** CAFÉ DE MAÑANA –
! Por José Luis Enríquez Ambell /
En el País, la intervención de la comunicación privada -telefónica o de radio- en casi todas las épocas de elecciones suelen presentarse más allá que la autoridad judicial lo requiera como lo establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en los términos del derecho a la inviolabilidad de las comunicaciones.
El adelantamiento electoral puede llevar a no respetar la legalidad en algunos conceptos por algunos contendientes o sus equipos de trabajo -es el caso de la publicidad en espectaculares- o sea, también porque así lo diseñen dentro de la estrategia preestablecida, y pudieran en algún momento aparecer videograbaciones de conversaciones – reales, editadas o montadas – pero puede ser así, lo que no deberá sorprender aunque será lamentable observar se ensucie el proceso y la jornada venidera por prácticas que poco aportan a la transparencia y promoción del voto que además, fomente al abstencionismo.
Incluso las intervenciones permitidas tienen sus limitaciones y para ello, la autoridad competente deberá fundar y motivar las causas legales de la solicitud oficial, expresando además, el tipo de intervención, los sujetos de la misma, así como, su duración. Y no podrán otorgarse estas autorizaciones cuando se trate de materias de carácter “electoral”, fiscal, mercantil, civil, laboral o administrativo.
Hace algún tiempo el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación validó los artículos del Código Federal de Procedimientos Penales y la Ley Federal de Telecomunicaciones, en donde se sustenta la geolocalización de los equipos de comunicación móvil vinculados a delitos considerados graves, “lo cual no aplica ni incluye a personas en términos electorales, pero fuera de lo legal, puede darse el coloquial término de “hay pájaros en el alambre”, “cocacolas en el refrigerador”, “los alambrearon”, o “les cacharon”.
“La grabación de una conversación sin permiso” puede ser constitutiva de un delito grave contra la intimidad de acuerdo a la codificación penal, pues vulnerar la intimidad de otras personas o descubrir secretos utilizando este método es sumamente delicado y contiene consecuencias significativas para la persona que lo haga, hasta con la cárcel, pero hay quienes dicen que en la guerra, la política, como en el amor, todo se vale, y ahí está el detalle diría Cantinflas.
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
El grabar conversaciones privadas de políticos y en campaña, no indica que otros personajes, e incluso en el poder y con poder, estén exentos a estas prácticas y escándalos.
DE SOBREMESA
“Los escándalos históricos” que involucran no sólo a políticos sino también a otros personajes públicos -captados bailando, bebiendo, jugando y apostando, en fiestas privadas o escenas de corrupción- suele rondar la carpeta de opciones entre los grupos de trabajo de algunos comités de campaña que van estudiando el momento de sacarlo a la luz de toda la población, pero nadie debe preocuparse en México, pues esto suele suceder en otras latitudes, ¿verdad?
UN CAFÉ PARA LLEVAR
En los recientes tiempos se ha incrementado la práctica de acusaciones de y entre funcionarios que por alguna razón tienen rozones que salen de sus fronteras para filtrarlas a través de los medios y las redes; en declaraciones directas, indirectas y otras disfrazadas, pero producen el incremento en el debate político con un elevado nivel de desinformación.
UN CAFÉ LECHERO LIGHT DIVORCIADO
Si se han difundido grabaciones y testimonios de comunicaciones del FGR, Alejandro Gertz Manero; de la SEDENA y hasta se han hackeado rutas de comunicación de instituciones del gobierno federal, imaginémonos sino se puede escalar a otros pisos del diario acontecer con tal de vencer o no perder.
UN CAFÉ CON CANELA Y PANELA
Todo este asunto de las cocacolas en el refri, las alambreadas y videograbaciones salen de la cancha del árbitro electoral (INE y OPLE) -es el caso de los espectaculares y publicidad- y pisan el terreno de las Fiscalías General de la República, así como, las de los Estados del País.
¡ ES CUANTO !
enriquezambell@gmail.com