*
/ María Elena Morera /
Desde hace tiempo, las mañaneras del presidente López Obrador son una plataforma para amedrentar y difamar a las voces críticas de su gobierno. En ellas, el Presidente exhibe los rasgos más an tidemocráticos de su particular estilo de gobernar: su incomodidad con el pluralismo y la insistencia en consolidar un poder absoluto sin sujetarse a las leyes.
Sin embargo, el 3 de mayo el Presidente dio un paso más atacando y publicando información sensible contra María Amparo Casar, dejando claro, además, que cualquier persona puede estar sujeta a la venganza de López Obrador. Cualquier ciudadano o ciudadana puede ser condenada sin pruebas, quitarle su patrimonio y denostarla sin que nada lo detenga. Que peligroso se ha vuelto AMLO, al no contener su ira, provocó que su gobierno actuara con el mismo modus operandi que un cártel de crimen organizado. Primero, a principio de febrero el Presidente publicó su libro Gracias, en la página 100 le escribió un mensaje intimidatorio a Casar diciendo que la muerte de su esposo (hace 20 años) no fue un accidente sino un supuesto suicidio y que no tenía derecho al seguro ni a la pensión. Fue el primer mensaje intimidatorio. Días después de la publicación del libro del Ejecutivo, el director de Pemex sin un acto jurídico de por medio, le suspendió la pensión. Una vil extorsión. Esto sucedió sin ningún proceso, no le permitió a María Amparo una defensa en tribunales.
El martes 30 de abril Casar presentó su libro Los puntos sobre las íes. El legado de un gobierno que mintió, robó y traicionó. La respuesta del Gobierno Federal fue feroz, desde el viernes de la semana pasada el Presidente y el director de Pemex han dedicado varias horas en las mañaneras para tratar (sin conseguirlo) de minar su autoridad moral, desacreditarla y exhibir los datos personales de ella, su esposo y sus hijos, e incluso llegaron a la bajeza de subir a la página oficial del gobierno y a redes sociales toda la información confidencial de la carpeta de investigación. Además, la amenazaron con abrirle una carpeta de investigación para que devolviera el monto de los pagos de la pensión.
Lo que hizo el Gobierno Federal en contra de María Amparo es criminal: la amenaza, extorsiona y busca eliminarla a toda costa. La actuación del Gobierno Federal justifica el miedo que mucha gente ha manifestado porque mañana el vulnerado puede ser cualquier otro ciudadano y sus familiares. A lo largo de este gobierno hay mucha evidencia que esto es una constante.
Se ha vuelto una realidad que un día cualquiera, una persona vea en sus redes sociales los datos personales de sus hijos, sus fotos, su dirección y con quienes se reúnen; pero no porque un criminal le hackeo su teléfono, sino porque el gobierno lo difundió.
Hoy sin ningún pudor se puede divulgar una tragedia en la vida de cualquier persona y también puede usarse los recursos públicos para armar una página en la que suban la descripción detallada de una muerte.
Es lamentable que sin un acto jurídico de por medio, sea posible que te arrebaten tu patrimonio. De lo sucedido en estos días queda una buena lección, a Casar el miedo no la paralizó lo convirtió en su fortaleza, la organización que preside: Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, no ha dejado de dar a conocer nuevas investigaciones sobre el corrupto gobierno que tenemos. No, el Presidente se equivoca pensando que a María Amparo o a cientos de voces críticas las van a callar, porque los que pensamos como ella que la democracia debe ser defendida y el gobierno auditado somos más.
Colaboró Fernando Escobar Ayala