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/ Yamiri Rodríguez Madrid /
La semana pasada, la Fiscalía General del Estado (FGE) hizo dos importantes detenciones. La primera fue el viernes, cuando elementos de la Policía Ministerial cumplimentaron orden de aprehensión en contra de Eduardo Edwar “N”, regidor noveno del Ayuntamiento morenista de Córdoba, como probable responsable del delito de violación agravada, cometido en agravio de una víctima de identidad resguardada.
La segunda fue esa misma noche, cuando ministeriales realizaron la imputación en contra de Leandro “N”, ex subdirector del Registro Público de la Propiedad y de Inspección y Archivo General de Notarías, como probable responsable del delito de abuso de autoridad, en agravio del servicio público.
En el caso del regidor, quien llegó al Cabildo por la vía independiente, venía arrastrando señalamientos de esa índole; de ahí que ya con las denuncias y elementos, la Fiscalía procedió; en el caso del exfuncionario estatal, el escándalo estalló hace dos años, cuando se le acusó junto con otros dos funcionarios morenistas de supuestamente haber falsificado documentos catastrales y así poder despojar a los propietarios de un rancho de 24 hectáreas en Puente Nacional.
Específicamente en esta detención se dice que hay también rencillas políticas de por medio, por lo que la aprehensión de Leandro N podría ser la primera de tres, dado que uno de los denunciados, que actualmente ostenta el cargo de presidente en un organismo descentralizado, afirma ser muy cercano a la gobernadora electa Rocío Nahle y hasta presume que tendrá una posición muy muy privilegiada lo que ha generado no solo molestia, sino nerviosismo, al interior de la Fiscalía. ¿Podría ser el relevo y de ahí la intención de atajarlo?
Con ambos casos tan cercanos al partido en el poder en el estado, ¿es justicia a secas o simplemente el peso de la maquinaria en la recta final de la administración? Los días siguiente serán cruciales dependiendo el curso que tomen las acciones legales.
@YamiriRodriguez