Las abuelas a la carga #ConlasAbuelasNO

La Fiesta del Té

La vejez para las mujeres debería ser un proceso gustoso, pleno de derechos y sobre todo en condiciones dignas, con un techo seguro, alimentación saludable, atención médica y para descansar de una vida de trabajo para mantenerse y cuidad de sus familias.

Sin embargo, la realidad no es así.

Diariamente cientos o miles de mujeres mayores tienen que salir a pedir limosna para sobrevivir, a trabajar como empacadoras (muchas veces no por gusto), a buscar empleo como cocineras, como trabajadoras domésticas.

Esos empleos son por la necesidad de no haber contado con el reconocimiento de su trabajo, lo que las dejó sin pensión y sin seguridad.

Muchas de esas mujeres, incluso, pueden ser jubiladas, después de 35 o 40 años de trabajar como maestras, enfermeras, secretarias, obreras, esperando tener unos años de descanso.

Esas mujeres que durante la parte más productiva de su vida cubrieron una doble jornada, el trabajo y el cuidado de sus familias.

Ellas, como cuidadoras profesionales a bajo costo, se han convertido en la opción del Gobierno Federal, para cubrir el recorte presupuestal hecho al programa de Estancias Infantiles, que sólo en Veracruz dejó a 25 mil menores a punto de quedarse sin espacio donde se les resguarde mientras las madres trabajan o estudian.

Serían mujeres, ancianas, que sin importar si quiere, pueden o necesitan, podrían recibir hasta mil 900 pesos cada dos meses, es decir, por 39 pesos, vamos ni un salario mínimo.

Con esos 39 pesos tendrían que pagarse un desayuno, una colación y una comida, todas con alimentos saludables, por cada nieto o nieta que cuiden, esos 39 pesos no alcanzan en la vida real (alejada de la perspectiva del Secretario de Hacienda) para prácticamente nada, apenas una pechuga de pollo, o un kilo de tortillas, algunos tomates y frijoles, pero nada más.

Osea, ese dinero sería prácticamente para que apenas pudieran comer, pero ¿y el tiempo?, ¿y los cuidados?, ¿y el espacio seguro, con las características que exigen las normas de protección civil, salud, estimulación temprana que cubre una guardería?.

El amor no se escatima, muchas abuelas disfrutan el cuidar a sus nietos y se convierten en la persona más afectuosa y dedicada a los pequeños, sin embargo no todas las abuelas pueden o quieren hacerlo, algunas tienen la necesidad de un trabajo que les pague por lo menos 120 pesos diarios, para el pago de la renta, la luz, el gas, sus alimentos y medicinas.

Pero como siempre, es más fácil hacer uso del cuerpo y la vida de las mujeres, que resolver los problemas de manera efectiva. Es preferible explotar a las mujeres con jornadas laborales extra, en los últimos años de sus vidas, que garantizar la transparencia en los programas de estancias infantiles, que aplicar políticas públicas efectivas, con perspectiva de género.

Porque después de todo ¿para qué? si ahí están las abuelas.

Porque aquí tod@s estamos loc@s

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