*Alguien como tú.
Gladys Pérez Maldonado.
La violencia contra las mujeres en México continúa siendo una de las problemáticas sociales y de derechos humanos más graves del país en 2025. A pesar de distintas iniciativas legislativas y programas públicos para enfrentar el fenómeno, las cifras muestran que miles de mujeres sufren violencia de múltiples formas, física, sexual, familiar, digital, y de género, así como asesinatos motivados por su condición de mujer.
Según reportes preliminares del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), los delitos cometidos contra mujeres han mostrado un incremento durante 2025 en comparación con años previos. Para los primeros nueve meses del año se registraron aproximadamente 100,989 mujeres víctimas de algún delito del fuero común, cifra que representa un aumento del 7.5% respecto al mismo periodo de 2024 y refleja un impacto creciente de la criminalidad sobre la población femenina en México.
Estos delitos incluyen desde lesiones dolosas y violencia familiar hasta feminicidios y trata de personas, mostrando la gravedad transversal de la violencia. Además, del total de víctimas de delitos reportadas en este periodo, la proporción de mujeres ha aumentado como porcentaje del total de víctimas, pasando del 31.2% al 39.5 % de todos los delitos reportados.
Los datos también sugieren que la violencia contra mujeres no se limita a hechos aislados, sino que constituye una pandemia estructural. Por ejemplo, diferentes entidades como el Estado de México, Chihuahua, Sinaloa, Veracruz, Jalisco y Ciudad de México concentran un porcentaje importante de los casos de violencia directa, como homicidios y ataques.
Uno de los indicadores más alarmantes de la violencia extrema contra mujeres en México es el feminicidio: el asesinato de una mujer por la única razón de ser mujer. En 2025, las cifras oficiales señalan que al menos 597 feminicidios ocurrieron hasta octubre de este año, con una tendencia al alza durante los meses más recientes.
Adicionalmente, observatorios ciudadanos señalan que 513 casos de feminicidio fueron registrados por diversas instancias hasta septiembre de 2025, junto con decenas de miles de denuncias relacionadas con violencia de pareja y familiar.
Una parte considerable de la violencia que sufren las mujeres ocurre en contextos familiares o domésticos. Datos históricos y reportes institucionales reflejan que la violencia familiar es uno de los delitos con mayor prevalencia entre las mujeres, afectando tanto a contextos urbanos como rurales y mostrando tendencias crecientes en las denuncias y llamadas de emergencia.
Otro ámbito crítico es la violencia sexual y el acoso, tanto en espacios físicos como en línea. En México, más de 61,000 delitos sexuales han sido reportados en 2025, incluyendo miles de casos de acoso sexual que muchas veces no son investigados de manera eficaz.
Estudios sobre ciberacoso también revelan que millones de mujeres han sufrido violencia en entornos digitales, con insinuaciones sexuales no solicitadas, difusión no consentida de imágenes íntimas y otras formas de agresión que tienen efectos psicológicos profundos.
La violencia contra las mujeres no se limita a actos de agresión física, también se expresa en formas más amplias como la violencia económica, digital y psicológica. En 2024, el año más reciente con datos de encuesta, concluye que más de 10.6 millones de mujeres reportaron haber sido víctimas de ciberacoso, lo cual conlleva impactos en su seguridad y bienestar.
Estas cifras evidencian que las agresiones se extienden a múltiples ámbitos de la vida cotidiana, desde hogares hasta espacios virtuales, y reflejan patrones de desigualdad y discriminación estructural.
Un aspecto central de la crisis de violencia contra las mujeres en México es la impunidad. A pesar de la existencia de marcos legales que tipifican delitos como el feminicidio, el acoso sexual y la violencia familiar, la mayoría de los casos no culmina en sanciones efectivas ni en una reparación integral para las víctimas.
Activistas y especialistas han destacado que la respuesta institucional sigue siendo insuficiente y enfrenta obstáculos como la falta de capacitación con perspectiva de género, estigmatización de las víctimas y barreras económicas para acceder a la justicia.
Los datos duros de 2025 muestran que la violencia contra las mujeres en México sigue siendo endémica y multifacética. Desde el incremento en el número de víctimas de delitos, incluyendo feminicidios y violencia familiar, hasta la persistencia de brechas institucionales en la atención y justicia, el panorama exige un enfoque integral que combine medidas legislativas, educación para erradicar el machismo y una política pública efectiva con perspectiva de género.
Así las cosas en materia de violencia contra las mujeres al final del año 2025…En Alguien como tú solo nos resta desearle un bendecido Año 2026…













