Hiel y Miel .
/Tere Vale /
La mayoría de los humanos hemos vivido la amarga experiencia de la traición. Esto es, después de depositar toda nuestra confianza en un supuesto amigo, inesperadamente nos sorprende con su falta de lealtad, generalmente con el afan de perjudicarnos o destruirnos. Esto sucede sin mayor aviso y nos lastima en lo profundo y muchas veces para siempre. No sé por qué hoy se me ocurre este tema.
Traidores famosos hay muchísimos en la historia y en la literatura. Creo que, en el fondo, aunque profesemos la lealtad, siempre queda en la parte más oscura de cada persona ese instinto vil o de supervivencia (para ser más benévola), capaz de obligar a muchos a hacer lo indecible para conseguir algo o salvarse.
Judas Iscariote es el traidor emblemático, podríamos decir que es el desleal más famoso de todos los tiempos. Primero acompañó y apoyó a Jesus como parte de sus seguidores más cercanos y, cuando fue tentado por el poder, vendió a su líder, como sabemos todos, por 30 monedas de plata. Como se dice ahora, le dio la puñalada trapera por la espalda, esas cosas suceden desde aquel entonces hasta nuestros tiempos. ¡Ah, la humanidad!
Pero no nos vayamos tan atrás, la traición es algo de todos los días. Pareciera, como si las personas tuvieran un precio. Deshacer los compromisos y romper las alianzas tiene que ver sólo con que le lleguen al precio, para que en ese momento el más íntegro se doble, cuanti más los que no lo son.
La presión económica o fiscal, el chantaje o los acuerdos dizque “políticos” hábilmente planteados por los poderosos, hacen que muchos delincuentes y/o ambiciosos de tiempo completo se inclinen por está práctica de vender sus principios o lo que haga falta al mejor postor.
Pienso en la oportunidad perdida del FRENTE de mostrarse como un grupo respetuoso de las reglas y de lo acordado, como una instancia conformada por verdaderos demócratas ante tanta arbitrariedad existente en nuestro país. Por más que trato de. encontrar cual podría haber sido —para el PAN, el PRD y desde luego para el PRI— el motivo del apresuramiento por ungir a Xóchitl y tirar todo lo acordado a la basura, no puedo encontrarlo.
No faltaban más que unos cuantos días para cumplir con lo acordado por todos los que reunieron en ese FRENTE, partidos políticos, organizaciones ciudadanas, expertos, etc. Bastaba esperar al 3 de septiembre para haber culminado un proceso sin tacha y en donde seguramente hubiera ganado a la buena Xóchitl Gálvez.
A Beatriz Paredes mi admiración y respeto por haber contendido con elegancia y pulcritud, de acuerdo con lo pactado y por ser la gran política y el gran ser humano que es.
Seguramente durante el resto de los procesos electorales rumbo al 2024 seguiremos viendo el lamentable espectáculo de los que traicionan al otro para seguir traicionándose a sí mismos. Por eso estamos como estamos.