con capacidad de 49,500 litros volcó y explotó bajo el Puente de La Concordia, sobre la Calzada Ignacio Zaragoza. La onda expansiva alcanzó a decenas de personas, vehículos y viviendas, provocando una escena de caos y devastación.
La explosión ha dejado luto y dolor tras la trágica jornada : 8 personas fallecieron, siete hombres y una mujer entre ellas un menor de edad y un profesor de preparatoria y un estudiante.
Asimismo 94 personas resultaron heridas, 14 de ellas niñas y niños. 63 permanecen hospitalizadas y más de 30 con quemaduras graves.
De acuerdo al gobierno de la ciudad de México el reporte de los daños materiales es de 28 vehículos calcinados, y el incendio afectó también vegetación y estructuras cercanas.
Se reporta que el conductor de la pipa que se volcó y explotó con 50 mil litros de gas que transportaba sobrevivió milagrosamente, aunque se encuentra en estado crítico.
La respuesta inmediata
Equipos de emergencia de Protección Civil, Bomberos, ERUM, Guardia Nacional y Marina se movilizaron con rapidez. Pero lo que más conmovió fue la reacción espontánea de los vecinos.
Sin esperar instrucciones, decenas de ciudadanos corrieron hacia el fuego, ayudando a sacar heridos, ofreciendo agua, cobijas y primeros auxilios. Algunos improvisaron camillas con puertas y tablas, mientras otros consolaban a las niñas y niños que lloraban entre los escombros.
Doña Alicia, cuya imagen fue icónica de la tragedia ocurrida en las primeras horas, fue que se convirtió en escudo humano para salvar a su nieta durante la explosión en el Puente de la Concordia, pero el costo de su valentía es que hoy la reportan muy grave.
Su hija pide ayuda pues la abuela Alicia tiene quemaduras de tercer grado en el 90 por ciento de su cuerpo y está en terapia intensiva. Su familia pide un milagro y sus oraciones. La pequeña a la que protegió con su cuerpo también está hospitalizada con algunas quemaduras.
Una escena que también fue viral fue la de Francisco Bucio, miembro de Protección Civil, quien encontró entre los restos calcinados el celular de una joven estudiante. Al contestar la llamada entrante, logró contactar a su madre, aún sin saber si la joven había sobrevivido. Ese gesto de humanidad resonó en redes sociales como un acto de esperanza en medio del horror.
Historias que resisten
Entre los milagros, destaca el caso de Cereza, una perrita embarazada que logró sobrevivir a la explosión. Su rescate se convirtió en un símbolo de vida y resistencia para los voluntarios que la encontraron temblando entre los restos.
La solidaridad que une una vez más de mexicanos ante la tragedia .
Los vecinos de Iztapalapa no solo ofrecieron ayuda física. Muchos abrieron sus casas para albergar a los afectados, organizaron colectas de medicamentos y alimentos, y se coordinaron por redes sociales para localizar a desaparecidos.
En medio del dolor, la comunidad mexicana se convirtió en el primer frente de auxilio, demostrando que la empatía puede ser más fuerte que el fuego.
Esta tragedia ha dejado cicatrices imborrables, pero también ha revelado la fuerza de una comunidad humaniste que no se rinde. Iztapalapa llora, pero también abraza. Y en cada gesto solidario, se enciende una luz que desafía la oscuridad que ensombrece la vida de las y los mexicanos .