/ Yamiri Rodríguez Madrid /
La Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV) fue creada en 2011, en el sexenio del priista Javier Duarte de Ochoa, como una opción académica más para las y los estudiantes. Sin embargo, arrancó con una serie de problema que trajo consigo quejas y protestas de egresados al carecer, muchas de las carreras, de validez oficial.
Con sus tropiezos, sigue operando hasta hoy, con 51 mil 432 alumnos en 151 sedes, en igual número de municipios, según señala su portal, aunque claro, la última actualización que hicieron fue en enero de 2021: ¡hace casi dos años!
Hay nerviosismo por parte del estudiantado pues afirman que la plantilla académica cada día se adelgaza más, lo que incide en una merma de la calidad educativa. Su rector, el ingeniero agrónomo, Ome Tochtli Méndez Ramírez, conoce bien las tripas de la UPAV, pues de 2013 a 2018 fue director de la Licenciatura en Naturopatía; sin embargo, en estos casi cuatro años no ha hecho nada por solucionar los problemas de la institución. Si el mismo empeño que puso en pintarse la cara de catrín en el desfile pasado lo hubiese puesto en mejorar la UPAV, otro gallo le cantara a la institución.
Sería desastroso que terminara por cerrar sus puertas pues, finalmente, muchos sí la toman en cuenta como una opción para prepararse. Habría que revisar los números también, pues conforme a sus estados financieros correspondientes al tercer trimestre de este 2022, el total de ingresos y beneficios fue de 26 millones 760 mil 578 pesos y sus egresos, de 12 millones 399 mil 715. Y aunque se presume una reducción en el gasto en comparación con el mismo periodo del año pasado (fue de 16 millones 690 mil 794 pesos), esto se dio en el capítulo de servicios personales y materiales y suministros. ¿Qué pasa con los más de 14 millones de pesos de ahorro, a dónde fueron a parar?
Tristemente la UPAV hoy tiene el mismo peso que las Universidades para el Bienestar Benito Juárez en Veracruz. Mucho ruido y pocas nueces.
@YamiriRodriguez
