INFORME GLOBAL
Por: Jorge López-Portillo Basave.
De Alaska a Patagonia, de Beijing hasta Atlanta millones de niños y jóvenes están participando en las pruebas y ya en algunos casos aplicaciones de vacunas contra el Covid19.
Si de verdad se quiere llegar a la inmunidad de rebaño, los niños y jóvenes serán indispensables. La semana pasada hablábamos del “pasaporte de la salud” o del “pasaporte verde” que son los nuevos símbolos de la libertad otorgada a aquellos que han podido recibir la vacuna. En algunos países los maestros han exigido que no sólo ellos estén vacunados, sino que los niños lo estén para reiniciar clases.
A pesar de que los jóvenes y menores no han sido ampliamente afectados por el Covid19, muchas empresas están ya en etapas avanzadas de pruebas y en algunos países como China ya se ha solicitado el permiso para poderlas aplicar a población abierta a partir de los 3 años de edad, según lo informó en fecha reciente el titular de la CDC equivalente a nuestra COFEPRIS.
Que sea China el primero que pide aplicar sus vacunas a niños de tres 36 meses resulta irónico ya que es el mismo país el que ha pensado aumentar las dosis de sus vacunas o incluso mezclarlas para poder alcanzar los grados de eficacia que las vacunas occidentales.
A la fecha en EUA la vacuna de Pfizer ha recibido autorización para ser aplicada en personas de 16 años en delante, mientras que las demás son para adultos de 18 y mayores.
Por su parte Moderna ha informado que están buscando la dosis para bebes de 6 meses de edad en delante.
SIN LOS INFANTES NO SE ALCANZRÁ LA INMUNIDAD
En Canadá los menores de 14 años suman más del 20% de la población, a nivel mundial esto es como un 25%, en Europa un 16%, en China 17.29%, en México un 26%, en EUA un 19%, por lo que es evidente que las farmacéuticas y los gobiernos deben desarrollar la dosis correcta para aplicar a esta población. Por lo pronto en varios países ya se dio luz verde para vacunar a jóvenes de 16 años en delante.
Con una población mundial envejeciendo y nacimientos en declive, el uso de medicamentos nuevos será una apuesta alta que verá sus resultados en los años venideros.
Los niños que participan en las pruebas se dicen emocionados porque además de recibir el equivalente a 35 mil pesos (depende del país), tienen ganas de poder regresar a un parque de diversiones o a un cine sin máscara, por lo que además sienten que es su deber cívico el participar en los estudios o ensayos clínicos para ayudar a que sus escuelas reabran y sus familias no se enfermen.
En lo personal sigo estando en contra de que se diga que los menores que además casi no sufren por esta enfermedad, sean obligados a vacunarse, pero parece que es el consenso de la mayoría de los gobiernos el lograr que la población se aplique una medicina nueva a pesar de que los riesgos de enfermar gravemente de covid19 para el que la recibe sean muy bajos y los riesgos del uso de dicho fármaco no sean tan claros.
Digamos que el riesgo beneficios desde el punto de vista de la salud no lo entiendo. Además si todos los adultos o personas con enfermedades crónicas ya se vacunaron pues ellos no se contagiarían.
Lo he dicho antes y lo reitero, el negocio de la salud esta en grande pero a pesar de que yo me vacunaré, no veo el caso de forzar a bebes a tomar algo. Por ejemplo, de los 520 mil muertos en EUA por la pandemia, 170 han sido niños, esto es mucho menos que de los que han muerto por casi cualquier otra enfermedad común, ya no digamos por accidentes de tráfico, e incluso menores a los de las muertes por uso de drogas, incluso por ahogarse en albercas o lagos que sumaron casi 800 menores durante el 2019.
La mayoría de los menores que fallecieron por Covid19 tenían alimentación alta en carbohidratos y grasas saturadas, sobrepeso etc. Es decir, que si nos enseñamos a comer tal vez podamos evitar la enfermedad en su fase grave. A pesar de esto, no hemos cerrado Coca Cola o Mc Donalds.
